En un mundo donde las series de larga duración están al alza, a veces surgen pequeñas joyas de una única temporada que hacen las delicias del espectador, y The Night Of cumple con eso a la perfección.
«Todo lo que ocurre en una noche da pie a una excelente serie.»
The Night Of es una miniserie de HBO basada en la británica Criminal Justice. Consta de 8 capítulos de aproximadamente una hora, donde se narra el proceso judicial que sufre Nasir, un joven paquistaní que vive en Nueva York, acusado de apuñalar 22 veces a una chica de un barrio acomodado.
Es el ejemplo perfecto de lo que debe ser una miniserie: tiene un principio y un final claro, sin necesidad de extenderse innecesariamente. A diferencia de otras que se regodean en el drama gratuito (como la mediocre 13 Reasons Why), The Night Of es dura sin querer serlo. La historia abarca desde la noche del crimen hasta la resolución del juicio, abordando temas como las apariencias, el racismo, la desigualdad económica y los intereses personales. A partir de aquí, puede haber algún pequeño spoiler.
Nasir ha vivido siempre en Nueva York y tiene una cara de «chico bueno». La serie se encarga de reforzar esta imagen. Por eso, cuando lo vemos consumiendo drogas que le ofrece la chica o participando en juegos peligrosos, nos cuesta asociar esos actos con su apariencia. Lo justificamos pensando que está dejándose llevar por el momento. Tras una noche de sexo y drogas, cuando descubre el cuerpo de la chica, el espectador tiende a pensar que es inocente y desea que logre escapar, pese a todos sus errores. Incluso tras su arresto, su imagen sigue jugando un papel clave en su defensa. Durante el juicio, recluido en prisión preventiva, el espectador empieza a preguntarse: ¿realmente era así o es la cárcel la que lo ha transformado?

El sistema judicial y los abogados
En todo proceso judicial, los abogados son piezas fundamentales. Nasir tiene hasta tres representantes distintos. El primero es un abogado de casos menores, con pinta de vagabundo, que sufre una extraña enfermedad en la piel. Se presenta desaliñado, con los pies envueltos en plástico y una vestimenta que no ayuda a generar confianza. La segunda es una abogada experta con un gran gabinete que acepta el caso con aparente interés profesional y logra rápidamente una resolución favorable. Finalmente, la tercera es una joven letrada que representa un punto medio entre los anteriores: comprometida, con imagen cuidada, pero sin pretensiones.
Racismo
Uno de los pilares del relato. El caso adquiere gran repercusión mediática por un hecho claro: un chico paquistaní asesina brutalmente a una joven blanca en un barrio rico. Nasir es constantemente señalado por su etnia. Se hacen referencias al rechazo hacia la comunidad musulmana tras el 11S. El sistema lo prejuzga por su origen. Aunque colabora con la policía desde el inicio y niega ser culpable, apenas se exploran otras líneas de investigación. Esto dice mucho del sesgo con el que opera el sistema judicial.
Nasir es hijo de un taxista que comparte vehículo con otros dos compañeros. No pasan hambre, pero tampoco pueden permitirse grandes gastos. La tarifa del primer abogado, aunque plana y más asequible, resulta difícil de asumir para la familia. Aun así, intentan negociar. La segunda abogada toma el caso de forma gratuita, lo que, sumado a su imagen profesional, los convence. Finalmente, cuando la tercera se hace cargo, contrata al primero como apoyo y este, de nuevo, rebaja sus tarifas. La diferencia de clases está muy presente: desde el crimen (chico pobre, chica rica) hasta el trato que reciben los abogados según su estatus.

El interés como motor
Todos los personajes actúan movidos por intereses personales. Nasir deja una fiesta por irse con la chica. El primer abogado ve una oportunidad para destacar. La abogada experta acepta el caso por publicidad. Los denunciantes quieren cerrar el caso rápido sin profundizar. El interés personal marca cada decisión que se toma, incluso por parte de personajes que aparecen más adelante (sin entrar en spoilers).
The Night Of roza la perfección. Mantiene el interés del espectador con un ritmo medido, cada plano y diálogo está cuidado al detalle. Es una serie que no necesita cliffhangers baratos: es la duda constante y la empatía hacia los personajes lo que te impulsa a seguir viéndola. La historia es potente, los personajes están bien construidos, y los temas que trata —apariencias, racismo, clase social, justicia— están perfectamente integrados en la trama.
No se ha vendido a las modas del momento. Es una obra que sabe lo que quiere contar y cómo hacerlo. Es atemporal, sobria y directa. Puede que no sea para todos, pero si te gusta la buena televisión, The Night Of es una apuesta segura.

He escrito tres libros con mis desgracias. Soy sociólogo porque de algo hay que comer. Miyazaki y Kojima os como los huevos.