¿Por qué The Witcher 3: Wild Hunt es tan buen juego?
Si alguna vez habéis jugado a The Witcher 3: Wild Hunt, probablemente estéis de acuerdo con el título de este artículo, automáticamente. Tras 7 años a la espera, CD Projekt Red, el estudio tras The Witcher 3, ha confirmado la creación de una nueva entrega de la franquicia, esta vez en Unreal Engine 5. Todos sabemos que The Witcher 3 es un gran juego, y la mayoría de nosotros hemos visto lo que Epic Games puede hacer con su nuevo motor gráfico y su tecnología de nanites. Aún así, si no estás demasiado impaciente aún, desde OrgulloGamers queremos alimentar el tren del hype. ¿Por qué The Witcher 3: Wild Hunt es tan buen juego?
Gráficos que aguantan el paso de los años
The Witcher 3 tiene muchísimo que ofrecer en el departamento de animación y arte. 7 años después de su lanzamiento todavía aguanta el paso del tiempo. Se trata de un precioso juego medieval que ofrece una visión de la naturaleza (la cual abarca una gran parte del juego) muy simple y honesta. Cierto es que también hay juegos de esa era los cuales aún tienen gráficos increíbles, como Bloodborne o Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, pero ninguno de ellos tiene que renderizar naturaleza y follaje a tal nivel de detalle.
Desde la forma en la que la luz rebota en las hojas de los árboles, hasta el sonido del viento; los quejidos de nuestro caballo Sardinilla, los conejos, los zorros, los ciervos y los pájaros escondidos en el bosque; el típico monstruo que espera debajo de un puente a que pasemos para atacarnos, o los hambrientos lobos. Este mundo vibra, está vivo y se despliega en nuestra pantalla.
Un tono homogéneo
La mejor forma de jugar a The Witcher 3 es en nuestro escritorio o sofá, con unos buenos auriculares y, sobre todo, en PC. No es un tipo de juego que se beneficie de la dinámica de jugarlo con amigos. De esta forma podremos sumergirnos en un mundo homogéneo y bien construido en el que perdura un tono sombrío y personal. En este mundo sumido por la guerra y con lo peor del ser humano aflorando, podemos explorar con detalle una aproximación a lo que sería la sucia realidad de la sociedad rural de la época medieval feudal. Y lo mejor de todo: nosotros estamos en el centro de este mundo, podemos interactuar con él de muchas formas, y las situaciones en las que nos encontraremos conseguirán una respuesta emocional del jugador.
Un mundo abierto sin sacrificar nada
En The Witcher 3 se combina una compleja historia que impone decisiones y consecuencias en un mundo abierto. Muchas veces los videojuegos de mundo abierto se ven como un sacrificio, donde el precio por la libertad de movimiento se paga con una historia más lineal. A pesar de su formato, la historia de Geralt de Rivia en esta entrega es tan rica como en las anteriores gracias a su narrativa no lineal.
Muchos desarrolladores se encuentran con el problema de tener que controlar la libertad del jugador en los videojuegos de mundo abierto, para que el storytelling se mantenga coherente, ya sea a través de cinemáticas, dirigiendo la vista de la cámara hacia lugares específicos o incluso negando la libertad de movimiento del jugador en ciertas zonas. En este caso, el estudio polaco usó esta limitación a su favor.
El sistema de quests del juego de CD Projekt Red está basado en una estructura más abierta, que da más oportunidades a los jugadores de experimentar las historias de la manera que quieran. Si resolviéramos ciertas misiones en diferente orden, esto tendría unas u otras consecuencias en la historia. Así, el equipo de The Witcher 3 consiguió crear una red narrativa mucho menos lineal. Sin embargo, todas estas historias debían tener coherencia no solo como experiencias únicas, sino en un marco más amplio; dejar todas las historias unidas las unas a las otras, independientemente de la forma en la que el jugador las iniciara.
Para ejemplificarlo: al principio del juego podemos hablar con una señora a la cual le han robado una sartén. Esta historia se irá desarrollando, mientras realizamos pesquisas, hasta que descubrimos que la sartén fue robada por un espía para usar la carbonilla, escribiendo con ella una carta a una organización que pretende cometer regicidio.
La coherencia fuera de las principales líneas argumentales
Ya hemos hablado sobre la coherencia de la historia principal. Las relaciones que construimos con los diferentes personajes son sustanciales y coherentes. Pero, ¿qué sucede con el mundo externo a Geralt? En Novigrad nos encontraremos con legiones de borrachos por las noches, algunos de ellos buscando pelea, otros pidiéndonos una moneda o dos para poder pagar su próxima cerveza. Habrá prostitutas ofreciendo sus servicios, misteriosos encapuchados, ladrones, pescadores y navegantes, viajantes y nobles. Aunque mientras jugamos no nos damos cuenta, un mundo tangible como este, ajeno a nuestro héroe, que funciona con su propia lógica, crea grandes cimientos para todo lo demás.
Los NPCs tienen un objetivo, según Philipp Weber, diseñador de misiones de CD Projekt Red, en una entrevista a Polygon. “The Witcher es fantasía, así que no tiene que ser totalmente realista, pero siempre tuvo que ser creíble (…) Por eso, nuestros diseñadores de niveles y artistas de escenarios hicieron un increíble trabajo, y por eso ves Novigrad rodeado de campos de cultivo que dan comida a la ciudad, por eso hay líneas de suministro, por eso los pueblos de Skellige tienen manantiales de agua dulce. Este enfoque realista para el diseño del mundo también nos permitió a nosotros estar más inmersos cuando llegó la hora de contar nuestra historia, y que el mundo hablara a través de ella”.
Raro es que prácticamente todo The Witcher 3 tenga coherencia. Es algo muy extraño de encontrar en videojuegos de tal tamaño. La aventura del brujo consigue que sus aspectos se vuelvan muy personales, mientras despliega un mundo en el que el jugador no siente que debe estar en ciertos lugares para que estos existan. Aunque los mundos de otros juegos son grandes y artísticamente increíbles, a veces se sienten como un parque de atracciones al que puedes ir para hacer lo que quieras. En el continente de The Witcher 3: Wild Hunt, la sensación que tenemos es la de que el mundo seguiría a su ritmo si nosotros no estuviéramos.
Por todas estas razones, The Witcher 3: Wild Hunt es tan buen juego. Ahora solo podemos esperar e imaginar qué nos traerá CD Projekt Red con Unreal Engine 5 y una nueva historia. Desde luego, el tren del hype ha salido de la estación… y va muy cargado.
Modelador 3D y escritor junior en Orgullogamer. Yo soy el que no para de comentar las películas en el cine.