Supera escenarios gestionando la energía como si fuesen puzles, ¡cuidado que se hace de noche! Análisis de Green with Energy.
Debido a ciertas circunstancias vitales, estoy trabajando en proyectos relacionados con i+D y energía. Así que al ver este juego me interesé de inmediato en él. Después de todo, se trata de un título cuyo mecánica es optimizar instalaciones renovables (y nuclear). Así como suministrar energéticamente las edificaciones que haya en cada nivel. Acompañadme en este análisis de Green with Energy donde os hablaré de sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Además de explicaros que como a pesar de que técnicamente está bien hecho, fuera de usos educativos y para frikis del tema como yo, es una idea bastante sosa. ¿Por qué el realismo rompe la magia de un videojuego?
Mecánicas básicas y concepto del juego
Para empezar este análisis de Green with Energy es necesario aclarar qué es: un juego de puzles con temática energética y un simulador de comunidades energéticas. Cobra protagonismo la energía fotosolar, eólica, hidráulica mareomotriz y nuclear, que son las disponibles. También es necesario gestionar sus conexiones con transformadores y el uso de baterías.
Su filosofía es bien sencilla: a lo largo del día las diferentes edificaciones van a tener una curva de consumo. En el papel de ingenieros, debemos colocar por el escenario parques eólicos, solares o de la fuente de energía disponible según nivel. Esta colocación debe atender a que la potencia instalada cubra los edificios y que siempre se genere la energía necesaria para cubrir la demanda.
Gran parte de las veces iremos de sobra, porque podemos superar los niveles con facilidad, pero la idea es intentarlo con el menor presupuesto disponible, existiendo un top mundial por puntuación. El juego, en ese sentido, funciona como un simulador y ver las curvas de generación-consumo de forma horaria hace que sea un puzle inteligente.
Es bastante completo y sus niveles son numerosos, aunque se puede superar en 4 horas. No me ha resultado pesado y lo hice del tirón, aunque es verdad que los niveles de mayor tamaño me resultaron un tanto aleatorios, siendo complicado ver los flujos de energía, teniéndolos que superar por tanteo.
Está bien como juego educativo pero el realismo rompe la magia
El concepto del juego intenta ser muy similar a la realidad y se sustenta en conceptos de nuestro día a día. Conseguir y desarrollar esto como videojuego no siempre es fácil, especialmente cuando se trata de una tarea especialmente aburrida. No obstante, funciona bastante bien el presentarlo en forma de niveles por objetivos. Por otra parte, no se siente especial, puesto que le falta la chispa que sí tiene, por ejemplo, el Terra Nil, que versa también sobre medioambiente y gestión. Le he dado varias vueltas y he concluido que el problema no es el juego, ni sus mecánicas, sino la base del mismo: los procesos y reglas físicas que suceden a nuestro alrededor no son entretenidos de por sí. Necesitan una chispa de vida.
Si partimos de juegos basado en tareas cotidianas, como Unpacking (mudanzas), y los comparamos, podemos concluir que la ausencia de una narrativa aleja a Green with Energy de lo que estamos acostumbrados a experimentar en un videojuego. Al final, es más bien una herramienta de apoyo para explicar terminología y funcionamiento de instalaciones, de cómo se calcularía la demanda energética de una comunidad o el funcionamiento de baterías.
El equipo de Gamerparic, quienes lo han desarrollado, declararon con honestidad: «Los niveles del tutorial en Green With Energy han sido diseñados para ayudar en la enseñanza de los principios básicos de la tecnología energética«. Por lo que no podría hacer otra cosa en este análisis de Green with Energy que no fuera recomendarlo para este fin.
Es decir, Green with Energy tiene poco de videojuego y mucho de herramienta para la enseñanza.
Conclusiones
Green with Energy es una fantástica herramienta para la enseñanza que sirve para explicar conceptos básicos sobre generación y consumo energético. Funciona como si se tratase de un simulador simplificado, dividido por niveles y con la intención de que optimicemos nuestras decisiones. En ese sentido, es un videojuego terrible: la falta de elementos fantásticos y la ausencia de narrativa hace que no tenga ningún aliciente para resultar interesante para un gamer. Han trasladado algo real a un conjunto de puzles, una traslado que si te paras a pensarlo, resulta muy lógico, y en ese sentido, brillante. No obstante, es un juego bastante anecdótico, de echarle una tarde y se suma a esto la problemática de que la realidad, de por sí, no es entretenida.
Ingeniera de minas que no trabaja de lo suyo (da igual cuando leas esto). Está fascinada por la Xbox Series S y el Game Pass.