Versión libre de “Streets of Rage IV para PC” en OpenBOR: el número es lo de menos
A falta de pan, buenas son hostias. O lo que es lo mismo: a falta de Streets of Rage Remake, siempre nos queda asomarnos a los proyectos de la comunidad. Hoy traigo una curiosidad que corre por la escena de OpenBOR: una adaptación libre, hecha por fans, que se hace llamar “Streets of Rage IV para PC”. Tranquilidad: no es la entrega oficial de SEGA ni apareció en ninguna Mega Drive. El “IV” es, más que nada, una etiqueta juguetona para señalar una continuación espiritual que mira de reojo a la trilogía clásica.
Como dirían los Mondoshawan —perdón por la cita cinéfila—, “el número no es importante; lo importante son los golpes”. Y en eso cumple. Este “IV” apócrifo levanta su casa sobre OpenBOR, el motor abierto que desde hace años sirve de laboratorio para beat ’em ups 2D. El resultado es justo lo que imaginas: calles laterales, ritmo de scroll constante, puñetazos que suenan a chatarra y esa liturgia de pollo asado que devuelve media barra de vida cuando más lo necesitas. No pretende reinventar nada, sino recorrer con desparpajo los viejos barrios que ya conocemos: esa mezcla de ritmo, lectura de frames y gestión del espacio que convierte cada pelea en una pequeña coreografía.
Al tratarse de una obra no oficial, conviene remarcarlo: esto no es producto de SEGA ni forma parte del canon de la serie. Es el fruto del tiempo libre y el cariño de una comunidad que recicla, remezcla y rehace recuerdos. Los escenarios reinterpretan los clásicos con cierta libertad, los enemigos entran y salen con descaro, y los jefes finales te hacen sudar lo suficiente como para apretar el mando. Si has jugado a la saga, reconocerás guiños por todas partes; si no, te encontrarás un manual exprés de los mandamientos del género: acercarte lo justo, controlar el eje vertical y saber cuándo lanzar al rival contra los límites del escenario.

La puesta en marcha no tiene misterio: descomprimir, ejecutar y a pelear. No esperes menús lujosos ni un tutorial guiado; aquí manda la escuela de los 90. Por cierto, el texto del juego no está en castellano —parece coreano o quizá japonés—, pero la “literatura” de un beat ’em up es universal: moverte, saltar, golpear y, cuando toque, compartir golpes con alguien al lado. En ese terreno, la barrera idiomática se vuelve tan delgada como el cristal de una cabina telefónica después de un uppercut.
¿Merece la pena si ya dominas la trilogía original? Como ejercicio de devoción, sí. Como alternativa a los cartuchos, también. No esperes un acabado pulidísimo ni equilibrio de torneo: espera pasión, ideas lanzadas a la cara y algunas decisiones de diseño que se notan valientes unas veces y toscas otras. Esa imperfección forma parte del encanto de OpenBOR, un ecosistema donde cada proyecto es una carta de amor con manchas de tinta.
Por responsabilidad, no voy a compartir enlaces de descarga ni a señalar repositorios concretos. Si te pica la curiosidad, sabrás orientarte por los foros y comunidades de OpenBOR, que llevan años manteniendo viva esta manera de entender los beat ’em ups. Lo importante aquí es celebrar el impulso creativo: esa energía que empuja a la gente a coger un recuerdo de la estantería, soplarle el polvo y preguntarse “¿y si…?”
“Streets of Rage IV para PC” —este, el de la comunidad— es exactamente eso: un “¿y si?” que se juega con media sonrisa. El número del título es lo de menos; lo que cuenta es la sensación en las manos, el ritmo en los pies y el pequeño ritual de encadenar combos hasta que el barrio, por fin, nos pertenece otra vez.
— Mario Landflyer, Orgullogamers

Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.
Oleeee!, Descargado y.. ¡¡A por el! ¡Muchas gracias Mario!
De nada. Un placer. Espero que lo disfrutes. Dentro de poco, espero poder subir más juegos de estos rarunos para open bor. Tambien tengo pensado subir juegos de megadrive, haciendo una selección de los mejores, cosa que no me va a costar ya que megadrive, tuvo un catalogo de órdago 😉