La narrativa emocional en 12 minutes
Annapurna nos vuelve a deleitar con una de esas entregas que nos tocan la fibra y nos hacen sentir todo lo que viven sus protagonistas. Creado por Luis Antonio (responsable del apartado artístico de The Witness) y con un reparto de lujo como Daisy Ridley, James McAvoy y Willem Dafoe, 12 Minutes nos presenta una aventura point and click de bucles temporales en perspectiva cenital, donde solo tendremos 12 minutos antes de que el tiempo se reinicie, cual Día de la Marmota.

Objetivo
Nuestro objetivo es resolver una historia de misterio que cuenta con tres personajes: el protagonista, su mujer y un policía. Todo se desarrolla en el apartamento de los dos primeros, y no podremos escapar de ahí. En un primer vistazo estaremos más perdidos que un pulpo en un garaje, pero poco a poco, tras varios bucles, iremos hilando conceptos para avanzar en la resolución del misterio en solo 12 minutos.
Conversación a conversación, objeto tras objeto, iremos construyendo nuestra historia, la cual puede tomar varios caminos dependiendo de la información que manejemos. Es muy importante la observación de los pequeños detalles, llegando incluso a realizar acciones inhumanas para obtener algo de información útil para el próximo bucle.
Pero cuando logramos avanzar en la historia, resulta altamente satisfactorio, aunque también puede ser frustrante en ciertos momentos donde es fácil atascarse. Lo mejor es sentarse, conectar tu Game Pass (bendito Game Pass), y echarle horas tranquilo y con mucho ojo.

Intención
No pretende ser el juego del año, ni llegar a todos los públicos, pero nos encontramos ante una obra narrativa notable donde destaca la originalidad. Tanto las voces como el guion son excelentes y logran atraparnos desde la primera toma de contacto. El aire minimalista de los escenarios le da un toque único a una aventura gráfica original y bien trabajada.
La banda sonora, que combina tanto temas de Gardel como composiciones propias, encaja muy bien con este escenario minimalista y nos aporta un extra de inmersión en la historia. Es difícil recomendar un título así por su particularidad, pero si os gustó What Remains of Edith Finch o Inside, os lo recomiendo sin dudar. Y, por si os sirve de referencia, este videojuego ha cautivado al mismísimo Hideo Kojima, quien ha declarado que, jugándolo, le han entrado ganas de hacer otro juego de aventuras.

La narrativa emocional
Nos encontramos ante un concepto cada vez más extendido en este mundo, y que a mí, personalmente, me tiene encandilado. Aún recuerdo tener las manos temblando con Heavy Rain, llorar con Beyond: Dos Almas y, por supuesto, enamorarme de Life Is Strange.
Este tipo de juegos nos enseñan a desechar la idea de que solo la jugabilidad o los gráficos hacen bueno a un videojuego. Se centran, sobre todo, en su historia y en las diversas formas de contagiarte todas las emociones de cada personaje, acercándose mucho al cine.
Entiendo que el nicho es pequeño y que, ahora más que nunca, las ventas cobran mucha importancia, pero esto nos hace volver un poco a los orígenes de los juegos, donde la historia está por encima de todo, o como algunos los llaman —mal llamados, en mi opinión— “películas interactivas”.
Siempre fui muy fan de David Cage y de todo su trabajo con Quantic Dream, y este videojuego sigue la buena línea que marca Annapurna. Centrándonos en los 12 minutos y en las tantísimas posibilidades que tiene de acabar la historia, me atrevería incluso a catalogarlo de “experiencia” antes que de videojuego. Pero bendita experiencia«.
Puedes echarle un ojo a Twelve Minutes en Steam y pillártelo cuando esté de oferta, orgullosete.

Redactor de Orgullogamers.com