Análisis de Farlands

Un alien está trabajando sobre una nave, todo ello en pixel art. La nave está en una especie de muelle de carga en una ciudad con tonalidades amarillas.

Este juego intenta seguir la estela que dejó Stardew Valley, pero la nave se estrella por el camino. Análisis de Farlands.

Eric Rodríguez se unió a la tripulación de JanduSoft para realizar un proyecto ambicioso tras dos exitosos juegos de mesa: Growing Season y Riverwood Town. De hecho, en el primer juego mencionado, ya había realizado una especie de homenaje a Stardew Valley. No obstante, en su proyecto Farlands ambicionan un resultado de otro universo, llevando el género de granjas a una ambientación espacial que todavía no brilla. En este análisis de Farlands abordaré las claves para entender este título.

¿Qué es Farlands?

Farlands es un juego de granjas. Entendiendo este género con la interpretación de Stardew Valley: no solo cultivas, sino pescas, talas árboles… y hasta vas a la mina a por recursos. La premisa también es la misma: apartarte de la vida de la ciudad para vivir una fantasía rural. La realidad es que esta clase de títulos acaban sumergiéndote tanto en una carrera de querer completar todo y obtener el mayor beneficio, que resultan más estresantes que ir a una oficina.

A diferencia del rural terrestre, en Farlands compras un planeta para ti. Con una extensión útil de… oh, sí, una granja con tierras. Tienes disponible tu nave que debes cargar para poder viajar a otros planetas que hacen de centro de ciudad o de mina, entre otros. Es decir, que el viaje entre áreas jugables, que en Stardew Valley lo hacías a patas, resulta mucho más tedioso. Más si cabe si el viaje entre estas áreas al inicio de juego, sin mejorar la nave, supone consumir muchas horas, obligándote a dormir en la nave. Donde ni tan siquiera recuperas toda la energía durmiendo, sintiendo por mi parte, que el juego no me deja jugar. Permitidme que me extienda un poco más al respecto en esta crítica a Farlands.

Un menú desplegable del juego Farlands con las mejoras para la nave espacial.

¿Por qué todo es tan tedioso?

Existen varias mecánicas clave en esta clase de títulos, tomando como referencia además Fields of Mistria o Faefarm. La primera de ellas es el cuidar de tu granja y animales, obteniendo recursos de ellos que puedes transformar y vender. Es algo que funciona desde los Harvest Moon. Por otra parte, está la ciudad, donde conoces a sus habitantes y formas parte de su día a día, ¡pudiéndote casar! Por último, destacaría las minas, donde debes abrirte paso entre monstruos para conseguir valiosos recursos como los minerales (cobre, hierro, plata…).

Es verdad que para acceder a los dos últimos puntos mencionados, debes abandonar la seguridad de tus terrenos. Pero es cuestión de pasar unas cuantas pantallas, en un ritual que vas optimizando en el tiempo a medida que conoces los horarios de la gente y conociendo el mapa.

El problema de Farlands es que la granja, las minas y el pueblo están en diferentes planetas. Así que debes pagar en recursos el poder viajar en la nave (consume combustible) y el tiempo que lleva realizar el viaje a estos destinos. Entiendo que el intentar llevar esta clase de juegos a una ambientación espacial entraña sus riesgos creativos, pero me han sentado como mil patadas.

Mismo perro, diferente collar

Como persona gallega y que tiene tierras, mantener un terreno con plantaciones es algo para nada bonito. Pero, eh, en un videojuego es algo sensacional. 5 días para que crezcan y puedas vender unas chirivías, se lo que sea eso, y haces dinero para acabar ampliando tu casa. Ojalá la vida real así.

Ojalá Farlands no fuera tan de plantar chirivías. No importa que me cambies los cultivos, si el planeta tiene sus cuatro estaciones, de igual duración. No importa que me cambies los cultivos, si tengo que usar una regadera y el resto del equipo es una azada, un pico y un hacha. Cuando te entregan estas herramientas, se bromea de lo antiguas que suponen, pero el chiste dura demasiado cuando efectivamente, las debes usar en tu granja. Granja de otro planeta al que llegas con una nave espacial. Para extraer recursos que en muchas ocasiones sólo valen para generar células de combustible.

Muchas otros desarrolladores no se mojaron en absoluto llevando el concepto a otras ambientaciones. Fields os Mistria es directamente fantasía medieval, pero añade magias. Incluye comodidades del día a día del juego y pensando en lo que la gente pide para Stardew Valley o hace real en forma de mod. Un ejemplo es saber la situación de los personajes en el mapa, que las tiendas no cierran nunca y que para craftear toma también los objetos que guardes en cofres en tu granja.

Habiendo explicado el porqué Farlands ya era tedioso, se le une el no encontrar en sus mecánicas de granja nada que me innove o algo que se adapte a una ambientación espacial. Por otra parte, sin ser un juego de este género, Starbound lo hacía mejor.

El personaje de Farlands rodeado de pequeñas tierras de cultivo. El planeta tiene tonalidades rosadas, con árboles con hojas de dicho color.

Starbound lo hace mejor (mucho mejor)

Starbound es uno de mis juegos favoritos. Salió en 2016 y es de mundo abierto. Viajas por planetas para completar una quest principal, pero puedes hacer muchas cosas más, sin límites. Lo que más me gustaba de este juego era ampliar de habitáculos la nave con los que poder a su vez ampliar tu tripulación que reclutas en tus viajes. Además, podías adornar la nave y estas áreas con muebles y elementos que recogías por los mundos. Incluso recuerdo haberme hecho una base en un planeta vacío en el que no había nada. Recuerdo haber hecho una gran plantación y pasé un buen puñado de horas en ella.

Funcionaba muy bien porque el tiempo, el seguir una rutina, no se limitaba a las 24 horas convencionales. ¿Quieres viajar? Viaja. ¿Quieres cultivar? Cultivas. ¿Quieres farmear recursos? Pues ea. Parece que por la irrupción de Stardew Valley en el mercado a la gente se le haya cuajado el cerebro y sea incapaz de concebir juegos de granjas así. Y Starbound ni siquiera es un «juego de granjas». Esa libertad es la que le falta a Farlands. Tener que regar diariamente mis cultivos no fomenta en absoluto que quiera salir a investigar otros planetas. ¿Dónde está siquiera la tecnología?

Conclusiones

Me costó bastante escribir este texto, porque no quiero en absoluto faltar al respecto al trabajo que hay detrás de este juego. Pero tampoco quiero mentir y he querido explicar sin tapujos todo lo que me enfada. No quisiera que este análisis de Farlands fuese una pataleta, un ensañamiento o un ataque, sino un repaso a las mecánicas básicas de lo que se espera en un juego de granjas. Juegos de granjas a los que Farlands no ha sabido entender.

Tratándose de un early access, espero de corazón que sus desarrolladores pongan a punto el título y me acabe tragando mis palabras. Por el momento, solo le puedo dar una cerveza.

Esta clave ha sido proporcionada por Jandusoft para su análisis.

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