Analizamos Commandos: Origins: ¿Aporta o aparta al género que construyó la saga de Pyro Studios en 1998?

Commandos Origins Portada del analisis en Orgullogamers

La Segunda Guerra Mundial se gana por lo bajini con hombres especiales capaces de las proezas más imposibles. Exploramos la creación del grupo de comandos más famoso de los videojuegos con Commandos: Origins.

Puede que el juego español no esté en la diana de la industria mundial, salvando honrosas excepciones, pero podemos sacar pecho gracias a una saga concreta: Commandos. El veterano grupo de Pyro Studios lanzó al mercado de PC su popular Commandos: Behind Enemy Lines en 1998, creando cátedra en los juegos de estrategia y colocando los cimientos de un género totalmente nuevo: los Real Time Tactis (RTT). Dejando un exquisito legado con tres entregas muy molonas, el estudio español nos dio el adiós en 2012 y con ello la posibilidad de ver más entregas de Commandos. Por fortuna, los alemanes de Kalypso Media consiguieron los derechos y decidieron volver a poner en la boca de todos esta franquicia con algunas remasterizaciones, además del juego que hoy os traemos: Commandos: Origins.

Aquí podrás echar un vistazo al primer nivel de Commandos: Origins.

Una saga con una historia de altibajos

Tras los mandos de Pyro Studios, Commandos vio al luz del sol con tres entregas que cautivaron al público y crítica a partes iguales. Personalmente, considero que Commandos 2: Men of Courage es su obra magna, dando a los jugadores el equilibrio perfecto entre escenarios variados, situaciones complicadas y momentos para el recuerdo. No obstante, al estudio español se le dio por explorar nuevos horizontes y decidieron volcar la saga al género de los disparos en primera persona con Commandos: Strike Force. Huelga decir que fue un fracaso (a quién se le ocurre mutar una saga RTT en FPS y aún por encima exclusivizándolo para consolas) tan demoledor que mató a Commandos… Hasta su resurgir algunos años después.

Kalypso Media, tras comprar la licencia, se apoyó en Claymore Game Studios, lanzando remasterizaciones de los tres juegos originales. Por algunas «cosas», como una censura excesiva, una optimización deplorable y la aparición de bugs que no existían en los juegos originales, esas remasterizaciones no calaron muy bien entre el público veterano. Aunque eso da un poco igual, porque vendieron bien y Don Dinero al final lo único que importa al de arriba. Gracias a eso tenemos el juego que hoy os traemos en Orgullogamers: Commandos: Origins. La «cuarta» entrega que nos llega en clave de precuela para explicarnos cómo se formó este grupo tan variopintos de héroes belicosos.

Diseño interior de una casa en una base alemana, dentro del videojuego Commandos: Origins.
Los niveles también tendrán escenarios interiores, muy recargados de detalles, pero la cámara nos fastidia un poco mucho…

Mente fría, pulso de cirujano y nervios de acero

Commandos: Origins nos traslada a los momentos más calientes de la Segunda Guerra Mundial. El frente del Eje avanza a pasos agigantados por Europa y no parece que nadie pueda pararles los pies. Pero no importa, porque los aliados han tenido una idea que puede cambiar las tornas: formar una unidad con soldados especialistas en operaciones encubiertas, capaces de infiltrarse entre las líneas enemigas para desarticularlos en las sombras y debilitarlos antes de lanzar ofensivas a gran escala.

Básicamente de esto trata este juego. Cada nivel se nos presenta ante un mapa que exploraremos desde una perspectiva completamente cenital, donde tendremos el control, en tiempo real, de algunas de las unidades de este famoso grupo. Commandos: Origins, al igual que las anteriores entregas, es un juego que precisa paciencia, sosiego e inteligencia. No es un juego donde entraremos como Pedro por su casa, con arma en mano, haciendo las masacres como le gustaría al paladar de John Rambo. Aquí tenemos que pensar bien cada movimiento, pues el error más tonto acabará con nuestros hombres y nos tocará reiniciar el nivel.

Por suerte, una mecánica que ya es capital en estos juegos es el «save scum», que consiste en guardar cada pocos segundos para cargar partida en el momento que la liemos parda. Aunque el palabro suene mal, es inherente a la experiencia, pues pasarse un nivel del tirón sin guardados rápidos es una tarea titánica solo al alcance de aquellos que hayan invertido cientos de horas en aprenderse cada mapa.

Como ya dije, este género tan sesudo, y que requiere tanta paciencia, se inventó con el primer Commandos, dejando una base que ha ido evolucionando de la mano de otros títulos exitosos como Shadow Tactics, Sumerian Six, Partisans: 1941, Desperados III, 63 Days o War Mongrels. Esto me hace cuestionarme qué puede ofrecer la saga padre del género a estas alturas de la vida.

Commandos Origins Tanque Orgullogamers
En Commandos: Origins también podremos pilotar vehículos como camiones, orugas o incluso tanques.

Un reencuentro emotivo a los mandos de los mejores personajes

El juego parte con Thomas Hancock, el Artificiero, encargado de formar la unidad de Commandos con la que aceptar misiones que desarticulen los planes más mortíferos del Eje. Junto a él, deberemos ir reclutando a los miembros conocidos de la primera entrega de Commandos: Jack O’Hara (Boina Verde), Francis Woolridge (Francotirador), Samuel Brooklyn (Conductor), James Blackwood (Marine) y Rene Duchamp (Espía). Cada uno de ellos es especialista en determinadas tareas de campo. Por ejemplo, el Boina Verde puede usar su pala para enterrarse en zonas concretas de los mapas donde emboscar a los enemigos mientras que el Artificiero puede cortar los alambres de espino con sus cizallas. Cada Commando tiene sus puntos fuertes y débiles que deberemos estudiar y explotar para salir airoso de cada situación que se nos presente.

Tengo que decir que como historia de iniciación a la franquicia, o como regalito emotivo a los veteranos como yo, Commandos: Origins es un bocado suculento. Me parece genial cómo se van introduciendo a los personajes, cómo van forjando sus lazos de camaradería en base a coñas, piques o compartiendo los problemas que les carcomen por dentro mientras las misiones van siguiendo su curso. Además, es la entrega más larga de todas, con muchas misiones, muy diferentes entre ellas, gozosas en dificultades altas y repletas de detalles con los que interactuar (usar el escenario a nuestro favor para eliminar a los enemigos, encontrar planos secretos o rescatar rehenes son algunos de tantos).

No obstante, creo que fuera de ahí, el juego me parece el menos cumplidor de toda la franquicia. Puede que esto suene muy dinamitador, pero no pongáis mala cara aún. Quedan cosas muy buenas que comentar, y también unas cuantas malas.

Commandos Origins Explosion Orgullogamers
Aunque prima ir en silencio sin levantar sospechas, provocar el caos también es una opción. El TNT es el mejor aliado para ello.

¿Commandos: Origins es el regreso que todos esperábamos?

Como dije ahí atrás, la existencia de este juego me hace temer que no esté a la altura de su legado por culpa de lo que ha ido evolucionado el género con los diferentes sucesores espirituales del mercado. Tristemente, así ha sido. Commandos: Origins no aporta nada nuevo, es más, se contenta incluso con sustraer mecánicas de las versiones anteriores, impactando en el núcleo del gameplay de una manera que, personalmente, considero que lo convierte en un título peor frente a los anteriores. Me explico, este juego prescinde de mecánicas nucleares, como las emboscadas con armas de fuego, el saqueo de enemigos o los inventarios. En su lugar nos trae los objetos como si fuesen habilidades y consumibles, sumado a la habilidad de pausar el tiempo para programar acciones combinadas, un menester en el género desde que lo implementó Shadow Tactics.

Esto lo convierte en un título más ágil, pero mucho menos profundo… y también limitado. Se nos cortan opciones a la hora de lidiar con un enemigo a nuestro alcance. Antes podíamos noquearlo, atarlo y cargarlo para esconderlo en cientos de sitios diferentes, o bien matarlo cortándole el gaznate y hacer lo mismo, a riesgo de que el rastro de sangre nos delatase. Había más opciones, como quitarles los uniformes y ponerles otros de aliados para engañar a los enemigos, colocarles cebos como granadas o tabaco, etc. Pues ahora no, si noqueamos a un enemigo, este se despertará al cabo de unos segundos si no lo arrastramos a un escondite concreto del mapa, mientras que la opción de matarlos ofrece lo mismo sin la contra de la cuenta atrás para despertar, ya que estos no dejan sangre o pistas que rastrear. En definitiva, que seremos menos creativos y nuestras acciones se sentirán más encorsetadas.

A esto sumadle que no es que sea puntero en lo visual, sonoro y técnico, como así lo fueron las entregas previas en su momento. Me he topado bugs que me obligaron a cargar la partida, o que la IA enemiga se vuelva tonta y decida atascarse corriendo contra una pared, entre otras cosas. También es un juego muy demandante de procesador. Conforme más abierto sea el nivel, y tenga más unidades enemigas patrullando, más quemará nuestro procesador, así que id preparando una buena máquina en ese sentido si queréis jugar en las dificultades altas, donde se multiplican los enemigos en pantalla de manera muy loca.

Commandos Origins Cuchillo Orgullogamers
El cono de visión nos indica hacia dónde están mirando los enemigos. Cuanto más compacto, más difícil será que pasemos desapercibidos al pasar por ellos y al realizar acciones sospechosas.

Commandos: Origins se siente como el señor Burns vestido de Jimbo

Pero no todo es malo. En lo verdaderamente importante, el sigilo, cumple con creces. El juego funciona a la perfección cuando tienen que darse las sinergias, en tiempo real, entre los personajes. Se producen situaciones muy tensas y divertidas a la hora de limpiar los mapas de enemigos sin que suene la alarma. En esos momentos siento que de verdad estoy ante la magia de Commandos y me sale una sonrisita de oreja a oreja.

Es curioso lo de este juego. Me lo he pasado bien con sus niveles, sobre todo jugando en Veterano, donde me caía hasta el sudor y resoplaba de alivio cada vez que algo me salía bien, pero siento que estoy ante un juego que se ha estrenado envejecido, al que le faltan las cosas que hacía interesantes a los Commandos originales, sumado a echar de menos los avances que aportaron Shadow Tactics o Desperados a la fórmula. Que tenga problemas de rendimiento, tampoco ayuda a cogerle cariño y no creo que la nostalgia y la felicidad, de ver cómo se conocieron estos buenos muchachos, compense a todo lo demás.

Creo que el nuevo doblaje castellano y la BSO no le hacen justicia a su legado. Echo de menos las voces originales y las pistas musicales no tienen, ni de lejos, el carisma que desprendían las de Mateo Pascual. Por lo demás, sabiendo lo limitado que es, creo que solo lo recomendaría a los que tengan curiosidad de conocer el trasfondo inicial de la saga. Hay muchas propuestas que le pasan por encima sin dificultad en Steam por dos duros, incluso la trilogía original es un bocado que sabe más exquisito.

Commandos Origins Portada del analisis en Orgullogamers
  • El "rollito" que se traen los personajes.
  • Cuando las sinergias funciona, el juego es exquisito.
  • Niveles y mapas muy detallados e inmensos.
  • Se pierden mecánicas importantes de los originales.
  • No ofrece nada nuevo al género.
  • Picos de dificultad muy frustrantes para novatos.
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