Análisis de A Tiny Sticker Tale

Otto, un burrito, mira un álbum con cariño. Está subido en una barca.

Resuelve una aventura de puzles empleando un álbum de pegatinas y tu ingenio. Análisis de A Tiny Sticker Tale.

Si te gustan los juegos de puzles, A Tiny Sticker Tale es de esos títulos que no puede pasar por alto. Tanto por su originalidad como sus detalles, con ese estilo cartoon tan bonito y entrañable. Se trata de un título indie desarrollado por un equipo mexicano que ya ha hecho sus pinitos en el mundo del desarrollo. En este análisis de A Tiny Sticker Tale hablaré de sus puntos fuertes y os hablaré de su edición física a cargo de Meridiem.

Este juego fue financiando gracias a Kickstarter en solamente 24 horas, recaudando finalmente casi siete veces más lo que pedían y siendo un total de 1.616 personas quienes contribuyeron a que pudiese salir. Este juego, además, está disponible para Switch, Steam (y steamdeck), Windows, Linux y Mac. No obstante, Ogre Pixel no era una empresa desconocida para el gran público, ya que su juego anterior era Lonesome Village, que fue valorado positivamente por la prensa independiente. E igualmente comparado con juegos de la saga The Legend of Zelda, con el que encuentro también parecido con A Tiny Sticker Tale, como explicaré en su momento.

Quitando y poniendo pegatinas

¿En qué consiste un juego que se llama a Tiny Sticker Tale? ¡Pues de pegatinas! Pero no se trata ni de diseñarlas o venderlas, sino como elementos de interacción. Cada pegatina colocada en un lugar concreto permite desbloquear reacciones, que dan nuevas pegatinas y, en general, avanzar en el juego ayudando a sus habitantes. ¿Necesitas pasar por un río? ¡Usa el sticker de puente!

Son como elementos invocables que puedes guardar en tu álbum de pegatinas y que debes saber gestionar. A veces es mejor y facilita más las cosas recordar qué hay en cada pantalla que llevar un inventario lleno, que te obliga a hacer un tetris para colocar las nuevas pegatinas que vas obteniendo.

Se te va a recompensar por hacerte con todas, ya que completarás un álbum, pero se pueden dejar las pegatinas en cualquier punto del escenario que allí estarán hasta el final del juego. Muy cómodo.

Mecánica de la que hablamos en el análisis de A Tiny Sticker Tales: colocar pegatinas en el escenario.

Análisis de A Tiny Sticker Tale – Un puzle en sí mismo

La mecánica de emplear pegatinas me recuerda muchísimo a la mecánica de invocación de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, no obstante, en esta ocasión sólo podemos obtener y emplear recursos 1 a 1. Es decir, las pegatinas que retiramos de un escenario nos las podemos llevar a otro. La única opción de crear stickers es que a través de una interacción, llevarlas de un escenario a otro, otros personajes nos la proporcionen (como puede ser convertir madera en muebles), o recompensas simples por haber ayudado.

Esto tiene una consecuencia positiva, que es transmitir aún más la idea de que es un juego de puzles. Del intercambio continuo de elementos. Entro en una nueva pantalla del mapa, veo lo que hay y sopeso qué necesito y quién me va a facilitar lo que necesito. Terminas jugando casi en automático, como si mil neuronas estuviesen encajando todas las piezas para avanzar, como un gran engranaje.

En mi humilde opinión, no hay nada más gratificante que una mecánica de intercambio de objetos y resolución puzles que funciona de forma tan fluida. Es una recompensa continua jugar, descubrir y avanzar. Me lo pasé como una enana, vaya.

Álbum lleno de pegatinas: cajas, una caña de pescar, una ballesta, piña, un mapa, un cubo de madera... así como un perro y un hombre oveja.

Una bonita historia por detrás como ingrediente clave

Detrás de este juego hay una historia conmovedora de padre e hijo que se van a reencontrar en el valle, donde guardan recuerdos intercambiando pegatinas y realizando un álbum juntos. A lo largo del juego encontraremos cartas de su padre animándonos a continuar y aportando contexto al juego. No quisiera desvelar más al respecto, pero de forma muy, muy sencilla, saben como tocar el corazón.

También pasa que con lo bonito que es todo el juego, es fácil que te acaricien por dentro y te roben emociones. El juego es plenamente consciente del mimo y cariño con el que fue desarrollada la parte gráfica y las animaciones que aparecen a lo largo del título son dignas de admirar. Me encantan los juegos de estética cartoon, para qué mentir, y además en este caso es de calidad.

Otto, el protagonista de A Tiny Sticker Tale, con su padre jugando a colocar pegatinas en un álbum. Está todo en blanco y negro porque es un recuerdo.

Mi experiencia

A estas alturas creo que a ningún lector observador se le haya escapado que me gusta el juego. Así es, me gustó mucho. Esta clase de juegos entra muy bien después de una agotadora jornada de trabajo o para jugar una tarde en la que no te apetece salir. Sencillo, bonito y con una duración corta. Lo justo para que te deje un buen regusto y que no te resulte aburrido o tedioso.

Además, me picaba cada poco. Porque cuando iba a apagar la consola para hacer otra cosa, me venían ideas a la mente para avanzar. Incluso cuando algunas instrucciones dadas en el juego no me resultaron fáciles de entender de primeras o resultaban poco intuitivas en su presentación (me costó entender ciertas peticiones). Esto último es la única pega que le puedo poner al juego y que no es achacable a una mala traducción ya que el juego está desarrollado por un estudio mexicano.

La edición física de Meridiem

No se podía realizar este análisis de A Tiny Sticker Tale sin mencionar su edición física. Desde el 10 de octubre podéis adquirir en formato físico este juego para Nintendo Switch. Esta edición corre a cargo de Meridiem, una editora y distribuidora española que también ha sacado versiones físicas para juegazos como el Chants of Sennaar y el Kena: Bridge of Spirits. Como marca de la casa, siempre envían «extras» interesantes. En esta ocasión podéis conseguir además del juego en físico de A Tiny Sticker para Nintendo Switch un libro de arte y un set de pegatinas. La edición es muy bonita, así que echadle un ojo.

El juego de Switch al lado de un libro de ilustraciones y un set de pegatinas. Todo ello sobre un fondo con árboles y montañas sacados directamente del juego A Tiny Sticker Tale.

Análisis de A Tiny Sticker Tale – Conclusiones

Reiteraré en este análisis de A Tiny Sticker Tale que es un juego que me gustó, tanto en lo estético como en mecánicas. Es un juego corto, muy centrado en su premisa y no defrauda en absoluto. No es para nada pretencioso, además. Ideal para echar una tarde relajada ejercitando el cerebro. No obstante, no puedo darle todas las cervezas que me gustaría porque es verdad que las explicaciones de ciertos eventos fueron un poco confusas.

Esta clave ha sido proporcionada por Meridiem para su análisis.

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