Haciendo un recorrido a la saga Assassin’s Creed se entiende porqué el inmovilismo de Ubisoft: han alcanzado una fórmula ganadora.
Assassin’s Creed es una de las mayores sagas de videojuegos actuales. Hecho objetivo no solo en recorrido, con una docena de títulos publicados de la saga, sino por haber vendido más de 200 millones de unidades en total. Además, su nuevo título, Assassin’s Creed: Shadows, es de lo más esperado de este año. Esta saga es gran joya de Ubisoft, que la exprime todo lo que puede, hasta el punto de haber publicado juegos a un ritmo que ni los Pokémon. Es por ello que he querido hacer un recorrido a la saga Assassin’s Creed y analizarla brevemente.
El caso es que esta saga era, hasta cierto punto, desconocida para mí. Recuerdo haber jugado a su primer título y no terminó de convencerme. Ni por historia ni por sus mecánicas. Me parecía torpe en recrear el parkour y que su control era bastante ortopédico. Tras jugar Assassin’s Creed: Unity, puedo confirmar que al menos se han esforzado en corregir y mejorar lo primero, porque el manejo sigue siendo bastante terrible, para qué mentir.
En este artículo os explicaré sus grandes aciertos y qué es lo que me ha enamorado de la saga desde que jugué a Unity (y estoy empezando Assassin’s Creed: Syndicate). Sí, entiendo que tan pocos títulos no son suficientes para un análisis como tal, pero arrastra elementos entre títulos y la saga se caracteriza por ser bastante inmovilista.
Parkour: niveles con gran componente vertical
Cuando se publicó el primer juego el parkour era como lo no va más, revolucionario en los videojuegos. Tanto es así que otro gran título de parkour como Mirror’s Edge es solamente un año posterior. Alguien podría pensar, pero bueno, siempre hubo niveles verticales. Sí, eso es. Pero no parkour. En muchos juegos de plataformas el cómo te desplazas y avanzas en el nivel viene predeterminado por plataformas perfectamente dispuestas. Me atrevería a decir que incluso son títulos bastante lineales debido a ello.
Lo más parecido a este concepto e idea fueron los juegos Prince of Persia, también desarrollados por Ubisoft. Para sorpresa de nadie, el primer Assassin’s Creed empezó a desarrollarse como Prince of Persia: Assassin. Digo esto con permiso de la saga de videojuegos de Spiderman, que creo que se diferencia bastante con lo que intenta Assassin’s Creed.
El caso es que el parkour en la saga le da una personalidad mecánica con respecto a otros juegos de acción, y recorrer las ciudades por el suelo o por los techos, son dos experiencias diferentes e igualmente disfrutables. Por otra parte, el cómo planteas cada desafío de infiltración es bastante entretenido, teniendo que aprovechar las alturas y desniveles para ocultarte o iniciar un asalto.
Simplicidad argumental
No es complicado entrar en la saga, da igual porqué título. Se trata de una continua lucha del bien contra el mal (no tengo claro qué bando es qué), que se prolonga a lo largo de la historia y se equilibra, siendo Templarios y Asesinos, complementarios. Da igual las capas de complejidad y madurez que intenten aportar, nunca llega al nivel de Kingdom Hearts ni mucho menos. A ratos, incluso rozan los ridículo; mi madre se horrorizaba de los guiones de cada diálogo que escuchaba del Syndicate.
En lo que respecta a evaluar individualmente cada título, los niveles (secuencias) tratan de un tema bastante cerrado que habitualmente concluye con el asesinato de un villano. Un villano más de una sucesión de muertos que deja atrás un personaje que es… déjame consultar otra vez, ah, sí, un asesino. Se puede jugar incluso obviando por completo la historia. Infiltrarse en X localización, avanzar evitando conflictos innecesarios y completar la ejecución. No necesitas saber más. Cada nivel es divertido.
Diseños to guapos
Altaïr, Ezio, Connor… da igual su nombre, el vestuario de los asesinos es fácilmente reconocible por el público. Hasta ser tan comparables como el diseño de Link o de Super Mario. Aún así, la ropa de cada asesino es diferente y refleja las épocas por las que juegas, teniendo una gran influencia en el ropaje militar. No solo su capucha terminada en pico, sino el exceso de capas de ropa, botones, botas altas o cinturones como pieza central del outfit reúne todos los elementos para poder decir, «qué diseño más guapo».
Aunque es verdad que la esencia no se mantiene como tal desde Assassin’s Creed: Syndicate, donde sólo uno de los protagonistas lleva atuendo de asesino. Rompe también la estética el Assassin’s Creed Odyssey, pero no se pierden los distintivos brazales y se mantiene la estética militar. Ya no hablo de Eivor, que distancia la saga de sus orígenes y se convierte en un intento fallido de The Elder Scrolls V: Skyrim, perdonadme la faltada.
Nos vamos de tour
No podría faltar en este recorrido a la saga Assassin’s Creed una mención al mimo con el que han recreado localizaciones y lugares. Un ejemplo de esto es la recreación de Notre Dame. Ha sido tan fidedigna que fue de gran utilidad para la reconstrucción del monumento real arrasado por el fuego en 2019. Sin duda vale la pena jugar a los títulos si deseamos perdernos por las calles de Londres, París o Roma.
Hablando de Roma, mi hermana vino tan enamorada de esta ciudad después de un viaje que le regalé Assassin’s Creed: Brotherhood. Ella me enseñó sus calles y le dio la oportunidad a este juego gracias a ello. Es un ingrediente más para que la saga resulte tan atrayente y a la vez única. Sólo Ubisoft ha sido capaz de emplear tantos recursos en trasladar a la ficción estos escenarios y sin duda hay que reconocerle el mérito.
El completismo y mecánicas de recompensa
Un tema de conversación habitual entre aficionados a los videojuegos es acabar quejándose de los mapas de Ubisoft llenos de iconos. O la repetitividad de la saga Assassin’s Creed. Lo cierto es que la repetición de elementos y que sean tan similares entre títulos responde a mecanismos de recompensa. Hagas lo que hagas en el juego obtienes una recompensa: puntos de asesino, conseguir un elemento coleccionable, revelar el mapa, completar desafíos… realmente saben dar en la tecla. Cada pequeño paso que das se siente relevante y que se tiene en cuenta para desbloquear contenido.
Que el mapa esté lleno de iconitos implica que acabes visitando cada uno de ellos. Así que todo se retroalimenta para darte un subidón de endorfinas que hace que el juego enganche y sea hasta adictivo. Porque en mi caso no creo que exista otra explicación como para tirarme seis horas seguidas jugando Unity siendo una mujer trabajadora con tiempo libre limitado.
Da igual el título que vaya a jugar, Ubisoft busca directamente aportar hormonas de la felicidad. Reconozco que son bastante buenos en ello. Creo que no sentía tanto estos subidones como la vez que se me ocurrió probar Genshin Impact, que viene a ser lo más parecido a jugar a las tragaperras.
Conclusiones
Ubisoft recurre a elementos estéticos, mecánicos y de recompensa como parte de una fórmula ganadora para la saga de asesinos más famosa de la industria del videojuego. Con más de una docena de títulos a sus espaldas, no se puede llamar de otra forma al éxito comercial que ha adquirido la compañía con su particular gallina de huevos de oro. En este artículo donde hago un recorrido a la saga Assassin’s Creed, solo rasco en la superficie para analizar lo que creo que son las claves de semejante acierto.
Ingeniera de minas que no trabaja de lo suyo (da igual cuando leas esto). Está fascinada por la Xbox Series S y el Game Pass.