Con esta reseña sobre Songs of Nunu: a League of Legends Story se demuestra que el potencial de Riot Games va más allá de la explotación de un videojuego tipo MOBA. Disfrutamos de la aventura de uno de los personajes más entrañables de todo el plantel de League of Legends.
LA TRAMA
¿Cuántas veces has querido comenzar a jugar a algo nuevo pero no te apetecía iniciar un juego de larga duración? Verás con la reseña sobre Songs of Nunu: a League of Legends Story eso no te pasará.
En este juego se cuenta la historia de la entrañable pareja de amigos Nunu y Willump.
Nunu es un niño humano, originario de la tribu Notai, que se quedó huérfano tras un ataque al campamento donde se encontraba con su madre Layka. A medida que Nunu se hacía mayor, Layka le iba contando historias a su hijo sobre Freljord hasta que en su quinto cumpleaños le regaló algo más que una historia; una flauta, Sonatara, con la que Nunu convertiría las historias de su madre en canciones.
Más tarde, Nunu se encontraría con el último yeti de la región, Willump, quien cargaba la responsabilidad de ser el último de su especie capaz de usar magia. El encuentro fortuito resultó en una amistad basada en cariño, bailes al ritmo de Sonatara y peleas de bolas de nieve. En este conexto es cuando se inicia la trama del videojuego.
Nunu lleva varias noches soñando con su madre, quien le repite que busque el «Corazón del Azul». Bajo esta premisa, Nunu y Willump se embarcan en una aventura en la cual visitan numerosas localizaciones de la región de Freljord y viven diversas aventuras, mientras se enfrentan a enemigos de la helada región que habitan así como su principal antagonista; Lissandra, la reina de hielo, que anhela también encontrar el Corazón del Azul.
JUGABILIDAD
En esta reseña sobre Songs of Nunu: a League of Legends Story vemos cómo no es necesario disponer de un mundo abierto y un sinfín de misiones secundarias por completar para disfrutar de un buen juego.
Este videojuego indie tiene una jugabilidad que nos puede resultar limitada si la analizamos en primera instancia; se basa en atacar mientras nos movemos con Willump, lanzar bolas de nieve y tocar determinadas notas con la flauta Sonatara.
Cuando avanzas un poco en la historia principal también podemos deslizarnos sobre pendientes congeladas, resolver determinados puzzles y escalar riscos helados, sin resultar estas mecánicas las principales del juego.
Aunque pueda parecer que la acción del juego es limitada, ésta se ve completa a medida que avanzas en la historia y aprecias las cinemáticas del videojuego. Con la reseña de Songs of Nunu: a League of Legends Story trasladamos la idea de que para que un juego indie sea disfrutable no es necesario que mantenga una tensión constante o que los personajes están constantemente luchando.
De hecho, son los momentos de exploración los que más disfrutas en este juego, pues es donde las «mecánicas secundarias» toman protagonismo. Guiar a animales de Freljord con la música, usar magia del hielo puro, conocer a especies legendarias de esta región… son algunas de estas experiencias que puedes vivir en los momentos de tranquilidad del videojuego que enriquecen enormemente la trama y hacen que el viaje de Nunu y Willump resulte disfrutable para el jugador.
A nivel técnico y gráfico el juego está pulido. A medida que vas jugando y visualizando diferentes tipos de escenarios aprecias las horas que le han dedicado a la elaboración de un apartado gráfico competente con una jugabilidad que no resulta compleja. Los controles resultan intuitivos haciendo que la experiencia con el usuario resulte más divertida.
OTROS ASPECTOS
Ya vimos en su momento cuánto podía dar de sí la trama de League of Legends a través del análisis del libro Ruination. En ese artículo indicábamos que Riot Games está ampliando el público objetivo de sus juegos y demás formatos de presentación de lore de League of Legends. Con el lanzamiento de Songs of Nunu vemos cómo esta idea se sigue llevando a cabo.
En Songs of Nunu veremos cómo este juego no se trata sólo de un simple spin-off, sino que además presenta rasgos de los más galardonados videojuegos de cada año.
Como mencionaba anteriormente, en el juego se incluyen algunas cinemáticas que complementan el gameplay y cuentan parte de la trama. Estas cinemáticas presentan un doblaje impecable, haciendo gala una vez más de la calidad tan abrumadora que presentan los actores de doblaje al castellano.
Y hablando del doblaje del videojuego, a los fans de League of Legends nos gusta que se hayan respetado las voces originales de los personajes del juego «original» para Songs of Nunu. Se trata de un detalle que, aunque es sencillo cumplir, no en todas las sagas de videojuegos convertidas a película o spin-offs se ha mantenido.
Igualmente, también resulta muy excitante la aparición de determinados personajes de League of Legends que en un principio no te esperas encontrar en esta entrega. Desde un principio esperas que Nunu y Willump sean principales personajes del juego (no por nada éste se titula Songs of Nunu), pero lo que no imaginas es que a medida que avanzas en la trama aparezcan otros miembros del plantel de League of Legends que tanto acaban aportando a la historia principal.
Un detalle tierno a tener en cuenta es que al final de los créditos del juego se hace mención a todas las mascotas del equipo de desarrollo así como a las mascotas en general, pues en la reseña sobre Songs of Nunu: a League of Legends Story vemos cómo en este juego se acaba trasladando el amor de un humano hacia su fiel compañero de vida, que acaba formando parte de su familia.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Tanto si eres fan del mundo de League of Legends como si no, Songs of Nunu es un juego indie muy bien elaborado y muy disfrutable que te traslada a una tierna aventura en la que la amistad y el amor priman sobre la maldad, en un mundo donde pasarlo bien y vivir aventuras se mezclan con los más oscuros secretos de Runaterra.
Por lo tanto, a Songs of Nunu le doy 5 cervezas de 5. ¡Exitazo!
Esta reseña ha podido realizarse gracias a un código provisto por Tequila Works.
Videojugadora, amante de los tamagotchis y redactora.