Septiembre empieza y un nuevo curso comienza, con sus clases, sus extraescolares, cursillos y clubs. En el videojuego de hoy nos metemos en el análisis de Doki Doki Literature Club Plus.
Estamos ante una visual novel en la que se entremezclan las amistades, el amor y los problemas del día a día a lo Princess Maker.
Libros y hormonas revolucionadas
¡¡¡Muy buenas, querid@s Orgullogamers!!! Madre mía, qué ganas tenía de saludaros de nuevo.
El juego que os traigo hoy es un tanto peculiar, una ranurez, como The Cat Lady, de las que yo solía traeros, y he pensado que para esta reapertura no podía faltar un título de ese estilo. Pero vamos por partes.
En Doki Doki tomamos el papel de un chico que, por medio de su amiga Sayori, pasa a formar parte del nuevo club de literatura.
Nuestro protagonista se verá de repente en medio de un club de poemas con un cuadrilátero amoroso y muchas hormonas disparadas, en el cual lo último que importa es la literatura, y lo más importante es ligarte a las chicas.
Imagina ser poeta
Nuestro periplo por el juego se basa, «básicamente», en enamorar a las doncellas/compañeras del club. Todas ellas son muy diferentes entre sí y, claro, nuestro protagonista deberá conocerlas en profundidad si quiere contentar a todas.
Una de las funciones del club (la única, en realidad) es escribir poemas. Estos los haremos a modo de deberes en nuestra casa. Pasaremos las tardes escribiendo un poema, eligiendo las palabras adecuadas para camelarnos a una chica en particular.
Cada una de ellas tiene una lista de palabras favoritas; de esas palabras deberemos elegir 20 para formar nuestro poema. Sabremos que vamos bien porque la chica, en modo chibi, dará un saltito para hacérnoslo saber.
Al día siguiente, al finalizar las clases, iremos de nuevo al club y entregaremos nuestro poema. Si hemos elegido bien, tendremos una escena romántica con ella. En estas escenas nos contarán un pedacito de su vida privada y sus inquietudes.
Las chicas (Sayori, Yuri, Natsuki y Monika) también nos entregarán cada una un poema, algunos muy crípticos; otros, muy reveladores.
Jugando de verdad
A partir de aquí hay SPOILERS. Leed bajo vuestra responsabilidad.
Una vez pasamos la fase de «ligoteo», comienza el momento creepy del juego y los toques de terror. Bueno, más que terror, angustia y malestar. Aunque sustos hay, y algunos bastante desagradables.
El juego ya nos avisa desde el principio: todos los personajes son mayores de edad (más que nada por el ratio de Steam) y se van a tratar temas adultos. Uno puede pensar que se hablará de sexo o economía, pero no.
Los temas que trata van desde la depresión, autolesiones, abusos, acoso… hasta el suicidio.
En muchos indies recientes ya se abordan estos temas, pero lo novedoso de Doki Doki es que no te lo ves venir por su apariencia de «juego cuqui» de amor y amistad. Por eso, cuando el juego se rompe, tu mente lo hace con él.
Cuando todo empieza a torcerse y el juego revela su verdadera faceta, nos damos cuenta de que nosotros también somos un personaje.
El juego «sabe» que es un juego. Uno de ligar con chicas bonitas y sexys, uno que se suponía iba a ser solo de romances… pero está cansado. Está cansado de ver cómo los jugadores interactúan con las chicas y a ella la excluyen.
El juego dentro del juego
El juego es Monika, la presidenta del club. La única chica a la que no podemos mandar poemas. Una IA simple, o eso creían sus creadores.
Monika sabe cosas de nosotros. Sabe nuestro nombre real, no el que le dimos al personaje, sino el de nuestro perfil de escritorio. Se enfada si retransmitimos el juego y no le gusta que las conversaciones privadas salgan a la luz. Nos quiere solo para ella. Quiere ser la protagonista. Es lista, sabe de qué va el juego, cómo hacerlo y deshacerlo a su antojo. Puede modificar el código interno para conseguir lo que quiere.
Llegado el momento, nos tocará trastocar los archivos del juego: revisar datos, leer mails y seguir hasta una cuenta real de Twitter (sí, la de Monika) para jugar al verdadero DOKI DOKI 💓
Este “verdadero” Doki Doki cuenta las vivencias de una IA rota, que toma conciencia de sí misma. Harta de ver a jugadores pasearse por esta simulación de romance. Harta de ver cómo sus compañeras son utilizadas para crear un «mundo perfecto», sin dolor, solo con amor.
Monika nos muestra una realidad: la de la depresión, el abandono, la soledad… la de los abusos, las autolesiones y el acoso. Como ella dice: “todo es más sencillo si borras los problemas”. ¿No?
Poco a poco, Monika irá borrando a las demás chicas —los problemas— para quedarse sola. Just Monika.
¿Eso querías, verdad? Un juego solo para romancear, para recibir amorcito… Ella tiene todo eso para ti.
Conclusiones – Doki Doki
Doki Doki es una visual novel que viene a romper con el género. No es un juego al uso, y eso hay que saberlo antes de jugar. Es un juego que juega contigo… y con tu PC.
Esta nueva edición de Steam trae todo lo que incluía la gratuita, más unos cuantos añadidos muy notables y agradecidos. Para empezar, viene traducida y localizada a varios idiomas.
También incluye una interfaz nueva que te permite buscar y modificar archivos sin tener que salir del propio juego (algo que facilita mucho las cosas si somos un poco “manos rotas”).
Más cambios destacados:
- Nueva BSO compuesta por Dan Salvato, el creador del juego, que aporta una atmósfera excelente. Hay un tema en particular que da auténtico pavor.
- Nuevos capítulos para descubrir más del lore e historia de las protagonistas.
- Cientos de secretos que nos pondrán en jaque si queremos conseguir todos los logros.
Estamos ante uno de los juegos más únicos y originales de los últimos años. Tal ha sido su repercusión que hay miles de hilos en Reddit sobre su historia y protohistoria.
En definitiva, si lo que buscáis es una visual novel distinta, que rompa esquemas y os deje dándole vueltas a la cabeza durante semanas… Doki Doki es vuestro juego.
Incluso si nunca os han interesado las visual novels, dadle una oportunidad. Jugad a su versión gratuita para probarlo… Jugad a Doki Doki.
Reseña por Monika. 💓
Redactora en mis ratos libres, en Orgullogamers, en DeVuego , en Nivel Oculto y en mi blog, de mi pasión favorita: los videojuegos.