Te presento una lista de series que quizás no has visto y que seguramente superarán a tus favoritas.
Todo el mundo conoce las grandes series que copan todos los carteles publicitarios cuando se estrenan, pero eso no quiere decir que sean las mejores. Existen series con mucha menos repercusión mediática que, sin lugar a dudas, son igual de buenas y, en muchas ocasiones, mejores.
Estamos viviendo una época dorada en lo referente a las series televisivas. Desde que hace ya unos cuantos años llegaron a la pequeña pantalla títulos como Los Soprano, The Wire, Lost, o mucho antes con Doctor Who y Twin Peaks, han ido surgiendo series que, de una forma u otra, se han inspirado en estas. En las siguientes líneas no voy a deciros que tenéis que ver Breaking Bad, Juego de Tronos o Narcos. Lo que sí voy a hacer es recomendaros una serie de series —valga la redundancia— que quizás han quedado en un segundo plano y, en muchos casos, son mejores que aquellas por las que todo el mundo suspira. Ojo, tampoco voy a descubriros América, pero ahí va.
The Deuce
De David Simon, creador de posiblemente la mejor serie que se ha producido jamás: The Wire. Con un estilo muy similar, donde lo importante, más allá del guion, son los personajes y su construcción. The Deuce nos mete en el contexto del auge de la pornografía y prostitución en la Nueva York de los años 70. Un reflejo de la sociedad de la época y de cómo se comportaba la gente. La serie arroja luz sobre las vidas de las prostitutas, humanizándolas y eliminando esa mirada que las convierte en objetos. No es una serie para cualquier público: su fuerza está en los diálogos, no en la acción ni en grandes giros de guion.

The Handmaid’s Tale
El cuento de la criada, basada en la novela de Margaret Atwood. Nos sitúa en una distopía en la que, tras un ataque terrorista, la sociedad estadounidense cambia completamente. A través de flashbacks y del guion, se van desentrañando los entresijos de esta nueva sociedad y se nos explican las causas que llevaron al mundo a ese estado. La serie es una oda a la figura de la mujer luchadora, con una interpretación excelente de Elisabeth Moss que hace que realmente suframos por su desgracia y celebremos sus pequeños triunfos. Una serie donde reinan la tensión de lo cotidiano y la empatía, que además reivindica las luchas actuales del feminismo. En lo personal, diré que es la serie que más me ha impactado desde Westworld.
Westworld
Las distopías continúan con Westworld, una serie que nos sitúa en un futuro donde existe un parque temático ambientado en el salvaje oeste. En ese mundo, el visitante puede hacer lo que quiera sin sufrir consecuencias, incluyendo atrocidades como matar o violar a los robots que habitan allí. Esta serie pone en evidencia la miseria del ser humano y cómo actuaría en una sociedad sin leyes ni límites morales. También trata la humanización de las máquinas y reflexiona sobre los límites del ser humano. Es una serie densa, con tintes filosóficos, pero sin duda, para mí, una de las más sorprendentes.
Peaky Blinders
No os descubro nada nuevo con esta serie. Actualmente es mi favorita; esas reminiscencias de Sons of Anarchy me vuelven loco. Peaky Blinders nos sitúa en la Gran Bretaña posterior a la Primera Guerra Mundial, donde un grupo marginal de excombatientes se dedica a las apuestas ilegales y a la extorsión para sobrevivir. Protagonizada por un brillante Cillian Murphy, la serie narra los enfrentamientos de la banda con su entorno y cómo, poco a poco, se hacen con el control de la ciudad. Las ambiciones del clan Shelby crecen a la par que sus problemas. La fotografía y el reparto están a un nivel altísimo. No os insistiré más, pero esta debéis verla by order of the Peaky fucking Blinders.

Mr. Robot
Aunque ya no atraviesa su mejor momento, sigue siendo una serie de una calidad difícil de encontrar hoy. Nos ponemos en la piel de un grupo de hackers liderado por Elliot (Rami Malek), mientras ejecutan un plan para derrocar a la gran corporación E-Corp y cambiar el sistema. Paralelamente, la serie explora la psique de Elliot, marcada por traumas infantiles. Es una representación del mundo hacker marginal y de las enfermedades mentales, con monólogos de carácter sociológico que, en ocasiones, me han hecho aplaudir frente al televisor.
Better Call Saul
Le pesa ser el spin-off de Breaking Bad, pero Better Call Saul nos muestra la vida de Saul Goodman antes de conocer a Walter White. Comienza como una comedia, pero evoluciona hacia el drama, alcanzando un nivel que poco tiene que envidiarle a su serie madre. Saul no es un abogado cualquiera: su pasado demuestra que la pesadilla de Breaking Bad no fue nueva para él. La serie también nos da pinceladas de su vida tras los eventos de Breaking Bad, lo que añade una capa extra de profundidad. A veces parece que ni Walter ni Jesse fueron tan desgraciados.
BoJack Horseman
Y hablando de Jesse Pinkman… ¿sabéis quién da voz y produce BoJack? Exacto, Aaron Paul. BoJack Horseman puede parecer una comedia animada absurda, pero está muy lejos de eso. Aunque mantiene un tono humorístico, es un viaje a través de la mente destrozada del caballo protagonista: un actor fracasado incapaz de encarrilar su vida, que desperdicia cualquier ayuda y arrastra traumas de infancia, falta de cariño y autoestima. La serie representa el fracaso, el alcoholismo, la desidia, la depresión y la auto-sabotaje. Tiene momentos duros, momentos de lágrimas contenidas y momentos donde, tristemente, te ves reflejado.

El fin de la comedia
Terminamos con una serie española distinta a todo lo que hayas visto. El fin de la comedia, protagonizada por Ignatius Farray, nos muestra la vida detrás del personaje. Entre la ficción y la realidad, nos enfrentamos a momentos que marcaron al protagonista, sin saber qué es real y qué es parte del show. Es una serie de humor, sí, pero sin risas enlatadas, con silencios elocuentes y situaciones absurdamente cotidianas. Una comedia que se da la vuelta sobre sí misma y nos obliga a pensar en la delgada línea entre personaje y persona. Me sorprendió de principio a fin con su visión tan pesimista como cómica de la vida. E Ignatius… nunca veremos nada parecido a él.
Y esto es todo, orgullosos. Podría haber escrito sobre otras series, como The Young Pope o The Night Of, pero a esas ya les dediqué un artículo propio. Seguramente me esté dejando muchas, pero no puedo ver tantas como me gustaría. Eso sí, me permito el lujo de recomendaros tres series ya terminadas y algo antiguas: The Shield, The Bastard Executioner y Roma Criminal. La primera me fascinó, y si te gustó Sons of Anarchy, no dudes en verla: estuvo involucrado el mismo creador.
Sobre el artículo, si os interesa, de todas las series me quedo con Peaky Blinders y Better Call Saul.
Este artículo ahora es propiedad de los putos Peaky Blinders.

He escrito tres libros con mis desgracias. Soy sociólogo porque de algo hay que comer. Miyazaki y Kojima os como los huevos.
Hola!!!
Yo estoy ahora con la serie El cuento de la criada, lei el libro y me gustó mucho, tiene un argumento impactante,original y engancha,al menos a mi.
Un saludo