Combat School, la recreativa de Konami que nos metía en la
piel de un Marine Americano
aún estábamos pagando el peaje de la borrachera de la noche anterior. La luz,
poco a poco se filtraba por las persianas dando a la habitación un aspecto de
piel de leopardo que intentaba abrirse paso a través de la cantidad ingente del
humo de tabaco, para depositarse en nuestros cuerpos aturdidos por la fiesta
nocturna.
aún en unos oídos potenciados por la resaca, que hace que cualquier pequeño
ruido, atrone la maltrecha cabeza.
cerrado y el otro medio guiñado, para descubrir que nuestro Sargento acaba de
hacer acto de presencia y amablemente nos comunica:
Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he
chafado más huevos, que todos vosotros juntos, capullos. Estoy aquí para
comunicaros que la vida tal como la habéis conocido ha terminado. Más vale que
os vayáis al pueblo esta noche a reíros y a hacer el gilipollas, o a restregar
vuestras pichitas contra vuestras novias, o a meterla en cualquier agujero,
pero sea lo que sea hacedlo porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos
serán míos”.
juego. Antes de comenzar, a parte del cansabido intro, en esta sección de los
recreativos de mi pueblo, una breve ficha del juego. Breve apunte, más bien.
aventuras de estos Marines a los salones recreativos, fue la Ilustre Konami. Que si bien es cierto, que
ahora anda un poco de capa caída, no hay que hacerle ascos a su historia, y
siempre quedará la esperanza de “Quien tuvo, retuvo”
el principal atractivo es inmiscuirnos en la vida de un Marine Americano. Más
concretamente en su entrenamiento cotidiano, para ver cómo se forman los
verdaderos machos alfa. Por lo tanto, el juego va al grano, como en una
película porno. Desde que echas los cinco duros, ya estás en el “fregao”.
por la máquina, salvo que jugarais a dobles)
la de dos chicos que deciden enrolarse en el cuerpo de marines y con cada fase
del juego, mostrarnos como es su vida, como se van labrando a golpe de maniobra
militar que te crió, sus cuerpos y carreras militares, su vida al fin y al cabo.
Para dar contestación a esta ilustre pregunta, os dejo con El Fary
«Durante esa época, los Estados Unidos y su forma de vida, estaban
de moda en el planeta tierra. Gracias al funcionamiento de la maquinaria de la
publicidad, todos queríamos y deseábamos ser ciudadanos americanos. Queríamos
ser policías o Cazafantasmas, pilotos de
un F-14 como en Top Gun, o conductores de bólidos de la Nascar, todos sabíamos
que habían perdido la guerra de Vietnam de forma “injusta” a juzgar por sus
implacables victorias en Vietnam en el Cine.
importado formar parte de su grupo, esos veteranos de Vietnam, que triunfaban
por el barrio, o por qué no, también deseábamos conducir ese “Coche Fantástico”
por las calles de Los Ángeles o cualquier maravillosa ciudad americana que se
tercie.
una buena remesa de títulos que versaban en el ejército americano y sus formas
didácticas nos invadieron los salones recreativos y este Combat School, no era
una excepción”
Gracias Fary!! ya sigo yo.
la historia (fases)
juego (un 90% del mismo) transcurre en el campo de entrenamiento, en un cuartel
estándar de los Estados Unidos, con su correspondiente Sargento estándar. De
esos que gritan y te dicen perlas del tipo: “De dónde eres recluta, ¿de Texas? ¡No me jodas! En Texas sólo hay vacas
y maricones y tú no pareces una vaca”
la Casa Blanca, a modo de misión, la única “misión” del juego, por cierto, en donde debemos rescatar al presidente de los
Estados Unidos, de una panda de terroristas que ha tomado la Casa Blanca y
donde al fin podremos demostrar nuestro esfuerzo en el campo, haciendo gala de todas
nuestras técnicas aprendidas con anterioridad.
pista, saltando muros y pasando por la barra lo más rápidamente posible, si no
queremos morder el polvo a las primeras de cambio y nuestro culo vuelva
derechito a Alabama.
armas. Tres pruebas de tiro que se intercalan con el resto de tu entrenamiento.
Cada vez, como es natural en los videojuegos, que nos enfrentemos a una de
estas pruebas de tiro, el nivel de dificultad, será un poco más complicado, ya
que de lo contrario, no nos dejaríamos toda la paga en la recreativa. Esto último
no es mío, es de Perogrullo, que como sabéis los asiduos a la página, siempre
está presente en mis entradas.
cosa será fácil. Derribar todos los blancos posibles, sin reparar en gastos de
munición.
un campo plagado de matorrales, lagos a nado, tomar una barca y sortear
obstáculos y correr y correr hasta el infinito y más allá. Aquí hacemos de
todo, sólo falta lo del chiste, matar a un oso y zumbarse a una damisela.
diferenciador de la primera práctica. En esta ocasión debes afinar tu puntería
hacia una especie de tanquetas pequeñas que se aproximan a tu posición
describiendo semicírculos, recluta.
marine, esta fase la debemos entender como otra más de esas machadas que hacen
los soldados cuando acaban su jornada. Después de un duro entrenamiento, toca
ir a la cantina y demostrar quien la tiene más gorda. En esta fase, toca emular
a “Lincoln Hawk”, ya sabes, a Stallone en “Yo, el Halcón” y echar un pulsito
con tu compañero, hasta que las fuerzas hagan peerte.
más cortado que la farlopa de chueca gracias al pulso con tu “compi” es hora de
volver al campo de tiro. Esta vez, podemos llamarlo “Salvar al Soldado Ryan”,
ya que los blancos que aparecen para carne de tus balas, ahora se entremezclan
blancos, a los que no puedes disparar si no quieres, de nuevo, tu culo en
Alabama dar.
En esta fase, deberás entablar una buena conversación a base de hostias y
acabar con él con sendas patadas en la boca. Una vez acabado con tu sargento,
estás listo para la graduación.
cuerpo, si no de la placa del arcade, que la pobre no da más de sí para más
fases.
Blanca.
tampoco con mucho alarde o despilfarro tecnológico. En una fase que recuerda a
otros arcades como Kung Fu Masters o Vigilante en su mecánica, a saber ir en
vertical de a poco e ir acabando con los enemigos, los cuales solo precisan de
una hostia para morder el polvo, a excepción del jefe final que necesitará más
de una buena hostia en la huevera para caer. Jefe final que tiene amordazado al
presidente y que se da un aire a Bud Spencer.
Ahora entiendo tanto
entrenamiento. Imagínate que te presentas allí sin instrucción militar, Bud te
suelta una colleja que te viste de torero y a tu casa majete. Bud Spencer, una
nueva aparición en Combat School, para nuestro listado de “Actores no licenciados en los videojuegos”
nos permite esta fase si fallamos alguna de las pruebas. Es una especie de
“vida”, tal y como se entendía en los recreativos en los años ochenta. Si
fallabas una prueba, no salía inmediatamente el game over, si no que pasabas a
esta fase para intentar salvar tu culo. A golpe de joystick debías superar una
serie de “dominadas”, si había éxito, continuabas la partida. Si no…ya sabes…
dos botones?
mismo, con un escenario bélico.
usaremos para el pulso, también para las dominadas y para mover el cursor por
los campos de tiro y la Casa Blanca.
hace que este juego, bien resulte un buen entrenamiento real y nos haga sudar
la gota gorda, de ese sudor que te recorre la espalda y se te cuela por el
rajote del culo hasta llegar al ojete.
deberemos mover de izquierda a derecha el joystick todo lo rápido que puedan
nuestras fuerzas, de forma casi enfermiza si queremos prosperar en la partida.
La parte buena de esto es que ya tenías práctica con las pajillas, de modo que
no creo que sea para tanto.
“acción” es decir, disparar o repartir hostias.
oportunidad y lo probéis. Creo que un rato os entretendrá. Y si es con un amigo
a dobles, los piques están asegurados. En unos días puede que os pase alguna
entrada con el juego para que lo podáis disfrutar desde aquí.
DVD.
en Spectrum, ya que como acostumbro, me gusta mostrar al final de los análisis,
si no todas, algunas de las versiones que se portaron a plataformas caseras. Ah, y un video de El Fary, que como ha colaborado en la entrada, no puedo irme sin escuchar el tema de la mandanga.
El Fary y la Mandanga
me fio, las esquimales tienen el coño frio»
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.