En este análisis de The Waylanders te contaré porque puedo estar orgulloso de ser gallego.
Galicia es el hazmerreír de la península ibérica. Esto es así y siempre ha sido desde la instauración de la dictadura franquista. El hostigamiento que el dictador ejerció sobre nosotros se sigue sintiendo al día de hoy. Hablar gallego es cosa del ignorante del pueblo, esbozar nuestra cultura es sinónimo de friki nacionalista y practicar nuestras tradiciones significa que eres de clase poco acaudalada. Aunque los prejuicios siguen a la orden del día, parece que poco a poco podemos reivindicar nuestra cultura en diferentes ámbitos, y uno de ellos es el del videojuego. Gracias a Gato Studio, hoy puedo hablaros, mediante este análisis de The Waylanders, acerca de cómo un juego creado por un equipo humilde de A Coruña exhibe unas fortalezas que ya le gustarían a muchos indies.
Un pequeño boom en la cultura de mi pueblo
El pasado 29 de enero se celebró la final de Benidorm Fest, un festival organizado para escoger el grupo o artista que iría a representar a España a Eurovisión durante el certamen de 2022. Aunque la representante fue una chica escogida mediante chanchullos, trapos sucios de discográficas y un jurado que vela por los intereses de una cadena que supuestamente está financiada de forma pública, se formó un hito en pos de la cultura gallega. El grupo de Tanxugueiras participó en la selección con su tema Terra, uno cantado en gallego, con frases en euskera, catalán, bable e incluso lenguaje de signos, y cuyo quid no era otro que hablar de la rotura de las fronteras y de las diferencias en las culturas que enriquecen mi país.
A mi orgullo, España se volcó con ellas, siendo el grupo más votado y con una diferencia abismal. Pero lo que de verdad considero importante de esto es lo siguiente: que un país que siempre nos ha menospreciado, y se ha reído de nosotros como si fuésemos el tonto de la clase, nos haya votado como EL MEJOR en una actividad dentro del ámbito cultural nacional. Una pequeña grieta en una montaña de prejuicios que puede significar el preludio a un enriquecimiento de nuestra cultura de muchas formas.
Y una de ellas son los videojuegos. Gato Studio lleva haciendo juegos ya muchos años, casi todos dentro del género de las aventuras gráficas. Sin embargo, considero que The Waylanders es el más importante de ellos por un detalle en concreto: la intencionalidad en reivindicar la cultura de mi pueblo mediante una conjunción de nuestro pasado y nuestra mitología propia, enriquecida por el tradicionalismo que heredamos de pueblos como los celtas o los nórdicos.
Pupilo de Obsidian y la BioWare original
The Waylanders tiene unas influencias claras y no hace lo más mínimo para esconderlas. Baldur’s Gate e IceWind Dale son sus principales referencias. Tal es el nivel que es imposible no recordar a estos dos juegos en cada combate, diálogo e incluso plano cenital de cámara. Pero ojo, orgullosete, que eso no es algo estrictamente negativo. Así pues, aunque no habría ni que decirlo, estamos ante un título WRPG (Western Role Playing Game) donde actividades como la creación del personaje, las decisiones que tomemos cuando conversemos y la forma en la que encaremos las batallas conforman el núcleo de la experiencia.
Sin embargo, no puedo decir que se solvente a la perfección en estos términos. Gato Studio es un estudio muy pequeño, al fin de cuentas. Es lógico abrazar el hecho de que el juego esté fletado de bugs, problemas de rendimiento y ciertas ideas polémicas de diseño, como el tener que mantener pulsado el botón derecho del ratón si queremos conjugar la cámara. Pero tampoco estoy hablando de nada que no pueda ser permisible. Por cosas mucho peores hemos pasado como Cyberpunk 2077 o el más reciente Dying Light 2: Stay Human en consolas.
Tampoco es que la libertad que ofrece el videojuego, lo de ir desarrollando la aventura a nuestro antojo, sorprenda a estas alturas del género, pero sí que se siente muy agradecida. Por lo demás, estamos ante un juego de rol de pura cepa, con sus clichés, bondades y desavenencias que todo entendido del género conocerá como la palma de su mano.
El músculo más importante de The Waylanders: su narrativa
Si estás cansado de la fantasía oscura que tanto se destila en el género, tranquilo/a, porque The Waylanders irrumpe en el salón disparando grandes dosis de mitología inédita que tus papilas narrativas desearán saborear. El juego comienza con la exploración de nuevas tierras. Podemos escoger entre ser un humano de ascendencia espartana o celta, licántropo y tres razas más de la que no os quiero estropear la sorpresa, pero que os supondrán una sonrisa si sois gallego como yo.
La narrativa versa en tres herramientas clásicas: cinemáticas, diálogos y acontecimientos que se suceden mientras exploramos. Gato Studio ha tenido especial cuidado en los tres para que el jugador pueda empaparse de esta ambientación tan fresca y original. De hecho, la línea cronológica que abarca es bastante ambiciosa, pudiendo hasta viajar en el tiempo para contrastar aspectos de las tradiciones de nuestros primeros compases como civilización con la Galicia cristiana del medievo.
En resumen, puedo deciros que estamos ante una historia que habla de nuestro pasado, de cómo se formó Galicia, mezclado entre acontecimientos históricos y mucha fantasía mitológica bien llevada que la hace muy original, siendo un caramelito ineludible para cualquier amante de buenas historias que quiera salirse de los tópicos más explotados de la industria.
Otro paso más para la cultura gallega
En esta reseña de The Waylanders quise salirme un poco de lo típico, porque en lo personal, ha sido un juego muy especial. Estamos ante un WRPG que no innova en casi ninguna área, pero no deja de ser un juego muy disfrutable para cualquier ducho en el género aun con ciertos errores de diseño y de falta de pulido perdonables a juicio de cada uno. Sin embargo, lo hace tan bien a la hora de exhibir el atractivo que tiene la historia de mi tierra, que considero imperativo jugarlo a cualquiera que tenga prejuicios contra nosotros.
Galicia es una tierra rica, con una cultura apasionante, repleta de personas maravillosas y con una historia absorbente. Gato Studio ha puesto su granito de arena para darnos a conocer y valer al resto del mundo. Y solo por eso ya tienen mis más absolutas bendiciones.
Director de Orgullogamers y el terror del SEO. Me flipan los JRPG, los Hack & Slash y los juegos con historias inusuales de esas que te dejan roto por dentro. Me encargo de que Orgullogamers no se hunda poniendo parches de cinta adhesiva.
Una propuesta interesante.
Todo videojuego (y propuesta) que ayude a transmitir y acercar, de una forma rica y directa, parte de nuestra cultura merece la inversión de tiempo en probarlo.
Me quedo con tus puntos fuertes del análisis. Yo ya lo tengo en mi lista de deseados, esperando encontrar el tiempo para jugarlo.
Gracias por acercarnos este título ^^