Hoy : La Era Pre-electrónica
1977 año de mi nacimiento. En una mañana soleada, en lo alto de la roca más alta de la estepa manchega, mi madre me sostenía en su regazo mientras mi padre observaba la estampa henchido de orgullo, inflando su pecho y agitando al viento su larga cabellera. Miles de personas de todas las clases, razas y religiones se acercaban desde otros confines y villas con paso firme y ceremonial a los pies de la suntuosa Roca. El cura del pueblo ascendió como pudo a lo alto de la roca con paso torpe y bastón en ristre. Se acercó a mis padres e inclinó su gastado cuerpo haciendo una reverencia que mi padre correspondió con gesto afirmativo de su cabeza. El sacerdote partió un coco por la mitad y enjugó su dedo pulgar en el agua de su interior para hacerme una especie de señal a modo de arco en mi joven frente. Tomó un poco de arena que esparció por mi cabeza, acto que me hizo emitir un leve tosido, para rápidamente tomarme en brazos y llevarme hasta el filo de la Roca donde mi pueblo esperaba paciente. El sacerdote se acercaba lentamente al borde rocoso creando expectación, y cuando ya no había más centímetros de roca que andar, me alzo firmemente hacia delante con sus dos brazos mostrándome por primera vez a la multitud que se agolpaba y que ahora enloquecia por mi presencia. Había nacido…
El Rey Jugón
Hoy no va a ser una, si no cuatro las recreativas que os traigo, de una selección que he hecho debido únicamente a su componente nostálgico, los descartes quizás para otra ocasión.
Hace mucho tiempo en un pueblo muy muy lejano…teniendo en cuenta que en la localidad donde disfruté mis años mozos entre mozas y recreativas, llevan un retraso de treinta años, no es de extrañar que este servidor conociera semejantes artilugios de la era Jurásica. Hoy traigo alguna de aquellas máquinas recreativas sin pantalla, sprites o scrolles, pero que si tenían algo en común, necesitabas una moneda de peseta, duro o cinco duros según el tiempo y el lugar para jugar.
«PinBall de la era Mesozoica rescatada de la excavación de Teotihuacan*(1) del Valle de (viva) México (cabrones!)»
La única base de datos con la que cuento son mis propios recuerdos, y no es fácil encontrar las imágenes de estas reliquias del pasado. Ateniéndome pues a las que yo jugué, única y exclusivamente, vamos a hacer un repaso de las que logro acordarme, ¿a qué jugábamos los jugones antes del Pong?
Naturalmente, algunas de ellas han sobrevivido y aún las podemos encontrar en numerosos bares y escasos salones recreativos, al no ser protagonistas de la entrada simplemente nos detendremos únicamente para nombrarlos, nos referimos al famosísimo Futbolín por ejemplo, o el Billar, los Pinball (o Maquinas del Millón como decían) o la máquina de Dardos, bueno estas dos últimas ha sufrido una actualización, los dardos tienen punta de plástico y el mueble en sí tiene más botones que la sotana de un cura el uno, o más luces que una verbena el otro con algún que otro arreglo electrónico, pero los otros dos mantienen su esencia exacta, todavía no han inventado el Taco Laser ni los jugadores de futbol articulados. Si acaso cambian los colores de los jugadores según la provincia, en Madrid es común ver el Atlético de Madrid y el Real Madrid.
A día de hoy este cuarteto es carne de macarrillas chuscos que quieren demostrar sus proezas y destrezas frente a la Choni de Moñarro a lo Amy Winehouse de turno, en las que puedes encontrar partidas o jornadas que terminan en boxeo. Aunque siempre hay claro está, honrosísimas excepciones como por ejemplo este señor que escribe y mis ilustres lectores. Nosotros somos caballeros que deciden jugar, no lo olviden.
«No vale ni media ni guarra, y si quedáis a cero escupimos el suelo y pasais por debajo Ha Ha Ha! mola tío…»
Uno que se queda fuera del podio es la mesa de Pin-pon, pero “haberlas habíalas” en el pueblo solo que en ningún bar, por lo que queda fuera de la lista. Siempre estaban en casa de algún hijo de más posibles, gracias a sus padres, que te
restregabainvitaba a su caserón a tomar limonada y jugar al “Tenis de mesa” como decían los pijos…Alguna vez ibas, pero a este Espartano le gustaba más el aire viciado del tabaco, el olor a labriego y beberse los culos de los botellines de cervezas. A día de hoy no sé cómo gozo de tan buena salud y haber salido heterosexual.
Bien; ahora las cuatro recreativas que disfruté, repartidas en el tiempo, los años de fabricación los desconozco, pero yo jugué con ellas sobre el año 1982 año arriba año abajo:
Monza
«La tecnología no es un privilegio es un derecho»
Aunque en la imagen venga 5 pesetas, era retrocompatible con la “anterior generación” y funcionaba con pesetas, la falta de medios agudizaba el ingenio, como aquel que dice.
Puro vicio. De una estructura simple como podéis observar, introducías una moneda de 1 peseta por la parte superior (ya sabéis que los ratillas dominarán el mundo), después de pedir a alguien que lo hiciera por mí o buscarme un taburete ya que mi corta estatura de infante impedía iniciar el juego. El volante hacia balancear la esfera blanca, con el circuito impreso, de izquierda a derecha. Dibujando el contorno del circuito una maderitas por donde circulaba nuestra peseta, y a los extremos de la circunferencia, el vacío. Debíamos conducir la peseta por el circuito evitando en las curvas perder la moneda por el hueco para siempre jamás, si llegábamos al final del tramo, la máquina nos devolvía nuestro “Fórmula uno” pesetero y otra vez a empezar hasta perderla definitivamente…que bien eh?!, bueno siempre la podías volver a meter en el bolsillo y mantener la satisfacción de vencer a la máquina, pero dime tu a mi para qué coño querías una peseta si no podías hacer ni el huevo con ella. Pues jugar al Monza naturalmente, eso fue sin duda lo que pensaron los que diseñaron el invento, miles de pesetas en miles de bares…son muchos duros!.
Hockey
Una variante del Futbolín de un deporte menos seguido, en este país, que el futbol, supongo que en los bares yanquis seguirá esta máquina pero aquí ya sólo queda alguna que otra en algún salón recreativo del centro de Madrid a modo de:
“- y en este hueco que ponemos Manolo!!
-Pon esa mierda de Hockey, total está criando polvo y miseria en el almacén”
Y aun así, la vi hace una pila de años junto con el G-Loc 360 de Sega, recuerden, aquella máquina que te hacia potar.
Cada jugador tiene un rail por el que asciende o desciende por el campo de forma limitada naturalmente, y con el juego de muñeca del manillar hacías rotar al jugador con su “Stick” en círculos, el resto es conocido: hacerse con el disco y anotar en la portería del contrario. Personalmente me gustaba más éste Hockey, que el pesado del futbolín, pero esta opinión no cuenta ya que a mí no me gusta el Futbol. Además los pesados eran mis colegas que se pasaban lustros jugando con él!
Baloncesto
Variante del Hockey en la que los jugadores los ponías tú. Es decir que los tenías que imaginar, de tal modo que… ¡siempre está actualizado!, sin parches ni conexiones a internet que valgan. Que quieres a Gasol? Venga Gasol!! Que quieres a Jordan, también, venga, un leñazo de Jordan al canto!!.
El campo lo ocupan una serie de pivotes que se activaban mediante un panel de botones sensibles a la pulsación del jugador , que hacían que la pelota se elevara bien a la cesta, bien al siguiente “Surco-jugador” es decir para realizar pases o bien tirar a canasta. Muy entretenido y terriblemente adictivo, si juntara todas las monedas que me he gastado en el invento podría llenar una piscina olímpica.
Bolos
«Pobrecitos, ni Vader ni Batman han podido encontrarme la foto…que tristes andan»
De esta no he encontrado imagen, me ha resultado imposible. Trataré de describirla: era una pista de bolos aunque su tamaño era parecido al de una mesa de Pinball. Dispuestos en fila se encontraban los bolos numerados del 1 al 12. En la parte interactiva, es decir donde tu jugabas, había una especie de ranura por donde echabas la moneda de duro, pero esta se podía mover de izquierda a derecha para apuntar con tu moneda al bolo deseado. Lanzabas la moneda e iba rodando con su canto hasta dar con un bolo numerado, si lo alcanzabas caían tantas monedas de duro como número tuviera el bolo, de tal manera que si derribabas el 1, te devolvía tu duro, si derribabas el 12, te caían 12 duros en el cajetín!. Naturalmente cada “pista” de bolo por donde fuera a discurrir la moneda tenía diferente dificultad por medio de ingeniosos desniveles que hacía que la moneda no impactara con las cifras más altas tan fácilmente. Tampoco era cuestión de arruinar al dueño. Una vez efectuado el tiro, la ranura por donde echabas la moneda, volvía a su posición inicial…excepto una vez que recuerdo se quedó encallada en el número 12, la dejé seca antes que el dueño del bar se diera cuenta y la retirara del salón del bar.
Toda una joya que me ha resultado imposible encontrar foto alguna. Si alguno conociera la máquina y dispusiera de fotografías de la misma, mis recuerdos se lo agradecerían enormemente.
By Baito – Orgullogamer, perdido en algún recuerdo.
Notas:
*(1) Ver Wiki: Teotihuacan
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.
¡Qué grande!
Asias!!
Yo cuando descubrí el pinball de Playboy, ta no existía nada más. Ver a las gachisas pintadas ahí en paños menores, era una distracción en la partida, pero, cuirosamente, salía muy contento… más de un ente en mí salía de allí muy contento XD. Y el bueno de "Hef" con su pipa y batín, todavía joven con presencia a lo 007 me instruyó a tener estilo… qué gran máquina.
Siempre he querido probar una de Hockey (que no air hockey, la sensación añeja del siglo XXI). Y la de baloncesto, tuve una versión más pequeña, de medio campo, o sea, sólo una canasta, que me regalaron unas navidades. Del futbolín ni hablemos, siempre será un ocio eterno sin necesidad de sprites.
Sólo me quedo fuera con el monza ese. Ni idea
El monza me resultó jodido de coj*nes de encontrar una imagen…
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