Para quien le gusten los juegos de terror, Phasmophobia es de esos títulos imprescindibles, especialmente si se piensa jugar en cooperativo.
Phasmophobia es un juego de terror psicológico con soporte para VR en el que, con tus amigos o desconocidos (hay servidores públicos), tienes que descubrir qué tipo de fantasma se ha apoderado de uno de los escenarios disponibles (casas, granjas, prisión, asilo e instituto).
A pesar de su carácter cooperativo (hasta cuatro jugadores), puede jugarse sin problemas en solitario, para lo cual, en sus últimas actualizaciones, no requiere crear un servidor y tiene su propia opción de singleplayer desde el menú principal.
Phasmophobia fue publicado el 18 de septiembre del 2020 y está siendo actualizado con regularidad para parchear bugs y añadir contenido adicional (añadiendo nuevos escenarios, fantasmas o mejoras gráficas). Su éxito es debido al gran apoyo de su creador, Dknighter (bajo el sello Kinetic Games, que ha ido aumentando su plantilla en los últimos meses), y por el gran apoyo de sus jugadores, entre los que se encuentran youtubers/twitcheros que han sabido sacarle partido en sus emisiones.
¿Cómo se juega? Mecánica básica
En Phasmophobia empiezas la partida desde un camión, en el que se transportarían los personajes hasta el escenario escogido. En él se encuentra una pizarra con el objetivo principal (identificar el fantasma) y unas misiones opcionales para obtener dinero extra (como, por ejemplo, fotografiar al fantasma). Hay un ordenador desde donde ver qué emiten las cámaras de videos que dispongas por el escenario e incluso activar la visión nocturna de ellas. Al lado del ordenador hay estanterías con el equipo que hayáis seleccionado.
El equipo disponible se adquiere antes de empezar la partida y se compra con el dinero obtenido de las misiones partiendo de un básico, que habitualmente se queda corto si queremos realizar las misiones secundarias.
Entre el equipo disponible hay un lector de señales electromagnéticas (EMF), termómetro láser, cámaras de vídeo, libro y bolígrafo, linterna de luz ultravioleta… Este equipo nos permitirá identificar las tres pruebas necesarias para saber qué es el fantasma. Por ejemplo, si hay temperaturas bajo cero o huellas dactilares, y escribe en el cuaderno, estaríamos ante un Demonio.
En todo momento tenemos acceso al Diario, donde podemos indicar qué pruebas poseemos, y nos devuelve qué fantasma es, por lo que no tenemos que saberlos de memoria, si bien nos los acabaremos aprendiendo de partida en partida.
Los objetivos secundarios permiten aumentar la cantidad de dinero ganado. Pero el querer hacerlos añade dificultad y diversión a la partida. Los más sencillos de conseguir son que el fantasma camine sobre sal (deja huella sobre ella) o que apague una vela; los más complicados son huir con vida de una cacería o ahuyentar al fantasma durante una, empleando varillas de incienso.
Cordura y cacerías
Las partidas se vuelven muy mecánicas en este aspecto: localizar en qué habitación está el fantasma, colocar el equipo para su identificación y marcharse. La realidad es que no es tan sencillo: juegas durante una cuenta atrás, marcado por tu nivel de cordura (que puedes consultar desde un panel del camión).
Por regla general, por debajo del 50% de cordura cualquier fantasma podría atacarte y matarte. Al entrar en «modo cacería», el fantasma hace aparición y buscará a los personajes, por lo que solo se pueden esconder y esperar a no ser descubiertos. Es como jugar a un tétrico escondite. Las cacerías duran unos 20 agónicos segundos, o menos si alguien muere.
La cordura baja al permanecer en el interior del escenario. Ser testigo de cómo el fantasma se manifiesta, ya sea abriendo o cerrando puertas o apagando las luces, hace que este valor baje. Hay pastillas que el personaje puede tomar (es un objeto del juego) para subir el porcentaje, pero son finitas y deben adquirirse como un objeto más.
Además, durante las cacerías es imposible escapar del interior del escenario: las puertas al exterior se cierran a cal y canto. También se deben apagar los aparatos electrónicos que el personaje lleve con él (cámaras de video o lector EMF, por poner un ejemplo), cosa que incluye el apagar la linterna. Esto es porque el fantasma es capaz de detectarte por luz y sonido, y ¡tampoco puedes hablar!
Dificultad y la muerte
Afortunadamente, este juego tiene tres niveles de dificultad y al jugar en «fácil» es más evidente localizar la habitación en la que aparece el fantasma, además de que la bajada de cordura será mucho más lenta que en los siguientes niveles de dificultad.
La muerte, lo único que implica es perder el equipo que hayas adquirido para la misión y, por supuesto, ganar menos dinero en la misión vigente. ¡Mientras no mueran todos los personajes la misión continúa!
Reconocimiento de voz
El juego, además, incluye reconocimiento de sonido. Puedes hablar con tus compañeros y con el fantasma, el cual reaccionará a ciertas frases como «dame una señal»; decirle su nombre lo enfadará. Puedes realizar algunas preguntas a la radio Spirit Box y estas pueden ser respondidas por el fantasma. Decir «¿dónde estás?» y que responda «Behind you» (detrás de ti) es una experiencia tan escalofriante que debes vivirla una vez en la vida.
El juego está en castellano y reacciona a preguntas realizadas en nuestro idioma, aunque los fantasmas siempre responderán en inglés.
Atmósfera e inmersión
Uno de los fuertes de este juego es que da miedo. No requiere de jump scares para ello, sino que, en parte, es suficiente el ruido atmosférico, sumado a la apertura y cierre de puertas, objetos que se mueven de sitio e incluso que toquen el piano que hay en algunos escenarios (o aparatos electrónicos). El que la cordura sea determinante para el inicio de las cacerías genera un cierto estrés.
Las fantasmas en cacería incluyen sus propios sonidos. Actualmente pueden emitir tres: puede respirar de manera dificultosa, llorar o reír. Su cercanía al personaje incluye parpadeos intermitentes en las linternas y el sonido de sus pasos. Los diseños de los fantasmas, que se llegan a materializar eventualmente en las cacerías, son realmente terroríficos.
Con respecto a la iluminación, en este juego es importante, y no sólo para saber en qué sitio estás del escenario; hay fantasmas que pueden apagar las luces de las estancias e incluso ser más activos o atacar en ausencia de luz. El miedo a la oscuridad es real en este juego, por todos los desafíos y peligros que atañe. Tenemos diferentes fuentes de luz: linterna, linterna potente o vela.
A nivel gráfico el juego no está tan mal, aunque se identifican objetos de assets libres bastante genéricos. Los modelos de los personajes y de los fantasmas son mejorables, especialmente en cuanto a animación, aunque sí han mejorado el realismo de los objetos en las últimas actualizaciones y los han cuidado mucho. Se nota que han añadido al equipo a un buen diseñador.
Valoraciones y conclusiones
Phasmophobia es un juego que te puede enamorar o agobiar gracias a su inmersión y atmósfera, independientemente de si eres fan o no del género. Hay quien es capaz de hacer sesiones maratonianas en Outcast y en Resident Evil y, en cambio, no poder jugar del estrés que sufre aquí. Mientras, gente tan miedosa como yo, estaría todos los días jugando con sus amigos. En cooperativo resulta muy divertido y dos partidas nunca resultan iguales. El modo de un jugador puede resultar un reto interesante.
Ingeniera de minas que no trabaja de lo suyo (da igual cuando leas esto). Está fascinada por la Xbox Series S y el Game Pass.