Análisis de Tiny Bookshop – El juego cozy de gestionar tu librería ambulante

Puesto de libros sobre ruedas en la costa, con marineros paseando y un faro iluminado al fondo.

Cumple tu sueño de tener tu librería ambulante con Tiny Bookshop. Gameplay que engancha, tranquilidad y buena compañía.

En este juego eres una recién llegada a Literia, un lugar en el que, por lo que sea, le fascinan los libros a niveles inusuales. Tanto es así que el negocio de vender libros de segunda mano en un remolque sea más que lucrativo. El gameplay principal consiste en adquirir cajas de libros y llenar estanterías sabiendo qué obras van a querer según la localización de venta.

Además, en Tiny Bookshop debes adornar tu tienda con un cuestionable gusto a base de intentar mejorar las ventas de los diferentes géneros que vendes: drama, clásicos, crimen, infantil colocando rocambolescas decoraciones (como una bala de cañón).

Aunque el concepto no parece emocionante de primeras, este gameplay es tremendamente adictivo y, junto con las historietas que se nos presentan, y la ayuda a diferentes personajes de Literia, hace que el juego se presente bastante redondo.

La dificultad de este juego reside en continuar las diferentes tareas, que incluyen vender libros de algún género, o cosas menos sutiles que debes adivinar.

Estanterías repletas de géneros variados en Tiny Bookshop, con un gato descansando en la tienda.

¿Quién no ha soñado con ser librera?

Vale, igual no todo el mundo, pero hay un sector de señoras que con este juego están muy cerca de cumplir su aspiración de gestionar su propia librería. Y entre esas señoras estoy yo, obviamente, por eso adquirí el juego. El ritmo del juego es pausado, en el que ves cómo los clientes entran en la tienda y buscan su próxima lectura. Hay algún que otro cliente que va empalmando ventas hasta juntar 20 libros, pero no hay que preocuparse por su economía, puesto que los libros de segunda mando son muy económicos.

La gracia que tiene el juego, lejos de ser simplemente observar cómo aumentan tus arcas, es además, recomendar lecturas. Cada libro de la estantería se corresponde con un libro real y del que se indicará título, autor, número de páginas, género y sinopsis. Puedes recomendar obras clásicas como Orgullo y Prejuicio, recomendar el mapa de carreteras españolas y hasta Juego de Tronos. Este juego, conociendo parte de las obras que menciona, se disfruta muchísimo. Recomendar de forma adecuada da un bonus temporal de inspiración que hace que la gente quiera comprar aún más libros. Es decir, es la primera vez en mi vida que me siento recompensada por saber tanto de literatura y donde se me premia más por hacer semejante metajuego.

Cliente feliz recibe la recomendación de “El asesinato de Roger Ackroyd” en la librería ambulante.

Decorando el remolque

Vender libros y títulos con los que estoy familiarizada no es la única mecánica del juego que me ha encantado. La tienda, que es básicamente un remolque, puede ser decorada para impulsar las ventas de los libros. Así que se pueden añadir estanterías tematizadas, una cafetera, plantas… y hasta mascotas (¡me encanta el gato!), con el hándicap de que cuantos más elementos pongas, ¡más caros son los gastos diarios!

Habrá localizaciones que de forma permanente o temporal te exijan que decores más de una forma u otra (decoración marítima el día de la lonja, por ejemplo), por lo que el juego te empuja a que adquieras objetos tanto por catálogo como en las tiendas que hay en el juego, incluyendo un mercadillo.

Además, se incluye como decoración del remolque escoger la cantidad de libros de cada género que deseas vender ese día. Aunque no puedes escoger el título en concreto. Después de todo, la cantidad de libros diferentes no es tan enorme como para que importe realmente.

Multitud de clientes rodea la furgoneta de Tiny Bookshop, pidiendo distintos géneros de libros.

Conoce a los habitantes de Literia

En tu estancia como librera en Literia conocerás a diferentes personajes, que visitarán tu tienda siempre que pueden, buscando sus títulos favoritos. Tendrás que conocerlos para saber qué buscan y a la vez te irán encomendando pequeñas misiones o te pedirán participar en eventos. Así que es importante cumplir sus caprichos para avanzar en la historia del juego, que se complementa a la vez con la época del año en la que se está. Por lo que añade una capa de variedad al gameplay. A su vez, el juego añade elementos con los que interactuar en cada escenario, para que no estés solamente pendiente de las ventas, ¡se hace todo lo posible para que Tiny Bookshop no resulte aburrido! Y lo mejor de todo es que lo consiguen.

Pantalla de logro desbloqueado en Tiny Bookshop al visitar el misterioso faro de la isla.

Misiones imposibles, no hay quien las haga saltar

Si tuviese que poner una pega, sería precisamente el funcionamiento de eventos o misiones que nos piden cumplir. Muchas veces no son requisitos complicados como tal, sino que el problema es que por mucho que busques la forma de que salten y se activen, muchos no lo hacen. Así que estás repitiendo localizaciones esperando forzar que empiece algún encargo o que aparezca un personaje concreto para que te felicite por algo que ya has cumplido días antes.

Cuando superas las 10 horas de juego, tener que buscar la forma de forzar interacciones es, cuanto menos, frustrante. Así ha pasado que estoy en la antesala del final del juego y me siento ya sin fuerzas para seguir esperando a que se inicie un evento que se me resiste, porque no se inicia. He consultado guías y se trata más de azar que por algo que pueda controlar yo.

Conclusiones

Sí, Tiny Bookshop es otro juego cozy donde te sientas en un cohete megatón con la palabra «capitalismo» lanzado desde un avión a 3000 pies. Pero funciona. Vender libros es adictivo y para que no juegues de forma automática, incluye mecánicas que te lo impiden, como el tener que cambiar la decoración de tu remolque y el tener que cumplir los caprichos de los habitantes de Literia.

En resumen, es un juego sencillo de entender, con mecánicas que enganchan, referencias literarias reales; además, potencia la decoración del remolque y permite explorar las historias del pueblo. Un juego redondo.

Es por ello que le pongo la máxima puntuación a Tiny Bookshop ya que me tuvo jugando días enteros (mañana y tarde) como una auténtica obsesa. Si bien el hecho de no poder terminarlo, porque no se me inician los eventos, ha estropeado un poco la experiencia, para qué mentir.

Consigue Tiny Bookshop

Tienes Tiny Bookshop en la tienda de Steam por el módico precio de 16,99 aprovechando las rebajas.

Puesto de libros sobre ruedas en la costa, con marineros paseando y un faro iluminado al fondo.
  • Engancha
  • Decoras el remolque
  • Referencias literarias reales
  • Cuesta que salten ciertos eventos
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