Hablemos de tres juegos que tal vez se convertirán en grandes joyas en el futuro cercano: un gestor de recursos espacial, un roguelike sobre la muerte y un título de estrategia en un planeta desértico. ¿Necesitas algo más?
En mi misión por encontrar la siguiente obra que pueda abstraerme de la realidad a un nivel como el que consiguió Factorio (le metí 400 horas casi sin percatarme), el manga de One Piece (según la aplicación de lectura, llevaré cerca de 105 horas… ¡y lo que me queda!), o la saga de Jurassic Park que, en lo que va de año, ya pesan sobre mis hombros dos revisionados (y otro más que me espera para estar preparado para la siguiente entrega, Jurassic World: Dominion), he encontrado varias obras que me han robado el tiempo como si de Sly Cooper se tratase.
Estos juegos no han conseguido conectar conmigo emocionalmente, pero no creo que sea un factor relevante a la hora de valorarlos. Tampoco es algo «importante», en estos casos, porque, entre otras cosas, no pertenecen a un género que facilite demasiado esa conexión. Por ejemplo, y para rellenar un poco este artículo como forma de combate contra el malvado SEO, que pretende convertir a toda la prensa en stormtroopers genéricos, ya os conté en uno de mis anteriores artículos lo importante que fueron para mí los videojuegos de Spiderman de los 90/2000.
Existen obras que traspasan la pantalla, el teclado o la página, y se acercan tanto a ti que casi pueden atraparte en un abrazo el cual se lleva el tiempo sin que te percates. Y, otras veces, como jugadores, simplemente queremos desaparecer y que el mundo deje de dar vueltas, que se pare a nuestro alrededor y que nada más importe. Que estemos nosotros y la obra que vayamos a disfrutar, vaya, y nada más. Así que hoy, y disculpad la intensidad que me caracteriza como redactor, os traigo una selección de tres futuras joyas de los videojuegos que se convertirán en grandísimos títulos con los que pasar las horas muertas y disfrutar de la gestión de recursos, de las tropas o de los empleados que se rebelan.
Minifactoría espacial
Facteroids es el título más desconocido de esta selección y, también, el que probablemente más horas acabe robándote. Ten claro que si lo tuyo es invertir decenas de horas en la gestión de todo tipo de recursos, tengo una gran noticia para ti. Y otra algo… peor.
¿La primera? Facteroids es una especie de protofactorio; y ojalá siga un camino similar en su evolución, que se desarrolla en asteroides donde recogeremos distintos tipos de materiales como azufre, roca, hielo o hierro para ser procesados y usados en la fabricación de la distinta maquinaria. Aún es un early access demasiado reciente y está algo verde así que poco se puede decir sobre él.
Sí que es cierto que todavía deben pulir la interfaz de usuario y añadir más contenido como minerales, maquinaria, formas de transporte, mayor tamaño en los asteroides y, quién sabe, puede que hasta estructuras orbitales con distintas funciones como comunicar asteroides entre sí y aumentar la producción. Aun estando en un estado tan temprano en su desarrollo no me he encontrado con ningún fallo visual o técnico y aunque gráficamente puede parecer feo, esto es probable que se deba a que es más funcional que atractivo al ojo y tras haberle llegado a echar cerca de veinte horas se agradece que que no canse la vista en largas jornadas de vicio.
Facteroids, al final, se comporta como cualquier otro gestor de recursos: empieza lentamente con manufacturaciones simples y, más adelante, la cadena de producción se va haciendo más compleja añadiendo derivados de las materias primas, maquinaria más compleja y fluidos; es algo muy atractivo y complejo de implementar adecuadamente. Podéis encontrarlo en Steam a unos 12,49€, aunque podría ser una buena idea esperar un poco a que tenga más contenido o, por el contrario, adquirirlo ahora por si en un futuro acaba subiendo de precio como otros tantos early access.
Ten una bonita muerte
Have a Nice Death es una de esas promesas que lució tráiler en los Game Awards de 2021. Si algo define a este juego es la espectacularidad y la fluidez de sus animaciones y controles, así como la originalidad en su premisa y el diseño de sus personajes. Además, resulta ser el siguiente juego a cargo de Magic Desing Studios después de Unruly Heroes, otra joyita de acción digna de probar, y que nos pondrá en la piel de la propia muerte.
Have a Nice Death coge el tópico (no tan típico) de una Muerte que está hastiada. Esta muerte está cansada tanto de su trabajo como de repetir, incansablemente, lo mismo durante eones: llegar ante el vivo, segar su alma con la guadaña, recogerla, registrar la muerte y vuelta a empezar. Así que, un día, se le hinchan las cuencas de los ojos y decide montar una empresa para que sus subordinados se encarguen de todo el proceso y ella pueda ser libre. Pasa un tiempo en el que la Muerte se ha limitado a sellar los registros de las almas, así que ha perdido forma y ahora ya no es la terrorífica muerte de antaño, sino que se ha convertido en una adorable y chiquitina parca. Es peligrosa, sí, pero muy «kawaii».
La cosa es que la Muerte, un día, se percata de que algo va mal en la empresa y acaba descubriendo que sus subordinados se han revelado contra ella y están descuidado sus tareas mientras hacen las cosas sin pensar en las repercusiones y consecuencias que esto podría ocasionar, así que nos tocará ponernos en la piel de esta «kawaii» Muerte y enseñarles quién manda gracias a nuestra habilidad como jugadores.
Have a Nice Death ha resultado ser un roguelike precioso que, como ya decía, tiene unas animaciones que me dejan embobado, un control muy preciso y una jugabilidad adictiva y divertida. Es un juego exigente, que no injusto, y consigue atraparte desde que ves su opening hasta que terminas la run vivo o, valga la redundancia, muerto. Lo tenéis en Steam a 14,99€ y aunque estoy poniendo la mano en el fuego, me parece un precio más que irrisorio por todo el potencial que tiene. Es una promesa a futuro, como cualquier juego con acceso anticipado, es cierto, así que pensadlo bien antes de adquirirlo.
¡Cuidado con el gusano!
La nueva adaptación de Dune fue uno de los estrenos más esperados del pasado año y una de las mejores adaptaciones a la gran pantalla jamás creadas, como bien os cuenta Marcos Casal, mi compañero de redacción, en otro artículo. Y tras su estreno, hace ya unos meses, se presentó en los Game Awards 2021 un tráiler de un juego que no pareció cosechar demasiado interés fuera del nicho que suponen los fanáticos de la estrategia, pero a día de hoy, y tras un early access más que completito, las casi treinta horas que llevo jugadas me obligan a recomendarlo.
Dune Space Wars no hace nada nuevo; pero es que tampoco lo busca. Además, de momento, habrá que esperar a su versión 1.0 para valorarlo en profundidad.
Dune Space Wars es un RTS con bastante contenido y mucha rejugabilidad que nos dejará disfrutar de la mejor estrategia en el planeta Arrakis, donde se produce la tan valorada especia. Hasta el momento, únicamente podremos echar partidas casuales donde deberemos escoger entre las cuatro facciones, las casas Atreides y Harkonnen, los contrabandistas o los Fremen, para hacernos con el absoluto control de Arrakis. Asimismo, es cierto que parece que cada una de las facciones se ha de jugar de forma distinta; pero la realidad es que las variaciones entre unas y otras poco importan a la hora de la verdad aunque las características de cada una, con sus ventajas y desventajas, pueden suponer un mayor desahogo en el trascurso de la partida.
Por otro lado, me incluyo entre todos aquellos que esperan cada actualización con ganas por ver si, tal vez, incluyan una opción multijugador y un modo narrativo para uno o varios jugadores que esté inspirado directamente en las novelas de Frank Herbert. ¿Os imagináis liderando el ejército que liberará a Arrakis del yugo de la Cofradía Espacial?
Cabe señalar que el estudio responsable es Shiro Games, así que no es de extrañar que su apartado gráfico y jugabilidad recuerden de cierta manera a su anterior título, Northgard. Pero, aun así, encaja muy bien con el estilo de juego y de un vistazo a cualquier pantallazo o vídeo se reconoce perfectamente que esto es Dune y no cualquier otro RTS similar.
Si me permitís ponerme quisquilloso, es cierto que esperaba un poquito más de sus mecánicas; aunque también soy consciente de que es un juego en acceso anticipado y estoy pidiéndole algo que perfectamente podrían implementar en un futuro. Es difícil implementar nuevas mecánicas una vez que empiezas un desarrollo y sales del prototipado sin que se acabe tirando por tierra parte, o la totalidad, del trabajo conseguido hasta la fecha, pero no imposible.
También debemos tener en cuenta que, muchas veces, no se busca innovar y crear el nuevo y revolucionario videojuego que lo cambiará todo, y menos en un juego de estrategia donde los sistemas ya conocidos funcionan de forma tan perfecta entre sí que es casi ridículo siquiera intentarlo. Esto no es más que una opinión personal; no lo convierte en un mal videojuego, ni mucho menos. Pero siempre se busca un poco más de identidad más allá del apartado gráfico (he de decir que, por otro lado, luce precioso). Y al final acaba valiéndose de las mismas herramientas básicas que cualquier otro título ya ha utilizado previamente y se separa de estos únicamente porque está inspirado en Dune y no en Harry Potter; que podría ser un juego más que interesante, u otra entrega de El Señor de los Anillos: La batalla por la Tierra Media, por ejemplo.
Podéis encontrarlo en Steam al precio de 29,99€ que, personalmente, resulta bastante elevado. Tal vez en un futuro tenga tanto contenido que se quede corto, pero de momento esperar a alguna oferta podría ser lo optimo para el bolsillo. Ah, y tened cuidado con los gusanos que son una jodienda.
Conclusión: «el futuro es hoy»
Me gustaría decir que la expresión con la que cerramos estas conclusiones es cierta; pero la realidad es otra. Sí que he de reconocer que soy ese tipo de jugador que disfruta exprimiendo al máximo cualquier juego. Pero he pasado de explorar cada rincón del escenario, de intentar ser lo más eficiente posible en la producción de las fábricas de turno, de hablar con cada personaje con diálogo, de acercar la cámara para apreciar todo detalle, a, simplemente, querer pasar el mayor tiempo posible ocupado con distintas tareas sin profundizar en nada. Así que espero que estas tres futuras joyas de los videojuegos sean el rincón perfecto, como lo han sido para mí, si es vuestro caso. Y si no, al menos que disfrutéis de ellas que bien lo merecen.
Redactor orgulloso y niño viejo. Apasionado de los videojuegos, el cine y One Piece. Escribo en mis ratos libres, hago mapitas de fantasía y reseño libricos en la biblioteca olvidada.
Cualquier jueguico con algo de crafting y un poco de supervivencia me absorbe el alma cual dementor.
Fiel defensor del doblaje al castellano de Control; sí, soy.