La sombra del escritor detrás de la novela. Hoy os presentamos nuestro análisis de Alan Wake Remastered.
El pasado mes de octubre tuvo lugar el lanzamiento de Alan Wake Remastered, del cual os traigo el análisis aquí, en Orgullogamers. En su día no jugué al título lanzado en 2010 para Xbox y PC, ni siquiera me interesé en él. De hecho, fue un conocido quien me habló por primera vez del juego:
—¿Has leído algo sobre Alan Wake? Tengo ganas de jugarlo, ya que cuando salió hace años me quedé con las ganas por no tener dónde hacerlo.
Como la oscuridad que se abre paso en cada recoveco de la ciudad al caer la noche, el nombre del célebre escritor comenzó a germinar en mi mente. Para mi sorpresa, parecía ser de las pocas personas que no lo jugó en su momento; las redes sociales y los medios especializados comenzaron a llenarse de titulares con motivo de su lanzamiento.
En mi cabeza solo resonaba una pregunta: ¿Quién diantres era Alan Wake? Recopilé artículos, leí sobre su trama, sus mecánicas y, sobre todo, intenté conocer quién era ese escritor. Tras empaparme del tema, lo dejé apartado… pero, como si el destino lo hubiera escrito en un pergamino, la cosa no quedó ahí. Toda la publicidad que me aparecía en internet tenía que ver con ese maldito juego y su misterioso protagonista. Entregado al destino, compré el videojuego decidido a cerrar mi historia con el señor Wake.
Luz, cámara, start: se juega la serie; se mira el videojuego
Encarnaremos al propio Alan Wake, un escritor de novelas de terror de fama mundial que se ha visto sobrepasado por la presión de seguir creando éxitos. Atrapado en un bloqueo creativo que afecta a su salud mental y a su relación sentimental, decide abandonar el bullicio de la gran ciudad para visitar Bright Falls, un pequeño y apacible pueblo rodeado de naturaleza. Ideal para desconectar… o eso cree.
Su descanso no durará mucho: tras instalarse, su esposa desaparece misteriosamente. Convencido de que algo se oculta en las sombras, armado con una linterna y un revólver, se adentrará en la desolación nocturna del bosque para descubrir la verdad.
Alan Wake Remastered brilla en su presentación. Dividido en seis episodios, cada capítulo se estructura como un episodio televisivo, con recapitulaciones al estilo “En el anterior episodio de Alan Wake…” y un tema musical que pone el broche final. Esta estructura ayuda a retomar fácilmente la historia si dejas el juego aparcado unos días.
El remaster incluye el juego base —con sus seis episodios principales— y los dos DLC: La señal y El escritor, considerados episodios especiales.
La luz contra la oscuridad: el monstruo interior y el ser humano
Un manuscrito redactado por el propio Wake —aunque él no recuerde haberlo escrito— da el pistoletazo de salida a una historia que oscila entre lo sobrenatural y la locura. A medida que recolectamos páginas, descubrimos sucesos ya ocurridos o que están por suceder. La presión social, la ansiedad y el miedo al fracaso componen el cóctel perfecto para una trama que nos hace dudar si Wake está cuerdo o atrapado en su propia mente.
Bajo esa dualidad, el juego plantea una eterna batalla entre luz y oscuridad, entre fuerzas ancestrales y la voluntad humana.
Esta idea se traslada magistralmente a la jugabilidad: bajo la luz estamos protegidos; en la oscuridad, vulnerables. Armados con una linterna, debemos explorar hectáreas de bosque envueltas en tinieblas, debilitando con el haz de luz a las sombras que intentan poseernos. Es una metáfora brillante: incluso en los momentos más oscuros, un pequeño rayo de luz puede marcar la diferencia.
Jugabilidad e historia
Gráficamente, el lavado de cara es notable. Pese a sus más de once años, el juego alcanza los 4K nativos y 60 fps, con entornos rurales especialmente logrados. Aun así, se notan ciertos rasgos de su época: expresiones faciales algo robóticas y una cámara torpe que en ocasiones juega malas pasadas durante los momentos de tensión.
En cambio, el apartado sonoro eleva la experiencia. El sonido envolvente y la música ambiental crean una atmósfera tensa y absorbente. En los combates, guiarnos solo por el oído para detectar peligros resulta estremecedor.
La gestión de recursos también está bien medida. Recolectar munición y objetos lumínicos —bengalas, granadas de luz— será constante, pero el juego premia explorar y planificar en lugar de castigar con escasez. La tensión nace de la gestión del tiempo, de saber cuándo recargar o cuándo encender una bengala para frenar la oscuridad.
Donde Alan Wake Remastered brilla con más fuerza es en su narrativa. Mediante una estructura en tres niveles, conocemos el lore desde distintos enfoques:
- La historia de Bright Falls, contada a través de carteles, programas de radio o televisión.
- Los manuscritos, que revelan la trama principal y sus giros.
- Los pensamientos de Wake, que aportan el toque final a la narrativa.
Como detalle extra, solo la luz de nuestra linterna revela ciertos mensajes secretos que advierten sobre los peligros en las sombras, aunque sin añadir nueva información a la historia.
Conclusiones y valoración
Una remasterización que cumple con creces su objetivo: devolver a la actualidad un clásico moderno. Sin revolucionar lo gráfico, Alan Wake Remastered triunfa en lo que siempre fue su mayor virtud: la narrativa. Con personajes sólidos, un lugar —Bright Falls— difícil de olvidar y una historia que seguirá brillando en la oscuridad de la noche.
Entré en el mundo de los videojuegos por sus sprites y me quedé por la narrativa. Si quieres jugar un multijugador cooperativo soy la persona idónea.
CozyKis
Marcos Casal
Paula Mesa