Un evento cargado de literatura de género con espacio para los juegos de rol y los retrojuegos, así fue la cuadragésima Hispacón.
Los pasados 7, 8 y 9 de octubre se celebró la 40ª edición de Hispacón, el evento anual (y de nuevo presencial) de la Asociación Pórtico. Pórtico es el segundo nombre de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror y, aunque siempre se le relaciona con el mundo literario, esta edición se ha abierto más que nunca a otras formas de ocio. Por mi parte, era además mi primer evento de esta clase, ya que solamente soy socia desde 2020 y ya sabemos qué ocurrió ese año. Así que no podía no dedicarle un artículo a la cuadragésima Hispacón.
Viernes por la mañana: llegada
Llegué a Ferrol por la mañana con la intención de ayudar a la organización. Lo cierto es que quedaban muy pocos flecos y el trabajo previo de la organización los días anteriores hizo que no se me requiriese, así que pude curiosear las instalaciones. También pude desvirtualizar a gente con la que había colaborado y contactado antes por cuestiones de la asociación, cosa que me hizo mucha ilusión. También conocí a gente nueva a la que engañé vilmente para que me acompañasen a tomar algo.
A la hora de la comida, me acoplé a estas recién conocidas para comer junto con gente de la Editorial Cerbero (de cuyas publicaciones soy muy fan). Es allí donde conocí la actividad del «Atracón«, que consistía en consumir en locales afines para obtener su sello y poder participar en un sorteo. Lo cierto es que no conseguí consumir en cuatro locales diferentes durante el fin de semana de la cuadragésima Hispacón, pero me encantó la iniciativa.
Después de la comida se llevó a cabo la inauguración y pude disfrutar en la feria de libros y visitar la zona de retrojuegos.
Viernes por la tarde: retrojuegos y podcast
Esta Hispacón repartía sus actividades en más de una instalación, destinándose el edificio del Antiguo Hospicio para albergar la zona lúdica. En este espacio se desarrollaron las partidas de rol (III Jornadas Pórtico) y la zona de retrojuegos, donde la gente de Retrogalaicos instaló consolas y equipos para poder videojugar. Así que me pasé por ella tras dejar mi dinero en la feria de libros. Editoriales pequeñas como Duermevela o La biblioteca de Carfax tenían puestos con sus últimas novedades y un catálogo interesante. No me pude resistir al encanto de los libros y volví a casa con los mejores souvenires: las increíbles dedicatorias de sus autoras, que me encanta leer una y otra vez porque me dejaron palabras muy emotivas.
A la noche se realizó en el Teatro Jofre la grabación del podcast Misterios y Cubatas. Pagué la entrada hace semanas sin conocerlos, simplemente porque no tenía otro plan para esa noche, y no me arrepiento en absoluto. Fue un festival del humor por mucho que hablasen de leyendas e historias escalofriantes.
Sábado: charlas, Ignotus y rol
Durante todos los turnos se realizaron las charlas de la cuadragésima Hispacón en el Centro Torrente Ballester, el edificio principal. No obstante, hasta ese momento no escuché ninguna, ya que me iba a comer tres horas completas esa mañana: era mi turno de voluntariado. Mi labor era sencilla: contar asistentes, asegurarme de que tuviesen agua y poco más. Fue algo cómodo, que me permitió disfrutar de forma distendida todo lo que los expertos aportaban en sus intervenciones. Además de poder escuchar a la increíble Jo Walton y a la aún más increíble Claire North (de la cual me autoproclamo fan número 1) en la charla sobre hibridación de géneros literarios.
Tras terminar el turno, me fui a comer con compañeros roleros que vinieron de otras partes de Galicia a dirigir partidas, ¡me hizo mucha ilusión verlos de nuevo! y nos fuimos a la zona lúdica a jugar a rol. Me hizo mucha ilusión que se fuesen sorteando ejemplares de la Revista Oasis, la revista de rol que coedito en la asociación. A la gente le llamó muchísimo la atención y apreció el mimo con el que la hicimos.
A la noche se celebró la cena y entrega de los premios Ignotus, que organiza también Pórtico. Estos premios son populares y se premia a las mejoras obras literarias de género (fantasía, ciencia ficción o terror), teniendo también categorías como mejor sitio web o mejor programa audiovisual. Fue muy emotiva y me ilusioné incluso más que sus premiados.
Domingo: charlas y despedida
Me contactaron de urgencia para suplir otro turno de voluntariado que no rechacé, porque yo soy así y me gusta trabajar de más. Así que mientras mis amigos estaban con sus partidas de rol, me quedé a atender charlas. Allí pude a escuchar a Darkor, compañera de TodasGamers, hablar sobre viajes en el tiempo. Por sus conocimientos, aportó tanto referencias cinéfilas como de videojuegos, cosa que enriqueció gratamente la charla. Cuando terminé mi turno, me reuní con mis amigos y acabamos en la zona lúdica haciendo tiempo hasta la charla sobre rol en Galicia. Esta charla me permitió conocer la evolución del rol y el asociacionismo rolero en mi comunidad autónoma.
Fue terminar la charla, despedirnos y volver a casa, a la realidad.
Conclusiones
Esta edición de la Hispacón no era la primera en la que participaba, pero lo cierto es que en presencial, rodeada de gente tan maravillosa, es otro rollo. Creo que desvirtualizar personas fue la clave para que esté escribiendo esto tan animada a pesar del cansancio de este fin de semana. He dormido poquísimo y he hecho muchísimas cosas. La organización ha estado de diez, han estado trabajando en todo momento y me siento orgullosa de haberles ayudado. Es que además veo que la asociación se abre cada vez más a la gente, éramos muchísima gente relativamente joven y además hubo espacio para retrojuegos y rol, atrayendo a muchos curiosos. Tengo muchísimas ganas de repetir experiencia el próximo año en Zaragoza, que es donde se organizará el siguiente evento.
Ingeniera de minas que no trabaja de lo suyo (da igual cuando leas esto). Está fascinada por la Xbox Series S y el Game Pass.