Sé un dios en un mundo subdesarrollado de Fata Deum y obliga a la gente a creer en ti… Si entiendes cómo se juega.
En los simuladores de dios, te pones en la piel de un dios que tiene una población a su merced y que debe captar adeptos, sea por las buenas o por las malas. Fata Deum es uno de estos juegos y en su campaña de financiación anunciaban con él la vuelta de este género.
Fata Deum es el juego debut de 42 Bits Entertainment que consiguió financiarse vía Kickstarter en 2020. Es decir, lleva al menos 5 años de desarrollo desde que compartieron una versión alfa con sus backers. Sin duda, esto no dice nada bueno de su desarrollo.
Tenemos una broma en la redacción de que suelen tocarme juegos terribles para analizar. Debo decir que es culpa mía, ya que los elijo yo, pero cada día me sorprende encontrar tantos juegos que me empujan a desinstalarlos. Este es el caso en el que apenas avancé en el propio tutorial, porque, definitivamente, este juego no está bien. Me alineo con las críticas y valoraciones que está recibiendo en Steam, donde la tendencia es más bien a la baja. Así que os invito a continuar mi análisis de Fata Deum, sabiendo de antemano lo terrible que me parece.

Fata Deum y el género God Game
En el año 2001 nuestro amigo y amante de las bellotas, Peter Molyneux, sacó un juego muy original y que sirvió para alzarlo una vez más como un fantástico diseñador. Ese juego era Black and White y combinaba el género de estrategia a tiempo real con decisiones morales porque encarnas a un dios. Era un juego tan único que popularizó lo que se llamaría simuladores de dios.
Personalmente, es un género con el que no estoy familiarizada, por lo que acepté de buena gana probar y dar mis impresiones de Fata Deum. Mi único contacto había sido Black and White y mis recuerdos, difusos, lo tenían por un juego canalla, de poder reírte y experimentar. Especialmente graciosa era la vía del mal, porque no solo podías ser un dios bondadoso en ese juego.
En cambio, no hubo ni un segundo en el Fata Deum que me resultara divertido. La premisa es similar en tanto que eres un dios, pero eliges qué tipo de dios eres (no solo si eres bueno o malo), aumentando la complejidad de lo que debes hacer para ganar seguidores. A su vez, tampoco lo vi demasiado relevante porque las acciones me parecieron muy limitadas, así como me parecieron limitados los escenarios con los que interactuar.
Sí, puedes premiar a tus seguidores y devotos, así como castigar a quienes no lo son, pero no me queda claro cómo se me premia a mí como jugadora. No sabía si lo estaba haciendo bien o mal. El tutorial tampoco es que me aclarara nada.

¿Qué es Fata Deum? No, en serio, ¿qué es?
Fata Deum es un juego que me ha parecido obtuso. No tengo claro cómo avanzo en el juego con las acciones que llevo a cabo en ese mundo. A la vez, se me hace más un city builder que un juego de simulación de dios, con esa lista de tareas pidiéndome construcciones y con mecánicas para potenciar esa parte del juego, pudiendo inspirar a la gente que construye. Esto es lo que me ha quedado claro del juego, porque del resto, falta muchísimo feedback. Solo sé que compito con otros dioses y que van consiguiendo fieles, pero no sé cómo me perjudica que yo no sea la primera en esa competición.
A partir de entender, parcialmente, esas dos cosas, el gameplay se antoja lento y aburrido. Si te quedas sin maná (que todavía no sé dónde se lee), te quedas sin hacer nada y a esperar, salvo que desees atacar y hasta matar a los pobres aldeanos. Si tan solo se crearan situaciones locas como en los Sims, le daría un pase, porque como mucho debes satisfacer algunas peticiones de los aldeanos, bastante normalitas y limitadas.
Por otra parte, usan el ciclo día-noche para variar el gameplay y cómo deseas avanzar, rompiendo un poco el ritmo del juego y dándole variedad a las mecánicas, pero no solucionan los problemas de base. Básicamente, por la noche se nos permite afectar a los sueños de los habitantes de los poblados, pero de manera demasiado superficial.

Además, es feo
Sí, el juego es muy feo. Feo en escenarios, en personajes y en animaciones. Se le suma que su UI sea poco intuitiva y no te lo explican de primeras. Agradecería que antes de esas animaciones de introducción, con dioses hablando entre ellos y donde te explican la cosmología de estos, se fuesen por un momento más al grano y me dijesen cómo jugar de una forma más amigable. Tampoco encontré la forma de volver a leer información del tutorial para hacerme a las mecánicas. Siendo mi primer juego del estilo Black and White en tantísimos años, me siento totalmente fuera de su propuesta y no puedo decir si es un género que me guste.
Como además el espacio de los mapas es tan justo, soy incapaz de encontrar un sitio adecuado para las construcciones más elementales, porque tienen requisitos que no se dan siempre en cada escenario.
Conclusiones y valoración
Creo que si hubiese entendido mejor el gameplay, mis sensaciones y mi experiencia hubiesen mejorado. Así que sólo puedo daros, posiblemente, el análisis más superficial que he hecho en el tiempo que llevo escribiendo aquí.
Fata Deum es un juego simulador de dios todavía en acceso anticipado y está lejos de parecer un buen juego. Creo que necesita algo más que buenas intenciones para que lo sea, no como otros juegos que he podido analizar previamente que también salieron de forma anticipada.
Así que no puedo valorarlo correctamente. Es como los posos de una mala cerveza, esa turbiedad que se deposita porque ha sido mal filtrada, y si ya el líquido tenía mal sabor, la fracción pulposa que queda en el fondo no es tampoco para todo el mundo.

Esta clave ha sido proporcionada por Noovola para su análisis.

Ingeniera de minas que no trabaja de lo suyo (da igual cuando leas esto). Está fascinada por la Xbox Series S y el Game Pass.

- Algo diferente a Black and White.
- Mal explicado.
- Gameplay aburrido.
- Que cosa más fea.