Análisis Neyyah – Una isla por descubrir

Logotipo de Neyyah en blanco sobre fondo negro con forma de corona abstracta.

Los nostálgicos de Myst y Riven estamos de suerte, y no os hablo de los remakes sino de un nuevo juego que nos va a trasladar a nuevas islas desiertas: Neyyah

En pleno 2025 metidos de lleno en una industria que nos entrega cada vez juegos más realistas y con unos gráficos rompe ordenadores; llegan Defy Reality y nos trae un juego tipo Myst lleno de quick time events: Neyyah es un videojuego con historia profunda, rica y relajada, que muy poco tiene que envidiar a sus predecesores.

Pero, en realidad, ¿qué es Neyyah?

Nuestra historia comienza cuando despertamos de un profundo sueño. Hemos estado viajando durante años por galaxias y planetas y hemos ido a parar a una especie de laboratorio abandonado, El Olujay.
Allí nos encontraremos con una persona que solicita nuestra ayuda. Por lo visto somos una especie de “salvador” entre su gente.

Hombre mayor aparece como holograma explicando por qué fuiste traído a esta realidad.

Vamir, que así se llama este personaje, nos insta, o, más bien, nos obliga a embarcarnos en un viaje hacia Neyyah, un conjunto de islas interconectadas con portales que están cerca de su ruina. Nuestro anfitrión está desesperado por encontrar ayuda y solo nosotros podemos ayudarle. Viajaremos hacia estas islas y salvaremos a toda su gente.

Un viaje aparatoso

Un felino neyyatha: un animal parecido a un gato pero más grande y con plumas escamosas.

El aterrizaje en Neyyah es atropellado y dificultoso. Nuestra nave, o, mejor dicho, Jalood, deja de funcionar en cuanto toca tierra. Nos toca patear la isla abandonada y encontrar las pistas que nos conduzcan a su salvación.

Por suerte, tenemos una guía de viaje en la que mágicamente se registra absolutamente todo lo que nos llama la atención, lo cual es muy cómodo para resolver los miles de puzles que nos encontraremos en este archipiélago perdido.

El juego se siente tan parecido a Myst, que podría pasar por uno de la saga perfectamente (irradia muy bien el aura de las aventuras gráficas clásicas).
Al comenzar el juego nos encontraremos con tres modos de aventura:

  • Guiado: para disfrutar de la historia sin muchas complicaciones en los puzles
  • Explorador: tendremos unas pocas indicaciones de objetos y puzles
  • Aventura: sin indicadores, ni pistas ni nada.

En Neyyah, en vez de movernos mediante páginas de libros como hacíamos en Myst o Riven, aquí contamos con unos portales de visión. Estos portales se irán marcando en el mapa, según los vayamos activando. Cada portal nos mostrará una parte del archipiélago o un lugar de la isla en concreto; para activarlo y poder viajar tendremos que resolver unos cuantos puzles antes.

Desde una ventana con un círculo de nuestra nave, vemos la isla de Nyyah al fondo.

Las complicaciones del viajero

En toda aventura que se precie, llega un punto en el que nuestro viaje se vuelve arriesgado y peligroso. En nuestra empresa, en busca de una solución para este mundo ancestral lleno de ruinas, nos toparemos con una persona que nos complica y mucho el trabajo.

Este personaje cambiará por completo nuestra misión de salvar Neyyah para que nos tengamos que salvar a nosotros mismos.

Por lo visto, en una época lejana, este conjunto de islas era rico en su economía de payetas, unas piedras mágicas que proporcionan energía ilimitada a cualquier máquina u objeto. Tanta era la riqueza de Neyyah que la gente se volvió codiciosa y ya no solo se utilizaban las payetas para fines de la comunidad, sino para hacer el mal…

En un mundo que desconocía el mal y el engaño, tuvieron que crearse cárceles para los criminales, siendo uno de estos criminales la persona que nos meterá en más de un apuro. El primero: se largó con uno de los Jalood y dejándonos tirados en una de las islas. Nos dejó encerrados en una mina sin escapatoria pero rodeados de puzles para resolver.

Personaje de Neyyah que nos complicará y mucho la aventura. Esta persona señala con el dedo mientras tiene una mirada de confusión.


Neyyah es un puzle en sí mismo. Sus playas y bosques de setas esconden cientos de secretos que se van resolviendo poco a poco. Todo es un gran código de colores, esquemas y dibujos que nos señalan por dónde ir y qué tenemos que utilizar.

Cada ítem de nuestro inventario es un objeto a estudio, somos como un bebé descubriendo el mundo que nos rodea, y probando qué funciona con qué y por qué. Lo curioso de este juego es que cada vez que entremos en nuestro inventario se pausa. Y es que cada objeto se debe probar con cada elemento de nuestra mochila, incluido libros, diarios y mapas.

La sal no solo sirve para darle gusto a las comidas, sino también para descubrir anotaciones secretas en un mapa o en un diario.

Mapa de dos páginas con rutas, anotaciones y nombres de zonas en la aventura de Neyyah.

Diarios, libretas y mucho por leer

Para jugadores avezados en los point and click de la compañía CYAN, este juego les traerá una añoranza y más de una alegría. Un mundo entero por descubrir, lleno de cosas para leer y puzles para resolver, cada uno más complicado que el anterior.

Paisajes abandonados, culturas milenarias y seres de fantasía que son sacados de libros y de imaginarios de los años 80. Una fórmula que en los años 90 funcionaba de fábula y para seros sincera, yo echaba de menos. Incluso los últimos Myst, de Myst tenían muy poco, y se olvidaron del FMV y de los quick time events de antaño y de esa fórmula y magia que nos hacía soñar.

Neyyah nos trae esa característica de los juegos clásicos y de puzles complicados. Una aventura en primera persona en la que el protagonista seremos nosotros, en un mundo plagado de maquinaria ancestral y extraña y culturas olvidadas en las que las historias y profecías hablan de nosotros.

Libros enteros llenos de páginas arrancadas y dibujos olvidados por el tiempo. Historias que nos cuentan la vida de sus habitantes. Cómo fueron, cómo vivían y cómo era su día a día. Documentos de vidas pasadas que se perdieron con el tiempo.

Lo más seguro es que para jugadores que no conocen Riven, Myst, o Exile, leer tanto en una pantalla, llevar una libreta a cuestas con tus propias anotaciones, o recordar con qué se mezclaba la Payeta azul, sin recurrir al libro de nuevo, pues se puede hacer complicado y muy cuesta arriba.

Neyyah facilita esto con su modo guiado, que marca automáticamente cualquier evento curioso u objeto a destacar. Una facilidad para adaptar el juego a cualquier jugador, sea experto o no. También en la lectura son todo facilidades y es que al pulsar en el texto, este se resaltará y se hará más grande para facilitar la lectura.

Plataforma sobre el agua con maquinaria y palmeras rodeada por estructuras metálicas.

Neyyah, un mundo para perderse

Quizás el juego tiene pequeños fallos y recibe actualizaciones casi a diario. Pero Neyyah ha sido creado por una sola persona, Aaron Gwynair, un solo dev que a lo largo de varios años ha construido un mundo enorme y una historia compleja y llena de lore.

Para los fans de Myst, es todo un homenaje que refleja fielmente estas aventuras y la experiencia de querer perdernos en una isla y descubrir sus secretos. Neyyah tiene un arte bello y lleno de arquitectura compleja que llena la pantalla. Con transiciones en quick time events y cinemáticas en FMV con actores y guion que nos sumergen en la historia del juego.

La banda sonora también es su fuerte, llena de temas que invitan a la relajación y con sonidos de agua y animales exóticos, para completar la atmósfera de este archipiélago de islas interconectadas. Todo un sonido envolvente que engloba la sensación real de estar explorando una isla desierta.

Muelle rocoso con compuerta circular y pasarelas que conducen a montañas y artefactos.

¿Puede ser Neyyah el verdadero sucesor espiritual de los Myst?

Por historia, atmósfera y personajes complejos, bien podría serlo. Neyyah no ha tratado de modernizar una fórmula que funcionaba al 100%, únicamente la ha adaptado a jugadores actuales, con una pizca de amabilidad en su jugabilidad y unas mecánicas aptas para cualquier jugador.

Lo que sí que es cierto es que Neyyah es un juego magnífico y agradable a la vista. No es un juego para speedruns ni jugadores con prisas. Es un juego que pide calma y tiempo. Que reposes las pesquisas y lo que lees, que anotes lo que te sorprenda e incluso dibujes ese símbolo tan raro de la pared.

Neyyah es un juego tranquilo, lleno de puzles y parajes en los que perderse. Un regalo para los nostálgicos de Myst y las aventuras desafiantes clásicas.




Logotipo de Neyyah en blanco sobre fondo negro con forma de corona abstracta.
  • Escenarios y arte.
  • Banda sonora atmosférica y relajante.
  • Sucesor espiritual de Myst y Riven.
  • Mucho que arreglar a nivel técnico.
  • Puzles demasiado enrevesados si no estás acostumbrado.
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