El capitalismo en Lake y el estado de los juegos cozy

El capitalismo en Lake

Un análisis contextualizando del estado de los juegos cozy a través de cómo se muestra el capitalismo en Lake.

El capitalismo en Lake se muestra como algo de nuestro tiempo, por lo que nos podemos identificar con Meredith, su protagonista. Pero a la vez las mecánicas nos empujan a jugar a trabajar. ¿Pero es acaso el reparto de correo la mecánica básica de Lake?

Lake es un juego que puede encontrarse en Game Pass y plataformas de venta digital habituales, además de contar con versiones en físico para PlayStation 4 y PlayStation 5. Sus creadores son Gamious, cuyos títulos anteriores son, sorprendentemente, videojuegos de puzles y minimalistas. Gamious se dio realmente a conocer con este título en 2021 en la presentación organizada por Wholesome Games y ha sido su gran éxito hasta el momento. Se espera un DLC-precuela para otoño y ya fue presentado en Guerrilla Collective Showcase 2023.

El capitalismo en Lake

¿Cómo se juega a Lake?

Lake es una aventura gráfica donde vives el día a día de Meredith repartiendo el correo. Empiezas, cada día de las dos semanas que dura su estancia en Providence Oaks, en la Oficina de Correos para repartir correspondencia y paquetes. Esto te obliga a viajar alrededor del lago (que es lo que le da nombre al juego), conocer sus principales carreteras, zonas residenciales y tiendas. No hay posibilidad de hacer este trabajo mal ni de hacer tonterías al volante, no es la finalidad del juego.

Cuando entrega cartas y paquetes, la protagonista saludará a los vecinos del pueblo, muchos de los cuales ya conoce de antes. Como Meredith se ha ido de Providence Oaks hace 22 años, debe ponerse al día, y hasta muestra su impotencia al haberse perdido momentos importantes de la vida de esas personas. Aunque nos brinda la oportunidad de retomar cualquiera de esas amistades, recompensándonos de cierta forma que lo hagamos, ya que desbloquearemos más escenas y hasta tendremos invitados en casa.

Al finalizar la jornada laboral, la protagonista vuelve a casa de sus padres, donde reside temporalmente. Estos la llamarán para ponerles al día de sus vacaciones. También le llamará, inoportunamente, su jefe y tendremos la posibilidad de tener planes de ocio con la gente del pueblo.

En lo que respecta a la parte jugable, por lo tanto, hay dos mecánicas separadas: la conducción y reparto, que es la que lleva más tiempo y dedicación, y la parte de socialización, con escenas donde podremos escoger qué dice Meredith, o si quiere aceptar o rechazar una invitación.

El capitalismo en Lake

La socialización como mecánica en Lake

Aunque la primera impresión del juego sea la de un simulador de repartidor de correos, esto es lo menos relevante. Sino que se trata de una excusa para que la protagonista deba recorrer el pueblo y encontrarse con su pasado. El entablar lazos con la comunidad es realmente el objetivo del juego y, en todo momento, tienes la opción de hacerlo o mantener a la gente apartada de ti.

De hecho, siempre se te permite decidir cómo involucrarte en la vida de Meredith. Si quisieras solamente repartir cartas y centrarte en el trabajo que te espera en la ciudad, te permiten hacerlo. Pero no creo que hubiese disfrutado de la misma forma sin las escenas tiernas, el cariño que se transmiten los personajes y la calidez, que son para mí lo más importante del título.

Me recuerda mucho al Stardew Valley en ese sentido. En ambos casos, los protagonistas abandonan un trabajo opresivo que hasta les impide relacionarse con sus parientes y allegados. La principal diferencia es que Meredith vivió anteriormente en el pueblo, del que se distanció, primero por estudios, y luego por trabajo. Podemos entender la socialización como una recompensa.

El capitalismo en Lake

El capitalismo en Lake: Vivir idílicamente en nuestros sueños

El retomar relaciones o empezarlas, y tener escenas con estas amistades, son un gran aliciente para disfrutar de Lake. Y aunque este juego sea más lineal que nuestro juego de granjas favorito, es inevitable encontrar en estos títulos lecciones vitales semejantes. Estos juegos nos muestran la realidad del trabajo en la gran ciudad y bajo el control de grandes empresas.

Es decir, nos están dando un empujoncito para que pensemos qué nos está haciendo el capitalismo. El cómo sus sucias zarpas nos impiden a valorar la naturaleza, la familia y la gente de nuestro alrededor. El cómo se nos quiere arrebatar de una sociedad para ser engranajes de un sistema destructivo, que nos impide apreciar el mundo, y nos impide pensar qué nos hace realmente felices y sentirnos plenos.

El capitalismo en Lake: Huyendo de la realidad

Huir de la realidad a través de un videojuego permite darle un doble significado: No es casual que la protagonista de Lake fuese programadora. Es un sector caracterizado por el crunch y empresas cárnicas. Abandonar un mundo como ese para reencontrarse con una misma es lo que deben desear muchos compañeros desarrolladores, incluso me atrevería decir que es lo que querría la gente que ha dado vida al juego y el porqué quieren mostrar de esa forma el capitalismo en Lake.

Por otra parte, nosotros vivimos esa historia y recogemos el testimonio a través de un videojuego que jugamos en nuestro tiempo libre. Un tiempo valioso y que esperamos que sea de calidad, un tiempo que nos negamos a nosotros mismos por los ritmos actuales de la sociedad. ¿Por qué nos negamos a esa vida idílica de Stardew Valley o Lake? ¿Acaso tenemos la opción de llevarla a cabo? ¿El capitalismo nos impide hacer sacrificios? ¿Sólo podemos tener vidas idílicas en nuestros sueños y en los videojuegos? El capitalismo en Lake es una parte fundamental para entender el título, y para entender los juegos independientes.

El capitalismo en Lake

Juegos cozy como simuladores de trabajar

No es la primera vez que me llama la atención los juegos que se basan en… sí, trabajar. Está siendo de hecho, una cuestión cada vez más controvertida en el panorama indie. Muchos juegos relajantes o tranquilos, como promueve precisamente Wholesome Games, tienen mecánicas emulando trabajos reales. Porque la aparición del capitalismo en Lake, no es casual.

Por contextualizar, existen dos grandes cuestiones controvertidas en el panorama indie y especialmente en los cozy games. La primera es porqué se considera cozy a juegos donde se caza o pesca animales, premiando realmente el arrebatar la vida a seres vivos. Ya que el asesinato o violencia son características no deseables dentro de esta clasificación de juegos cozy. La segunda cuestión es el porqué de que la corriente de juegos cozy está, debido a su aumento de popularidad, interiorizando tantos juegos simuladores de vida. Además, estos simuladores tratan de mostrar como tranquilo y apacible el origen de estrés de sus jugadores: en sus propios trabajos y dentro del capitalismo.

El trabajo como mecánica

No creo que sea una decisión especialmente deliberada, sino que el trabajo ofrece dos grandes ventajas para el diseño de juegos: mecánicas repetitivas y sus recompensas. Sin necesidad de inventivas especiales, tienes tareas que pueden ser recompensadas y se entiende el porqué de que sean recompensadas, ya que hablan un idioma universal: el dinero. Pero al final, hasta en la ficción estás al servicio del capitalismo y rememoras el circuito vicioso que vivimos día a día en consecuencia a este sistema socioeconómico. Por desgracia, muchos juegos no acompañan el uso de estas mecánicas con críticas al sistema, sino que pueden resultar cómplices con él.

Letras de título

Lake como aventura gráfica

Dejando a un lado las cuestiones económicas y de nuestra triste realidad; Lake es una buena aventura gráfica, que nos permite tomar decisiones y que influyen en los acontecimientos. He sentido en toda mi partida que mis elecciones se tenían en cuenta y he amoldado a la protagonista a lo que creía que era lo correcto y honesto. No me he sentido en ningún momento castigada, o que resultara injusto ciertas acciones, en absoluto. Las consecuencias eran razonables como respuesta a mi comportamiento y acciones. Me he sentido premiada además, cuanto más amable me mostraba.

Tanto era premiada y disfrutaba tanto con las escenas, que deseaba acabar los turnos de reparto para ver qué pasaba. Quería ver el desenlace a las tramas que iban surgiendo y poder conocer más a la gente del pueblo. Hasta dan la posibilidad de tener escenas de carácter romántico, que he podido aprovechar hasta el máximo. Una servidora no habría jugado más de 80 horas al Fire Emblem: Three Houses si no hubiese disfrutado de arrejuntar personajes, así que en ese sentido, Lake me dio algo que buscaba.

Decorado utópico y vivir en una fantasía

No obstante, es cierto que a ratos Providence Oaks puede parecer un decorado utópico y falto de realidad. Si algo acontecía en el pueblo: ahí estaba la protagonista; si bien es cierto que su trabajo como cartera daba alas a que fuese posible. Después de todo, diariamente toda esa gente tenía correspondencia. El marco temporal (el pre-internet que conocemos) hace que sea verosímil la cantidad de entregas que se deben hacer en el juego.

Por otra parte, en mi partida todo salía especialmente bien y como yo quería, incluso cuando se presentaba algún evento adverso. Porque al final había, hasta cierto punto, un final feliz para ellos. Esto acentuaba esa sensación de que todo es una fantasía hecha a medida de la protagonista, que no deja de ser un pelele a manos del jugador que decide cómo es.

Meredith leyendo un libro en Lake

Detalles técnicos

Lake es un juego bonito y sencillo, pero no brilla por sus animaciones o por sus detalles más allá de los protagonistas. Fuera de la historia principal y esos personajes, el pueblo se ve falto de vida y es fácil sentir su cartón piedra. Incluso se ve como los coches aparecen (o desaparecen) súbitamente. Esto se hacía más evidente cuando toca realizar entregas de paquetes y no había nadie en casa para recibirlos, aunque haya coches aparcados dentro de la propiedad.

Detalles técnicos: aquí vienen los bugs

Cuando lo jugué en calidad Ultra gracias a mi cambio de gráfica a una RTX 3060, aprecié una subida importante de temperatura, y siendo un juego del 2021, deduzco que se trata de un problema de optimización. Este problema, además trajo consigo errores en el sonido: había momentos en el que audio desaparecía y los personajes realizaban curiosas conversaciones mentales.

Aún con todo esto, sabiendo que es un juego independiente y que estos problemas no impiden avanzar en la historia, puedo decir que es un juego correcto y disfrutable. En lo que debe brillar lo hace: la narrativa.

Detalles técnicos: la conducción del vehículo

Con respecto a la conducción del vehículo, entendiendo que no pretende que sea un juego de carreras, se ve fluido y muy manejable. Aunque se trate de un vehículo indestructible, no creo que eso justifique el que puede dar varias vueltas de campana y acabar de pie, como si fuese un gato.

Detalles técnicos: la música

Por último, en lo que respecta a música, se agradece muchísimo la existencia de una emisora, que nos va poniendo al corriente de algunos eventos del pueblo y nos da un hilo musical para entretenernos durante las entregas. Aunque la música sea poco variada, no me resultó en absoluto aburrida, cosa que agradezco. Bastante aburrido me pareció al final la parte de ser cartera, no me quiero imaginar si no hubiese un poco de ruido durante el trayecto.

Propuesta de cita a Meredith

Mi experiencia

Conocí este juego hace bastante, la verdad. Pero nunca me atrajo lo suficiente como para jugarlo, a pesar de estar disponible en Game Pass. Al final acabó en mi biblioteca de juegos debido a un pack de Humble Bundle donde venía, lo jugué y, ¡vaya! hasta he escrito este texto sobre el capitalismo de Lake.

¿Por qué no me atrajo de primeras? Porque las experiencias que había leído, o que había visto vía Twitch, mostraban un desinterés en la parte narrativa, centrándose solamente en la parte de repartir cartas. Como el que juega a Unpacking y no permea en uno mismo una potente narrativa, siendo incapaz de captar el mensaje de sus creadores. Reducir Lake a la parte de entregar cartas incluso parece un desprecio no solo a este juego, sino a las propuestas diferentes y libres de violencia.

Empecé a jugar Lake poco después de la presentación de Guerrilla Collective de este año, donde se anunció un DLC navideño. Ese anuncio me hizo recordar que tenía ese juego en la biblioteca y no encontré un motivo real para no darle una oportunidad. Así que lo instalé y empecé a jugarlo.

Esa primera impresión errónea

Mi primera impresión cambió completamente. Entregar cartas no era tedioso (lo fue después de cuatro horas de juego, confieso) y las conversaciones con los vecinos me tenían enganchada, siendo el plato principal de Lake. Estaba disfrutando el día a día de Meredith y quería saber más de ella, su pasado y el de la gente del lago. Recuerdo estar haciendo la ruta con la furgoneta deseando llegar a las localizaciones en las que sabía que me esperaba un personaje. Deseaba realmente ver qué pasaba y de qué forma me iba a complacer el título. Ni tan nisiquiera requería una historia elaborada o profunda.

La rutina del trabajo diario

No obstante, esto también mostraba cómo es el capitalismo en Lake: el querer terminar cuanto antes el trabajo o incluso querer escaquearse de él para poder disfrutar de tiempo de calidad, a través de esas conversaciones con las personas que importan. Los días siguen rutinas impuestas, que acaban lastrando el que Meredith se ponga al día con sus antiguas amistades. Además, parece que Meredith tiene una cuenta atrás continua para decidir qué hacer con su vida.

Bajo la jugabilidad simple de Lake se podía ver grandes decisiones de diseño y se podía ver que su complejidad real era disimulada, incluyendo la crítica social. Como el comer un bizcocho casero, no tiene una decoración llamativa, ni sabores fuera de lo normal, simplemente son ingredientes bien mezclados y el esfuerzo y cariño de una persona detrás de él. Si te gusta ese sabor, ¡no quieres dejar de comer!

Lori y Meredith en la casa familiar en Providence Oaks

Conclusiones sobre el capitalismo en Lake

Meredith huye de la vida estresante de la ciudad para volver a su pueblo natal… a seguir trabajando. La diferencia es vivir con ella la forma en la que se le valora, el cómo puede tener relaciones sociales saludables y cómo, además, tiene tiempo para ella misma. Siguiendo la estela de juegos independientes donde juegas a trabajar, el capitalismo es un elemento más en Lake y pasa desapercibido para los jugadores que se quedan solamente con la parte de repartir correo.

Lake es una buena aventura gráfica, tanto por la cercanía que podemos sentir con Meredith como por la narrativa. Ver cómo se desintoxica de la vida en la ciudad nos permite vivir el gran sueño de tener una vida más sencilla y, al igual que ella, el sueño de huir del capitalismo más atroz, especialmente para quienes vivan en sus carnes las consecuencias de la industria de la programación.

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