Protagonista de Hades 2 alzando dos armas mágicas entre símbolos arcanos en una ilustración de estilo sobrenatural.

Supergiant Games amplía una fórmula que ya funcionó hace cinco años y que, para sorpresa de nadie, acaricia la perfección.

Escuchando el Podcast Reload, de Anaitgames, hay un punto en el que Pep Sánchez dice, hablando de Hades 2, el último y nuevo juego de Supergiant Games: «Mi principal problema con el juego es que no me gustan mucho las armas». Tras una reflexión, Víctor Martínez comenta: «Son todas mejores que las del 1. El problema es que Hades es el 1«. Esa frase me dejó pensativo: Hades salió en 2020, un poco de tapadillo, pero acabó erigiéndose como uno de los imprescindibles del arranque de la década, luchando el premio a Mejor Juego del Año con titanes como DOOM: Eternal, Final Fantasy VII Remake o The Last of Us 2.

Me dejó pensativo, digo, porque, pese a que «Hades es el 1″, esta segunda entrega es mejor que la primera en todos los aspectos: en Hades 2 la narrativa es más clara, con un objetivo más concreto y una forma de conseguirlo más masticada; el gameplay es más profundo, con nuevas deidades que amplían más —si cabe— las posibilidades jugables: nuevas bendiciones, nuevas mecánicas, nuevos caminos; el sistema de recolección es más amplio, y la forma de obtener los recursos es más dilatada gracias a la figura de los animales. Es, en definitiva, un mejor juego, pese a que el imaginario colectivo siempre se vaya a ir a Zagreo antes que a Melínoe y esto resulte altamente injusto.

Melinoë de Hades 2 recorre un jardín oscuro del inframundo, rodeada de vegetación retorcida y magia brillante.

Poco cambio, mucha mejora

Hades 2 no cambia mucho su estructura y su planteamiento con respecto al primero. Se asienta sobre la misma base: en este caso, el objetivo a finalizar es Cronos, el Titán del Tiempo, que tiene prisionera a toda la familia de la protagonista —estos son: Hades, Perséfone y el propio Zagreo—. Para llegar a Cronos hay que ir descendiendo desde Las Encrucijadas, el hub del juego, hasta los aposentos de Hades, el que era el hub del primer juego, todo ello con oleadas de encuentros mediante y un jefe final en cada una de las ubicaciones.

El título, como digo, insiste en una misma idea: «Death to Cronos«. Para llegar a él tenemos que ir avanzando por las distintas ubicaciones con la ayuda de los dioses griegos. Este es, sin duda, el core jugable: cada deidad tiene su particularidad: Zeus lanza rayos que infligen daño, Deméter tiene el poder de congelar a los enemigos, Afrodita es capaz de infligir Debilitación (que provoca que los enemigos hagan menos daño al atacar) y Hermes está relacionado con la velocidad del movimiento. Estos ya estaban en el primero, pero hay nuevos ayudantes: Hera aplica Cadeneta, que consiste en reflejar el daño que recibe un enemigo hacia otros que tenga próximos (un daño encadenado, por así decirlo. Un daño que se propaga), y Hefesto está más relacionado con la armadura: la aplica a Melínoe o provoca que esta haga más daño a los enemigos acorazados.

Estas ayudas, o mejoras, se aplican a las diferentes mecánicas que despliega el juego: cuadrado, ataque normal; triángulo, ataque especial; y círculo, hechizo —la equis sigue siendo el famoso dash—. La principal novedad son los movimientos omega, que requieren mantener pulsado el botón correspondiente y que tienen diferentes efectos según el arma que utilice la protagonista —por comentarlo rápido: se activan gastando magia, que es una barrita que aparece con la de vida y que se recarga después de cada encuentro—. La variedad de las armas es amplísima: hay armas enfocadas a mantener la distancia, como las antorchas o las calaveras, mientras que otras son de corto rango, ya sea a un enemigo —como la lanza— o a varios —como el hacha—.

Némesis de Hades 2 habla con expresión desafiante en una sala del inframundo mientras Melinoë observa desde el primer plano.

Equipo más completo pero con menos personalidad

Sobre las armas: creo que pueden perder algo de carisma con respecto al primero —donde eran muy reconocibles y versátiles—, pero los diferentes aspectos las dotan de mayor dinamismo y posibilidades. Los aspectos se desbloquean con recursos y son nuevas armas: algunos, por ejemplo, aumentan el daño o la salud máximas, pero otros están relacionados con la utilización de los movimientos omega, o con el hechizo, u otorgan nuevas habilidades que no están en esa arma ni en ninguna. Los aspectos permiten que cada jugador acentúe y potencie su estilo de juego; además, se pueden mejorar también, alcanzando un máximo de cinco rangos, algo que es más que recomendable hacer cuanto antes.

Otro aspecto que gana en profundidad es la mejora de Melínoe, o la mejora en sus avances, mejor dicho. En Las Encrucijadas hay un caldero con fórmulas que se van desbloqueando y que facilitan la experiencia. Es lo que hace progresar el juego, básicamente: las fórmulas van de lo concreto —ampliar los bancales para poder plantar más semillas que aporten más recursos, desbloquear nuevas fuentes que recargan salud en las distintas ubicaciones, añadir ubicaciones en las mismas Encrucijadas para mejorar relaciones— a lo amplio —abrir la fórmula para acabar con Cronos, permitir abrir los diferentes aspectos de las armas, habilitar las herramientas de extracción—. Es la clave para avanzar: requiere de recursos que se consiguen en los descensos al Inframundo y que hay que recolectar para ser cada vez más efectivo en la misión.

Este párrafo tiene spoiler, pero no puedo dejarlo pasar por alto. Hades 2 es Hades al cuadrado: cuando bajas varias veces a derrotar a Cronos, los dioses te piden ayuda en el Monte Olimpo. Se abre otra vertiente narrativa y jugable. Hades 2 tiene otra ruta: una que va hacia la superficie, con nuevos enemigos, nuevos jefes finales, nuevo enemigo último al que derrotar, nuevos personajes con los que interactuar. No es solo viajar a por Cronos: hay que ir a por Tifón, el padre de todos los monstruos, y derrotarlo para, también, restaurar la paz en el Olimpo. Esto me pareció bestial, y le añade una capa más de dificultad al título, ya que es claramente el camino difícil de los dos posibles que hay.

Hades 2 es imprescindible

Ha vuelto a repetir hazaña: en un año plagado de auténticos melocotonazos, se ha colado en la lista de los 6 elegidos. A su lado, Hollow Knight: Silksong, Clair Obscure: Expedition 33 o Donkey Kong Bananza. Da igual que gane o no, de veras: lo realmente meritorio es que Supergiant haya puesto en el foco un videojuego independiente trabajado, con una narrativa desarrollada, un gameplay divertido, frenético y profundo, y un estilo y un arte bellísimos. Que un juego independiente tenga semejante personalidad, semejante esencia, devuelve la fe en este medio. Yo voy a seguir matando a Cronos. Hasta que el tiempo nos separe.

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Protagonista de Hades 2 alzando dos armas mágicas entre símbolos arcanos en una ilustración de estilo sobrenatural.
  • Dos caminos jugables.
  • Una narrativa más fácil de asimilar.
  • Sistema de juego divertido, dinámico y adictivo.
  • No
  • Tiene
  • Ningún fallo.
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