Análisis de United Penguin Kingdom. Explota a tus pingüinos en este constructor de ciudades.

Análisis de United Penguin Kingdom

En este análisis de United Penguin Kingdom explicamos porqué es una idea terrible esta visión tan antropocentrista de los pingüinos.

Dedicaremos este artículo al último título de Turquoise Revival Games, creadores de Toy Tinker Simulator y Animal Rescuer. En él nos sorprenden con una llamativa premisa: construir una ciudad de pingüinos y hacerla crecer hasta convertirnos en un rey. Tendremos a nuestro cargo estos divertidos animales y nos aseguraremos de su bienestar para avanzar en el juego. No obstante, esta feliz premisa contrasta con las palabras que le dedico en este análisis de United Penguin Kingdom.

¿Qué es United Penguin Kingdom?

Lo cierto es que no requiere mucha explicación. Es un juego de construcción de ciudades pero en esta ocasión llevas pingüinos. Debes construirles hogares, fábricas o centros para obtener recursos naturales y… hasta escuelas. Sí, escuelas, porque estos pingüinos son algo más que simples animales, y una vez que el juego los trata como personas, empieza su explotación. Pero ya hablaremos de ese punto más adelante.

Como constructor de ciudades, nos ofrece un escenario diferente a los juegos más clásicos como el Cities: Skyline y en eso radica su principal atractivo. Al estar al cargo de pingüinos tenemos que centrarnos principalmente en que aumente su felicidad, sus reservas de oro y su nivel de… educación. De forma que estos parámetros determinan la reputación de la ciudad que es a su vez la puntuación para que deje de ser un pueblo y sea una ciudad como dios manda.

Es decir, que da igual cuántos pingüinos tengas, sino que por encima de todo está su bienestar.

Análisis de United Penguin Kingdom

¿Una ciudad de pingüinos? Es peor de lo que suena.

Es cierto que el juego atrae por sí solo. Su concepto no es especialmente original, pero los pingüinos son un animal con mucho carisma. Habiendo funcionado un juego de construcción de ciudades como Timberborn, era normal que se llevase el concepto a otros animales. Juzgando el resultado, espero que Timberborn no fuera por los mismos derroteros. Porque donde esperas originalidad, al final es un juego que haya o no pingüinos da exactamente igual y queda en lo meramente estético.

En el mismo momento en el que tuve que construir en mi ciudad ártica un templo para que practicaran su espiritualidad, el juego se me hizo bola. Rompía completamente la suspensión de la incredulidad y me sacó fuera del título. La ciudad que estaba construyendo y gestionando estaba poblada por personas, como yo, pero disfrazadas de pingüinos. Como si aquello fuese una skin de otros juegos de construcción de ciudades. O bien, no entendí bien el chiste.

Mi conclusión es que en algún punto estaban haciendo una especie de Fabledom con vikingos o esquimales y se les vino a la mente sustituirlo por pingüinos.

No obstante, a pesar de ello, seguí jugando. Hasta que me di cuenta de que por sus mecánicas, el juego tampoco se sostenía.

Análisis de United Penguin Kingdom

Un desarrollo lastrado

Puedes conseguir todos los recursos con relativa facilidad, después de todo, estás rodeado de mar. Así que consigues los alimentos que se necesitan y medicinas sin problemas. Pero hay otros recursos que solo se consiguen a través de mercadeo, como lo es la piedra, el metal y el oro. No sería tan terrible sino fuese que todas las construcciones, llegado a cierto punto, requieren varios de estos elementos.

Además, estos recursos a su vez son necesarios para la felicidad de tus habitantes. Necesitas construir mejores casas, decoraciones en las ciudades o enfriadores para que vivan felices. Hasta que llega el momento en el que estás anclado en la misma reputación como ciudad sin que puedas optar a más construcciones. Porque aunque se pueda hacer misiones para aumentar esta reputación, no son suficientes.

Y así el juego se convierte en el día de la marmota en vez del día del pingüino. Jugando un año tras otro sin que haya más opciones de juego. Además, tampoco ayuda que el juego sea tedioso, haciendo que las esperas sean demasiado largas y que no pase apenas nada.

Captura del juego United Penguin Kingdom

Experiencia personal

Jugué los tutoriales y entré de lleno en el juego con una partida. Los constructores de ciudades son un género que, aún sin tener demasiada idea de estrategia y gestión, siempre permiten avanzar y terminan enganchando. No esperaba más de este título.

Me tuve que habituar a las construcciones existentes y entender lo que el juego quería con ellas, pero todo era lento. Demasiado. Aún a pesar de aumentar la velocidad de los días. Mejoré todo lo que pude la educación de los pingüinos para que fuesen productivos y más rápidos, pero aún así, me estaba aburriendo. Creo que hacía tiempo que no me aburría tanto un juego de estas características. Y sinceramente, es una pena. Porque el marketing ya lo tienen, ¡pingüinos!, pero el resto del juego no acompaña a su premisa.

Constructor de ciudades con pingüinos

Conclusiones

Este juego es una idea curiosa y graciosa. Los pingüinos son adorables y es divertido verlos corretear por una ciudad. Pero más allá de ello, el juego no se sostiene: desarrollo lento y lastrado por recursos que apenas controlas, y sumado a construcciones que parecen más orientado a personas que a pingüinos, hacen que el juego pierda enseguida su chispa. Por lo que tras realizar el análisis de United Penguin Kingdom no puedo darle al juego más que dos cervezas.

Esta clave ha sido proporcionada por Turquoise Revival Games para su análisis.

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