El "Solar" de Ian McEwan

 El último libro de Ian McEwan es todo un grato descubrimiento para quien no conozca al autor.  Tanto el libro, cómo él mismo y su trayectoria literaria son bastante inesperados para lectores anclados en el pasado, en cierto “clasicismo” y no anglosajones. Aun siendo uno de los escritores de más ventas de Gran Bretaña, y sabiendo como buen conocedor del bussiness, que para lo comercial se trabaja, no ha dejado de tener una calidad narrativa como hace tiempo que no leía entre nuestros contemporáneos superventas, independientemente de la nacionalidad. ¡Gracias McEwan por hacer de los best-seller algo realmente legible! Dónde no sólo se tenga en cuenta un discurso alocado y estúpido, con hilos narrativos vacíos y perdidos.

Si además Ian McEwan nos regala cambios inesperados en la argumentación, detalles narrativos cinematrográficos, descripciones exhaustivas con un lenguaje sencillo cargado de divagaciones de vital importancia para la novela en sí…. ¡qué más podemos pedir!.

Así te hace sentir Solar. Novela del 2010 centrada en un personaje que no deja de recordar a Ignatius de La conjura de los necios de John Kenedy Toole en muchos de sus actos y modus operandi. En ocasiones te hace pensar que es un pequeño alter ego del escritor, me gusta pensar eso. Entre otras cosas porque uno de los pasajes del personaje de Solar, cuando realiza un viaje al Polo Norte para presenciar por sí mismo el proceso del calentamiento global, está inspirado en un viaje real que hizo en 2005 Ian McEwan al mismo lugar y ¿aparentemente bajo las mismas condiciones?

El personaje de la novela, en su más hipócrito comportamiento, realiza este viaje no para cotejar de primera mano las consecuencias climatológicas, sino para escapar de la situación sentimental ciertamente obsesionada con su quinta mujer. De aquí vemos como Mc Ewan pasa sin pena ni gloria de lo banal a lo esencial o relevante en la narración, donde además la verdadera importancia que le da el personaje es ciertamente ambigua, haciendo que lo importante sea lo más sencillo y egoísta, mientras que lo menos importante sea la supervivencia de la humanidad.

Si además el protagonista se hace merecedor de un Novel en física, pero no es capaz ni de hacerse la cama o de no romper sus gafas, estamos ante un interesante anti-héroe literario, dónde la sátira le persigue, la hipocresía, la paradoja y lo canalla. Tramoyista hasta la médula, Michael Beard, la estrella de la novela, consigue complicidad con el lector, hasta tal punto de llegar a su justificación, aunque sea un cero a la izquierda en sus relaciones humanas y tenga auténtica potra en todo lo material.

Y como decía líneas más arriba: ¿Hasta qué punto podemos hablar de alter ego del autor en la figura del Dr Beard?. Pues bien, aunque la duda cabe, desde luego es difícil pensar que un ser tan tramposo, y a veces no muy iluminado como Beard, sea un calco del clarividente Ian McEwan. Lo que desde luego no deja de ser curioso, es que este libro se gestase, tal y como antes se indicó, en un viaje que hiciera el autor en el 2005 al Polo Norte, viaje que hace partícipe al protagonista, en una de las partes de Solar de manera sorprendente y grotesca. La trampa para el lector está asegurada.

Y si de trampas hablamos, que decir de los bruscos movimientos argumentales que sufre el lector con la novela. Al que deseo que en esos momentos del libro no se encuentre en lugares frecuentados, como por ejemplo el metro, para no dar demasiada apariencia de flipado por los gestos que le puede provocar.

Pero lo que más puede gustar de su narrativa, es la dedicación y perfeccionismo de su escritura sin caer en lo excéntrico y pesado. No deja de ser una lectura fácil, dónde tal vez lo más complicado sean tecnicismos físicos, a los que McEwan presta especial atención, dedicación y certeza. Aunque estos tecnicismos pueden ser puerta de acceso para los no cultivados, no es un impedimento para proseguir perfectamente con el libro. Los textos por lo tanto están escritos con mucho cuidado y parecen muy madurados por el autor que lleva a divagar al narrador y al propio protagonista a lo largo de la novela como un elemento vivo que se deja influir por los acontecimientos. McEwan piensa hasta tal punto en su narrativa que completa las acciones en su totalidad sin dejar ningún cable suelto en sus argumentos.

En su contra… que decir, lo único: mientras que la primera parte de la novela es brillante, a partir de la segunda parte se nota algo más que el autor se obliga un tanto a proseguir con la narración. Y desde luego no deja de ser sorprendente y muy moderno, que un tema tan en auge como la globalización y la ecología sean tratados inteligentemente con cinismo, como si ya nos encontrásemos con una temática pasada de moda y con la suficiente lejanía histórica como para poder sacar una crítica mordaz. Quizá sea por la negatividad con que el protagonista incomprensiblemente trata estos temas, aunque en realidad actúe a favor de ellos de cara a los demás.

Lectura muy recomendable y acorde con el verano aunque, qué buena lectura no lo es. ¿Por qué será que la gran mayoría de los buenos libros que se leen y se recuerdan más, los hemos leído en la estación más solar?

By Sabikaorgullogamer

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Muy buena reseña, ya me lo estas dejando para leer!

Muy Interesante Sabika, me han entrado ganas de ponerme con él. Bienvenida a este jaleo en el que nos ha metido Baito.

Un saludo.

La conjura de los necios fue un libro que me marcó bastante, si dices que en algunos momentos te lo recordo, bien haría en echar un vistazo a este "Solar"

El protagonista de "Solar" recuerda interiormente a Ignatius. Aunque no dejan de actuar de manera diferente. El de nuestro "Solar" a mi parecer es más hipócrita porque Ignatius era mucho más natural en sus excentricidades. Pero claro…hablar de "La conjura de los necios" y de "La biblia de Neón" son palabras mayores. Pero es muy recomendable Ian McEwan.

Muchas gracias, espero que lo leas. Ánimo con las publicaciones.

Muchas gracias por tus ánimos.

Impresionante, libro y comentario

de nada mon bug

Muy bueno , con mucho gusto

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