Time Treker es de esos juegos que petan a tu puerta sin hacer ruido para venderte aquello que no sabías que necesitabas.
Prácticamente podría definir así a Time Treker, un increible rogue-lite que sigue la escuela del archifamoso Vampire Survivors por estos lares, poniendo sobre la mesa el concepto de salvar el tiempo como su premisa como ya lo bien lo hizo en su momento Star Renegades. Este juego de Fuse Game, un estudio chino que ha debutado en el mundillo con esta propuesta tan molona, no quería conformarse con ser otro Vampire Survivors de tapadillo, por lo que se ha molestado en generar una identidad muy carismática a todos los niveles: visual, sonora, jugable y narrativa, como bien veremos a lo largo de este texto.
Que el Pixel Art nunca muera, orgullosetes
Una de las cosas por la que me ha conquistado Time Treker fue por lo bien que me ha entrado por los ojos. De inicio, sus artes, hechos al estilo pixel, nos dejan con varios personajes, siguiendo la corriente anime genérica a la que estamos acostumbrados, pero con ciertos toques mecánicos y colores chillones que les dotan de una chispa curiosa. Ya en movimiento, el juego se transforma en píxeles al estilo de los tiempos de SNES (superando obviamente su nivel de composición de colores, iluminación y efectos) donde, desde una cámara cenital, iremos barriendo el mapa de las oleadas incesantes de alienígenas que nos saldrán al paso.
Tal es la cantidad de enemigos que tendremos en pantalla, que comprenderemos al instante la apuesta del estudio por un enfoque tan minimalista. El resultado es más que funcional, dejándonos en situaciones de verdadero estrés visual donde no nos sentiremos perdidos por el buen hacer de su HUD efectista, el resalto correcto de los efectos y los colores (por ejemplo, los enemigos se vencen a los colores violetas para representar el peligro, mientras que nuestro equipamiento opta por colores más vivos para que sepamos, en todo momento, donde están y a qué están atacando).
Es toda una hazaña no sentir confusión en un título de este género cuando las cosas se complican, mismamente Vampire Survivors, aún tratándose del padre de este particular sub-género, no se libra de este problema, pasándole Time Treker por encima sin muchos esfuerzos.
Prepara tu meca, lánzate al abismo y a sobrevivir en Time Treker
En Time Treker venimos a una sola cosa: intentar arreglar la línea temporal de manera que los sucios alienígenas (claramente inspirados por los «bichos» de Starship Troopers) no devoren todos los planetas de nuestro sistema. Para lograrlo, tendremos que equiparnos con una servoramadura, similar a las de Avatar, y lanzarnos a la superficie de cada uno de estos planetas para limpiar la superficie, o al menos sobrevivir lo suficiente para que el planeta se pueda recuperar de los daños de la horda.
Nuestros mecas pueden equiparse con multitud de armas y módulos, que iremos desbloqueando a medida que subamos de nivel en las contiendas (cada vez que subimos de nivel, podremos escoger entre una lista de módulos y armas, como es menester en el género). Los módulos mejorarán conforme más copias del mismo consigamos, por lo que todo es aprovechable. Por otra parte, los cristales que sueltan los enemigos nos permitirán comprar más espacios para nuevos módulos, pudiendo así llevar hasta 6 armas con 4 espacios de mejoras cada una. Esto nos elevará a una posición casi celestial en el late-game, siendo auténticas armas de destrucción masiva contra los alienígenas.
Pero eso no es todo. El juego cuenta con un ingrediente procedimental para sus escenarios y situaciones, dejándonos en situaciones favorables y muy complicadas por el fruto del RNG. Incluso los escenarios de bonificación, serán decididos con una suerte de ruleta donde pueden tocarnos un surtido de mejoras más que agradecidas para el personaje, así como infestarnos el nivel con jefes más complicados de derrotar que las ganas de Johnny de pasarse otra vez Elden Ring.
Un loop maravilloso que no te soltará de la mano en ningún momento
Este sistema de mejora de nuestro equipamiento hace de Time Treker una experiencia muy flexible a nuestra situación. Cada arma puede retirarse y cambiarse por otra del inventario en todo momento, permitiéndonos experimentar con ellas lo que queramos hasta dar con esa combinación demoledora que tanto satisface a nuestro sistema dopamínico. Además, cada una tiene efectos distintos según la parte del meca donde la equipemos. Por ejemplo, el lanzallamas crea conos de fuego enfrente nuestra si la equipamos en uno de los brazos, pero si la metemos en uno de los drones, creará barridos de fuego que dejarán el suelo llameante con daño constante a los enemigos que pasen por encima del compuesto inflamable.
Esto se potencia con las particularidades de cada personaje que controlemos. De momento tenemos hasta 4 defensores de la línea temporal a los que podemos echar el guante si cumplimos con determinados requisitos. Pero tranquilos, que en el futuro ya están preparados más personajes. Cada uno tiene sus propias estadísticas, evolucionables también con los cristales que sueltan los enemigos derrotados, pero lo más destacable es su habilidad especial. La misma se despliega con la barra espaciadora y suele ser una técnica que nos sacará las castañas del fuego en más de una ocasión. Aunque consumen un porcentaje de nuestra barra de estamina, pueden explotarse de manera continuada, siendo algunas más versátiles, como los sprints, mientras que otras pueden entenderse más como «ultimates», desatando el infierno sobres las huestes alienígenas.
Claro está, como cada run es individual, y una vez se acaba perderemos todo el progreso, el juego quiere recompensarnos de alguna manera. Conforme vayamos limpiando escenarios, subiremos una barra de progreso que nos otorgará cristales y puntos de supervivencia. Estos puntos se pueden emplear en el menú principal para conseguir mejoras pasivas comunes muy potentes: resurrecciones, aumentar los rates de experiencia y obtención de cristales, empezar con determinadas armas o estadísticas potenciadas, etc. Estas mejoras serán permanentes para todos los personajes en cada nueva partida que comencemos.
Hay que fracasar antes de entender cómo se alcanza la victoria
Time Treker es un buen ejemplo de cómo seguir extendiendo uno de los géneros más populares y demandados dentro del mundillo indie. Su identidad visual no es solo carismática, sino también práctica. A nivel sonoro sabe mimetizarse con temas de sintetizador que le van como anillo al dedo a su ambientación. También está refinado a nivel jugable lo suficiente para sentir que progresamos, hasta encandilarnos con su propuesta a unos niveles de adicción semejantes a los experimentados con Vampire Survivors.
De señalar algo malo, diría que tiene algunas irregularidades en algunos momentos de tensión (que se te queda el personaje pillado con algún elemento del escenario) y que la traducción al español está hecha con traducción automática, por lo que es aconsejable jugarlo en inglés si queréis enteraros mínimamente de algo, por poco que controléis del idioma.
Por supuesto, estamos ante un early access que tiene mucho camino de desarrollo por delante, por lo que seguramente estos problemas estarán subsanados de aquí a unos meses. Debido a esto, no le pondré una nota a este análisis, aunque las sensaciones que me ha dejado no podrían haber sido más satisfactorias.
Director de Orgullogamers y el terror del SEO. Me flipan los JRPG, los Hack & Slash y los juegos con historias inusuales de esas que te dejan roto por dentro. Me encargo de que Orgullogamers no se hunda poniendo parches de cinta adhesiva.