Análisis de los DLC de The Evil Within: terror clásico con sigilo y puzles en los dos primeros y acción catártica en The Executioner.
El terror, formado en nuestra mente por la indefensión, la tensión, la alienación y la amenaza de un peligro próximo, es la máxima expresión del miedo. Nos paraliza y nos lleva al borde de la locura, dejando la cordura de lado y sumergiéndonos en la oscuridad más absoluta. Esto es lo que nos hará sentir los DLC de The Evil Within.
Contenidos descargables para un terror más completo
Empecemos por el principio: The Assignment es el primer DLC de The Evil Within que amplía la experiencia del título principal. Aquí jugamos con Juli Kidman, la detective del Departamento de Policía de Krimson City, que responde —junto a Sebastián Castellanos y Joseph Oda— a una llamada de emergencia en el hospital psiquiátrico Beacon.
Despertamos del mundo de los sueños dentro de una ambulancia devorada por las llamas. Escapamos sin pensarlo dos veces y la noche rural nos recibe mareados y desorientados. Ahí comienza nuestra aventura.
Debemos tener mucho cuidado ahí fuera: además de las criaturas, las trampas bloquean caminos y nos obligan a desactivarlas o usarlas a nuestro favor. Al desarmarlas obtendremos piezas —también en cajas de herramientas olvidadas por técnicos de mantenimiento— para fabricar munición de la ballesta multiuso.

Juli tendrá que enfrentarse a criaturas de pesadilla y sobrevivir en la oscuridad para no ser detectada. No puedo revelaros más sin caer en spoilers, pero es una historia paralela y, por supuesto, tendremos cruces con nuestros compañeros.
La personalidad del personaje se desarrolla aún más en este DLC. Juli se presenta como alguien dispuesto a mejorar su vida y llegar a lo más alto: lograr su misión y cumplir con lo acordado, pero no a costa de la vida de sus compañeros. Gracias a esta actitud la veremos pasar por varias encrucijadas; sus virtudes —entereza y rectitud— la mantendrán cuerda hasta el final.
También tendremos un antagonista para Juli: una especie de administrador cuyo único objetivo es ver cumplidos sus planes cueste lo que cueste. No diré más.
En lo visual no hay cambios drásticos, pero sí nuevos escenarios, principalmente cerrados y claustrofóbicos, con iluminación artificial y oscuridad intensa. Las sombras funcionan casi como un ente vivo que atrae la mirada y perturba.

Ahora, lo que más nos acerca al terror de los DLC de The Evil Within: la jugabilidad.
Lo primero es el aumento de la indefensión: no solo porque a menudo no tenemos armas, sino por las habilidades y movimientos toscos del nuevo personaje. No podemos mejorar a Kidman y gran parte de los objetos del juego base desaparecen. El director John Johanas impulsa un terror más puro al dejar indefensa a Kidman frente al peligro, cuando Sebastián contaba con un arsenal completo. No hay instakill salvo que usemos objetos contundentes de uso único. Ocultarnos y escapar será nuestra mejor estrategia.
El inventario cambia drásticamente: se muestra como “no utilizable”. Solo lista lo que llevamos —principalmente, una linterna—. En el juego base, la lámpara proyectaba una luz radial (360º) que “custodiaba” la espalda; aquí, la linterna direccional limita la visibilidad y aumenta el desconcierto.
En los primeros compases de The Consequence, el segundo DLC, perdemos la linterna y se sustituye por bengalas químicas. Podemos lanzar hasta cuatro simultáneamente antes de que la primera se consuma en la oscuridad. Son infinitas y su iluminación es potente… paradójicamente, cuando las llevamos encima no iluminan casi nada.

Conseguimos un arma y, tan rápido como llega, nos la quitan, devolviéndonos la indefensión. Toca ser tácticos y planear cada paso. Se introduce una cobertura que pega la espalda de Juli a muros y objetos que ofrecen resguardo visual. Desde ahí podemos llamar a los enemigos y salir disparados en dirección opuesta. Dependemos del ingenio y las distracciones. Moriremos mucho: el ensayo y error es la base de la mecánica. También podemos empujar al vacío a los enemigos u ocultarnos tras ser detectados para perderlos.
Nos topamos con cassettes, fragmentos con información y recuerdos que nos guiarán para sacar conclusiones y desvelar la trama. Hay coleccionables para desbloquear música y modelos —sin afectar a la jugabilidad—. Los puzles son más abundantes que en el juego base: desde juegos de luces para abrir caminos hasta códigos para cajas. La luz es fundamental: la linterna revela puertas y objetos ocultos.
A diferencia del título base, guardamos partida en un sofá, acompañados de un “gatete” negro. Aquí escuchamos al gato, ya que no suena la música diegética de “Claro de luna”.
En conjunto, John Johanas nos transporta al terror clásico, con factores bien resueltos y reforzando la sensación que faltaba en el título base.

The Executioner
Aún queda el último DLC: The Executioner.
Este contenido ha sido muy criticado por su brevedad y por cambiar de forma notable la jugabilidad y la continuidad respecto a los anteriores.
Somos un padre en busca de su hija, atrapada en este mundo de locos, y debemos convertirnos en un monstruo para encontrarla. Encarnamos al “tío del martillo” (The Keeper) y debemos eliminar a todo quisqui. Contamos con sus habilidades y poderes, incluido transportarnos a otros cuerpos mediante nuestras cabezas de caja.
Jugamos en primera persona y recolectamos informes y cartas de nuestra pequeña para entender los sucesos y fijar objetivos.
Este DLC reutiliza escenarios del juego base e introduce un sistema de mejora de personaje y habilidades en función de monedas obtenidas de enemigos y objetos destruidos. Guardamos con un espejo y suena “Claro de luna”. El inventario es preasignado: vamos desbloqueando y comprando objetos para repartir hostias: desde armas arrojadizas hasta sierras eléctricas o espadas. Encontramos botiquines y piezas para reponer vida y munición arrojadiza.
No sé por qué ha tenido malas críticas: es un modo que descarga la tensión acumulada, divertido y con el que se puede pasar un buen rato. Como en el juego base, estos tres contenidos descargables pueden rejugarse con bonificación plus, recordando mucho a Resident Evil. Una vez completados, podemos empezar con armas nuevas y distintas.
¿Qué tal están los DLC de The Evil Within?
Los DLC de The Evil Within ofrecen una historia paralela con nuevas cosas que descubrir, un sistema de juego diferente y una renovada sensación de terror en los dos primeros, y de acción en el último. Artísticamente se mantienen idénticos al juego base, con una duración razonable y alta rejugabilidad.
Hemos llegado al final de nuestro recorrido por The Evil Within. Si os ha gustado el análisis/opinión, dejad vuestro comentario aquí debajo. Estáis invitados a nuestro canal de YouTube para más información sobre vuestros juegos favoritos; dejo también nuestro vídeo-análisis de este gran título.
Podéis conseguir los DLC de The Evil Within a buen precio aquí. Me despido deseándoos muy buenas partidas.

