SolForge Fusion – Cuando no hay que tocar un género hermético

SolForge Fusion

El tímido pero sólido juego de cartas ha decidido renovarse antes que morir. Conoced SolForge Fusion, ¿el golpe decisivo a Magic?

El mercado de las cartas es uno que nunca dejará de ser boyante. Solo hay que fijarse en exponentes como Magic The Gathering o Pokémon Trading Card Game entre otros. No obstante, en el mundo digital la oferta se dispara a niveles astronómicos, con no solo versiones adaptadas de las conocidas de jugar en la mesa, sino también de nuevas propuestas que intentan hacerse un hueco innovando con mecánicas e ideas que no siempre llegan a buen puerto. Esto es algo que me gustaría observar de SolForge Fusion, una renovación de un juego de cartas que ya existe, tanto en el plano físico como digital, y que busca incorporar pequeños trazos del género rogue-like a su oferta.

SolForge Fusion
No sé qué tal estará la versión de mesa, pero seguro que no es tan horrenda.

Tantas cartas que no te cabrán en los bolsillos

SolForge Fusion viene tras comerle la tostada a SolForge, a secas, un juego de cartas más tímido y sutil que se estrenó, de manera F2P en Steam, hace ya más de 10 años. El pobre no tuvo mucho éxito y no duró demasiado con sus servidores abiertos, sin embargo, tuve tiempo para poder echarle unas buenas horas. El juego bebía descaradamente de Magic, pero aún así sabía dar unas facciones muy interesantes sumadas a un sistema de juego súper directo y agresivo que enganchaba cosa mala.

Lamentablemente, creo que este revival que es SolForge Fusion no consigue ser tan interesante. De partida, su principal intento de golpe sobre la mesa consiste en que podemos fusionar dos mazos de manera aleatoria, consiguiendo así manos totalmente dispares y que (deberían) crean combates muy imprevisibles. ¿El problema? Que los juegos de cartas se cimientan en poder crear estrategias y leer los movimientos del contrario. Si fundamentas tu core jugable en hacerlo todo tan imprevisible, conviertes un juego de cartas en pura lotería más que una cuestión de tácticas y juegos mentales.

Además que contamos con un número desorbitado de cartas para crear los mazos y aprender sus habilidades y funciones. La cifra asciende a las 15.000, por lo que si añadimos el factor rogue-like a la ecuación, estamos ante una locura donde convertirse en un tahúr profesional va ser un camino imposible.

SolForge Fusion
Cuando empecemos a jugar escogeremos entre dos facciones y las fusionaremos en una sola baraja.

Grandes figuras detrás de una idea abocada al fracaso

Es curioso el devenir de SolForge viendo quienes son sus padres. Por un lado tenemos a Richard Garfield, uno de los creadores de Magic: The Gathering, y por otro a Justin Gray, quién creó otro juego de cartas que cosechó notable éxito: Ascension Deckbuilding Game.

Resulta curioso el hecho de que por mucha sangre de expertos que tengas corriendo por tus venas, nada garantiza que vayas a ser un buen exponente para el género al que te debes. Sin más, SolForge Fusion nos coloca ante un tapiz donde lucharemos 1 vs 1, bien contendientes de CPU para practicar o contra otros jugadores, pues la base del juego es pegarse online contra gente real sin muchos aspavientos. Una vez empieza la contienda, tendremos que ir bajando criaturas y habilidades, buscando que estas se vayan fortaleciendo conforme avancen los turnos hasta que llegue nuestra hora de pegar. Aquí decidiremos si atacar la vida del jugador o la de sus criaturas.

El juego, por supuesto, cuenta con infinidad de variantes que pueden sucederse: desde habilidades que activaremos manualmente, detonadores de las propias criaturas, eventos del terreno, habilidades pasivas y hasta técnicas de refuerzo que tendrán cada héroe del mazo que hayamos escogido como figura gobernante. Otra peculiaridad que también tenemos es que las criaturas pueden moverse de adelante a atrás en el mapa, pudiendo desarrollar un carácter más defensivo u ofensivo. Incluso podremos retirarlas del campo de batalla en cualquier momento.

Las partidas empiezan siendo muy rápidas pero acaban convirtiéndose en la cosa más lenta del mundo.

Puedes tomarte 42 cafés mientras esperas tu tu tu turno

Uno de los juegos de cartas más famosos que existe es Yu-Gi-Oh! (un juego del que además contamos con una redactora que es una jugadora profesional). Este título salido de las mentes de Konami toma la idea de que los turnos deben ser lentos, donde un jugador puede hacer un montón de acciones antes de que este termine. Es uno de juegos más complicados pero, a su vez, de los más estimulantes. Con esto quiero incidir en que si el juego es lento, no tiene que ser categóricamente un coñazo, pero cuando hablamos de SolForge Fusion, claramente lo es.

Más bien, su problema es la falta de equilibrio de ritmo, con turnos iniciales escandalosamente rápidos donde no hacemos casi nada más que pulsar el botón de saltar turno, a pasar a unos turnos, en las partes medias y finales de la partida, donde podemos echarnos minutos y minutos realizando acciones. Lo dicho, a ser un juego tan de azar, no sentimos esa tensión que nos recorre las vértebras como cuando jugamos a Yu-Gi-Oh!, pues las jugadas son «fumadas» que se van a hacer casi por hacer, porque te han tocado cartas que igual no has visto en tu vida aunque llevases más de mil horas jugadas al videojuego.

No hay sensación de incertidumbre ni entendemos nunca que pasa, ni cuando nos toca jugar ni cuando le toca al enemigo, que casi siempre estará en la misma situación de confusión, a no ser que sea la CPU, claro. Esto dinamita la experiencia por completo, haciendo que SolForge Fusion sea un auténtico dolor de bolas donde cada partida es un infierno que te hace desear pulsar Alt+F4.

Pensado para móviles y no para PC, tristemente este SolForge Fusion no hace nada bien

Otra cosa que le achaco, y de manera muy fuerte, es que su interfaz y viaje interactivo por sus paneles. Están hechos pensando en disfrutarse desde dispositivos móviles. Y es un cantazo de alucine. Navegar por botones tan grandes y que te asalten animaciones tan burdas de movimiento al desplazar las cartas es casi un insulto cuando el juego se te presenta como un producto 100% optimizado para compatibles. Ni que decir que presenta diversos cuelgues y ralentizaciones molestos.

Tampoco lo salva su arte, cero inspirado y que da una visión de un universo de fantasía tradicional, demasiado tradicional, casi siendo un «porfa, déjame copiarte el examen para aprobar» a los estilos que esbozan las cartas de Magic. No os quedaréis aquí ni por su cero atractivo jugable ni tampoco por lo bonito de sus diseños, ya os lo digo yo.

Por todo, creo que este juego va a ser un chasco increíble el día que salga como un juego completo. Porque sí, esto es un early access y, aunque hay un margen de mejora bastísimo de aquí a que se complete en unos años, no creo que vaya a ser siquiera un juego divertido mientras su core inicial siga siendo la aleatoriedad a la hora de jugar nuestras cartas, sin que podamos sentir un progreso real a la hora de comprender los engranajes más profundos del videojuego.

0 0 Votos
Article Rating
Subscribe
Notify of
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
¡Dinos lo que piensas, comenta!x