¿Es posible que desempaquetar, colocar, ordenar, cambiar y organizar no una, sino varias casas, sea profundo, divertido e incluso pueda producir ligera ansiedad? La gran sorpresa indie del año demuestra que sí. Análisis de Unpacking.
¿Cuántas veces habéis cambiado de lugar de residencia en vuestra vida? En mi caso particular solo una vez cuando era muy pequeñito; ni siquiera recuerdo el pequeño pisito en el que vivíamos mi familia y yo antes. Las mudanzas son complicadas, duras e incluso conflictivas, pero siempre se saca algo positivo e ilusionante de ellas: mudarte a un lugar nuevo, más pequeño o grande pero con otras circunstancias personales o incluso fuera de tu propia ciudad o pueblo. No siempre el cambio es a mejor, también puedes vivir una mala situación que te obligue a dejar atrás el que ha sido el lugar de tu vida por un piso cochambroso y caro (Idealista controla mucho de eso). Todo esto y mucho más es lo que me lleva a hacer este análisis de Unpacking, un pequeño juego indie que trata todo esto de forma brillante.
Transmitir sin necesidad de narración
En Unpacking vamos a tener diferentes épocas y casas (o pisos) disponibles, todos pertenecientes a la vida de una chica a la que le seguiremos la pista desde pequeñita hasta su adultez. Nuestro objetivo es sencillo: desempaquetar las cajas de mudanza que iremos teniendo en cada nivel y colocar correctamente cada objeto y utensilio de la vida de esta chica por toda la casa. Evidentemente, podremos colocar los objetos como queramos, aunque hay lugares más específicos que otros para la mayoría de ellos; tampoco podremos colocar, por ejemplo, el tostador en la bañera (salvo que queramos un logro relacionado con ello).
El juego cuenta con ocho niveles repartidos desde mayo de 1997 hasta julio de 2018 y una duración alrededor de tres horas, o unas cuatro si quieres sacar todos los logros y pegatinas (de las cuales hablaré luego). Durante esos 21 años de vida, y gracias a las pistas que nos dejan los trastos y objetos que sacamos de las cajas, podremos conocer, por ejemplo, que es una gran aficionada de las consolas de Nintendo, que le encantan los animales de peluche, el cosplay, que ha hecho viajes a Londres, Roma o París, o incluso que es fan de la película Tiburón. Hay bastantes easter eggs pequeñitos en forma de carátulas de juegos y películas o libros y consolas. En resumen, la chica es igual de friki que tú y que yo, lo cual facilita mucho empatizar con su vida.
Pocas opciones jugables, pero infinitas posibilidades decorativas
Tenemos tres ranuras de guardado en forma de álbumes de fotos. Cada vez que completemos un nivel, una fotografía de nuestra zona decorada será añadida al álbum automáticamente. Se trata de un juego corto pero infinitamente rejugable ya que, en cada una de mis revisitas a los niveles, he encontrado cosas que no esperaba o sitios que se abren de los cuáles no tenía ni idea. Y es que hay tantas formas distintas de decorar la casa de nuestra invisible protagonista que puede resultar hasta agobiante: a medida que los niveles avancen, más cajas tendremos, más objetos a colocar y lugares más grandes. A mí particularmente me relaja, pero conozco jugadores a los que tanto caos les produce estrés; hasta que no recojan y pongan todo a su gusto no se calman, lo que les lleva a una especie de orgasmo decorativo que ríete tú de Marie Kondo.
Si ponemos algo en el lugar incorrecto, el nivel no podrá acabar salvo que usemos la opción de accesibilidad para colocar las cosas donde queramos (algo que no recomiendo de primeras, claro). Estos objetos, por cierto, están mimados al detalle; al principio tendremos un balón de fútbol que poco a poco se irá gastando, ensuciando y eventualmente desapareciendo, e incluso tazas y posters que se irán deteriorando. Hay objetos a los que cogeremos cierto cariño y, de repente, dejarán de estar en la vida de la protagonista. Todos estos pequeños detalles nos dan pistas, cómo decía antes, sobre la chica, de la cuál conoceremos detalles de forma directa al acabar el juego, en forma de recompensa. No digo más para no spoilear, pero es una sorpresa muy bonita que, si has estado pendiente del juego como yo estuve, disfrutarás el doble.
El inteligente uso del sonido y mucho más que un detallado modo foto
Siguiendo con el apartado técnico antes de cambiar de tema definitivamente, el sonido en el juego no solo es inteligente sino que lleva un trabajo detrás absolutamente demencial: están incluidos nada más y nada menos que 14.000 archivos de audio imitando sonidos cotidianos. No lo notaremos, pero están ahí; cada vez que coloques algo en un lugar tendrá un sonido diferente basado en la vida real. Esta barbaridad de trabajo merece ser mencionada, igual que también es interesante contaros que la banda sonora del juego no me parece nada destacable y, personalmente, recomiendo jugar a Unpacking con tu propia música favorita. Mejora inmensamente la experiencia, os lo aseguro.
Pasando a otro tema, tenemos un modo foto que complementa la experiencia perfectamente. ¿Qué puede ser más satisfactorio que sacar una fotografía de tu obra decorativa y compartirla? Por supuesto, tendremos marcos y filtros para añadirle y, de hecho, todas las imágenes de la entrada las saqué con el modo foto. Dentro de este tendremos, además, unas simpáticas pegatinas en forma de coleccionables que iremos consiguiendo a medida que avancemos en la historia o saquemos los logros del juego. Abajo os dejo la colección completa que he sacado: es una forma muy divertida de sacarle más tiempo y mecánicas a un juego que anda escaso de ambas por decisión creativa (que no como fallo).
Palabras finales
En resumen, Unpacking es uno de los mejores indies y sorpresas del año; uno de esos pequeños juegos que pueden correr en todos los PC: accesible, sencillo pero con miga, interesante y con más mimo detrás de lo que parece. En lo personal, ha sido una de las mejores experiencias del año en lo que a lo jugable se refiere. Podéis encontrar Unpacking en Nintendo Switch y en Game Pass. Dado que creo que es un pelín caro (19,99€), recomiendo jugarlo en el Game Pass como hice yo. Por favor, si podéis, evitad piratear un juego tan pequeñito y especial como este, ya que tenemos mucha suerte de tener todos los años pequeñas joyas como esta.
Requisitos mínimos
- Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
- SO: Windows 7 SP1+
- Procesador: SSE2 instruction set support
- Gráficos: Graphics card with DX10 (shader model 4.0) capabilities.
- Almacenamiento: 1 GB de espacio disponible
Andaluz gafotas amante de la animación, el manga y los videojuegos. Mi cerebro está formado en un 94% de One Piece. El 6% restante es secreto.
Coincido contigo en que Unpacking ha sido uno de los mejores Indies que he jugado este año. Me encanta el diseño y la narrativa impresa en cada pantalla.
Gran análisis del videojuego.
Muchas gracias, amigo. Un abrazo.
He jugado a Unpacking esta tarde. Cuando lo empecé no entendía del todo la fascinación alrededor del título. Es totalmente cierto lo de poder transmitir sin narración, contando una historia a medida que se muda la protagonista y según las pertenencias y recuerdos que se lleva consigo. Me ha gustado mucho cómo han conseguido transmitir tanto con tan poco e incluso han hecho que me llegue a la patata. Ahora entiendo mucho mejor tu análisis y lo comparto.