Análisis de The Banner Saga 3 - el tapiz nórdico donde cada jugada pesa

Muy buenas, gente hermosa. ¿Cómo estáis? Hoy os traigo el análisis de The Banner Saga 3. En sencillas palabras: una gran obra de arte.

La trilogía The Banner Saga está compuesta por videojuegos de rol táctico por turnos cuyo universo se inspira en la mitología nórdica. Fue desarrollada por Stoic Studio, formado en sus inicios por un trío de desarrolladores independientes. El primer The Banner Saga se lanzó el 14 de enero de 2014 como campaña para un jugador; además, en febrero de 2013 se publicó el multijugador free-to-play The Banner Saga: Factions.

The Banner Saga 3 es la entrega final de una trilogía de aventuras fantásticas en las cuales las decisiones que tomemos son tan importantes en batalla como en diálogo. Al igual que su cuadrícula de combate y sus tejemanejes de palabras, The Banner Saga es una gran partida de ajedrez que acarrea graves consecuencias.

Tecnología

Con tecnología no nos referimos exclusivamente a la «alta tecnología», sino a cualquier material e interacción que haga posible el juego: desde papel y lápiz o fichas de plástico hasta láseres de alta potencia. La tecnología que elegimos para el juego nos permite hacer ciertas cosas y nos prohíbe otras. La tecnología es esencialmente el medio en el que tiene lugar la estética, el soporte de la mecánica y el canal por el cual actúa la narrativa.*

La trilogía The Banner Saga, y especialmente su tercera parte, ha sido desarrollada en Adobe AIR, un motor creado por Adobe Systems y utilizado por su versatilidad para compilar en diferentes plataformas, incluidos los sistemas Linux. Por ello, The Banner Saga 3 ha salido para Microsoft Windows, macOS, PlayStation 4, Nintendo Switch y Xbox One, así como con un port para Linux en estado alfa (aún no integrado completamente por los desarrolladores y sin fecha de compilación final).

Estética

Así es como se ve, suena y se siente nuestro juego. La estética es un aspecto increíblemente importante del diseño, ya que guarda la relación más directa con la experiencia del jugador. Si queremos que los jugadores experimenten y se sumerjan en un tono concreto, tendremos que elegir una tecnología que no solo permita la estética, sino que la amplifique y refuerce; escoger mecánicas que hagan sentir que están en el mundo definido por esa estética y una narrativa cuyo conjunto de eventos emerja al ritmo correcto y con el mayor impacto.*

En The Banner Saga, en todas sus ediciones, las escenas cumplen su función y convierten la trilogía en una obra maestra de animación, evocando la época dorada de los años noventa. En sus dibujos, cada personaje es único y reconocible; la hermosa animación a mano nunca baja en calidad. The Banner Saga 3 ofrece una visión más oscura, acorde con el viaje final de la trilogía: deformidades púrpuras nacidas de la oscuridad.

Tanto el hermoso dibujo a mano como la espectacular e inquietante banda sonora hacen que sintamos esa oscuridad creciente. Una oscuridad que no se aleja, no desaparece y no nos suelta. Aunque la desesperación está siempre presente a lo largo de la saga, el final resulta muy satisfactorio.

Su majestuosidad —la calidad de su música, compuesta por Austin Wintory, figura consagrada en el mundo de los videojuegos— y sus bellos escenarios saben llamarte y atraparte: cautivarte. ¿Y de dónde bebe todo ello? La estética es sobrecogedora y recuerda en gran medida a los clásicos de Disney.

Mecánicas

Las mecánicas son los procedimientos y reglas del juego. Describen el objetivo, cómo los jugadores pueden o no tratar de lograrlo y qué sucede cuando lo intentan. Si comparamos los juegos con experiencias lineales (libros, películas, etc.), notaremos que, aunque estas involucren tecnología, narrativa y estética, no involucran mecánica; son las mecánicas las que hacen que un juego sea un juego. Al elegir mecánicas cruciales, debemos seleccionar la tecnología que las respalde, la estética que las comunique con claridad y una narrativa que haga que cobren sentido para los jugadores.*

El drama en cada The Banner Saga emerge en las batallas, en los diálogos y en la progresión de los personajes. Lo logra mediante una fantástica combinación de gestión de recursos y mecánicas de RPG con decisiones de peso.

La mayoría de las elecciones funcionan como una prueba de fuego a ciegas; incluso cuando el resultado no es el esperado, rara vez se sienten injustas. Al contrario: están medidas con milimétrica justeza. Lo que hace tan efectivas nuestras decisiones es que rara vez están señalizadas o manipuladas. No hay rutas de conversación obvias basadas en una escala binaria emocional.

La progresión de nivel de los personajes ha cambiado, igual que en The Banner Saga 2: «[…] hemos añadido una nueva mecánica llamada talentos para elevar la progresión en The Banner Saga 3 de 10 a 15; añadimos lo que llamamos títulos heroicos, que puedes otorgar a tus héroes para refinar aún más sus papeles, añadiéndoles más habilidades pasivas», indica John Watson.

Y no es el único cambio. En las dos primeras entregas, el tiempo es lineal —día a día—, un patrón que reconocemos porque es nuestra manera de vivir. En The Banner Saga 3, al principio sigue siendo lineal, pero, a partir de cierto punto, se transforma en una cuenta atrás. De repente somos más conscientes que nunca del paso del tiempo; el lento caminar de tus héroes te empuja a avanzar. «Me gusta el aspecto narrativo de esta característica», nos dice Zeb West, «porque teníamos una metáfora sobre el tapiz que crece a medida que la historia avanza».

La interacción con la narrativa se ve agravada por una enorme tensión estratégica. Como en The Banner Saga 2, tenemos dos grupos, y esto solo significa una cosa: nuestras acciones en un lugar influyen directamente en lo que padecerá el otro.

Narrativa

La narrativa es la secuencia de eventos que se desarrolla en el juego. Puede ser lineal y preescrita, o ramificada y emergente. Si tenemos una historia que queremos contar a través del juego, debemos elegir mecánicas que la fortalezcan y permitan que emerja; escoger una estética que refuerce sus ideas y la tecnología que mejor se adapte a esa narrativa concreta.*

¡Muros que se desploman, paredes que caen, incendios, explosiones y gritos de batalla se suman al estruendo del caos a tu alrededor! La construcción del mundo que se exhibe en The Banner Saga es realmente impresionante.

Tan apasionante es el desastre que se desarrolla como las batallas que se concretan. La próxima conversación o decisión puede ser la última. Los sucesos narrativos aparentan pequeños momentos… ¡cuidado!, pueden convertirse en cuchillos rápidos e inesperados.

El mundo llega a su fin. Una gran serpiente (¿Jörmungandr?) carcome las raíces del mundo. Seres de historias antiguas y del Ragnarok —gólems monstruosos— salen de la tierra para revivir nuestras peores pesadillas. Hechiceros, guerreros, bardos, sanadores… en definitiva, magia. La magia que nos hace creer lo que vivimos en cada momento con The Banner Saga. ¿Qué es eso que respira a tu espalda?

La desesperación narrativa nos hace deambular por escenarios agresivos, llenos de batallas, tanto verbales como en campo abierto. Transitar cada momento siempre desemboca en un clímax. Pero es en las batallas donde se aviva y se tuerce toda la tensión del juego. Hay estrategia también: antes de cada combate puedes reforzar e intercambiar miembros de tus grupos, siguiendo el hilo narrativo, lo que permite dar protagonismo a personajes “menores” que quizá habías pasado por alto.

«¿Te juegas la vida por tus decisiones?» En cada momento nos encontramos aturdidos en una vasta historia que nos abruma y nos sobrecoge. Muerte por doquier, confusión por todas partes. No hay tregua, no hay descanso. ¿Estás seguro?

Alex Thomas, director principal (lead developer), afirma: «Lo que me hace realmente feliz es que no te estamos diciendo qué pensar. Tienes la opción de ir por donde quieras, y eso siempre ha sido importante para nosotros. Puedes hacer lo que quieras hacer. Habrá una consecuencia que quizá no te guste, pero tratamos de mantenerla lo más imparcial posible. Intentamos escribirlo de una manera que parezca que esto es lo que realmente sucedería como consecuencia de tus acciones».

Conclusión

The Banner Saga 3 es corto —unas 15 horas de recorrido, similar a las dos primeras entregas— y acelera de manera frenética hacia el final. ¿Finaliza realmente? Al terminar se nos ofrecen múltiples conclusiones en función de las decisiones tomadas a lo largo del juego y, quizá, de toda la saga.

Quizá no queramos reinterpretar la historia: pensemos que el juego, con sus altibajos, logra que sientas que la historia que has construido es «mi historia», forjada por las decisiones que tomaste en The Banner Saga. Para bien o para mal, es nuestra historia: no todos sobreviven como queremos y no todo el mundo termina como pensábamos. Una confidencia: ese es el propio caos que la saga nos permite crear.

¡Eso sí! ¿Nunca has jugado a The Banner Saga? Realmente necesitas empezar por el primer juego. Todo —desde la tecnología utilizada hasta la estética, las mecánicas y la narrativa— forma una gran unidad coherente en cada entrega.

Digamos que The Banner Saga 3 es el tercer capítulo de una historia que comenzó hace años: introducción, desarrollo y desenlace; The Banner Saga, The Banner Saga 2 y The Banner Saga 3. Así, el equipo de Stoic Studio nos regala esta obra de arte con un uso excelente del desarrollo textual.

En resumen: sonido, música, decisiones, imágenes y camino hacen cuanto pueden por amplificar nuestra confusión. ¿Aún no te has rendido al destino? ¿Aún no sientes la creciente oscuridad? Un drama cautivador y desgarrador. El resultado es un final emocionante y sorprendente que pone el punto final en la bitácora de un viaje sombrío pero fascinante. En definitiva, el cierre que la saga merece.