Análisis de Okami

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Si os gusta la saga The Legend of Zelda y explorar mundos basados en el folclore japonés, no os podéis perder este análisis de Okami.

Okami es un juego de acción-aventura publicado por Capcom para Playstation 2 en 2006. Aunque poco después saldría para Wii, tuvimos que esperar más de diez años para verlo en PC, Xbox One y para Switch. Siendo esta última donde lo jugué y lo disfruté. En este análisis de Okami os contaré mi experiencia, sensaciones y porqué me gustó tantísimo.

Amor a primera vista

Mi amor por Okami responde a un amor a primera vista. Desde que vi gameplays cuando fue estrenado para Playstation 2 tuve claro que me iba a gustar. Aunque no lo jugué entonces por no haber sido traducido al español (y sigue sin estarlo…). Su aspecto gráfico, que es un sublime y un buen ejemplo de cel-shading, fue lo primero que me hizo desear el juego. Por otra parte, me interesaron sus mecánicas vistosas: el tener que dibujar sus técnicas como si se emplease un pincel.

Es un juego que me recordaba a todo lo que me había enamorado de la saga The Legend of Zelda y que echo de menos en sus últimas entregas. El personaje, que es la encarnación perruna de la diosa Amaerasu, interacciona con las mazmorras y escenarios de forma libre. Dependiendo solamente de las técnicas de pincel desbloqueadas. Lo mucho que podemos explorar y avanzar depende de ellas, de forma análoga a los objetos en la saga Zelda. Esto nos ofrece un mundo abierto sin mayor límite que ese. Por lo que viajar solamente tiene barreras naturales y orgánicas, sin un sistema con niveles impostados.

Análisis de Okami

Es un juego que me recordaba a todo lo que me había enamorado de la saga The Legend of Zelda

La historia también avanza de complejidad a lo largo del título y a medida que entendemos el mundo y ambientación. Empieza con la famosa leyenda japonesa de Yamata no Orochi, la cual ya podíamos conocer gracias a juegos como Golden Sun: La edad perdida. Esta primera parte del juego nos acerca al folclore japonés que inunda todo el juego.

Más allá del primer vistazo

Para mí fue una gran sorpresa el derrotar a la enorme serpiente de ocho cabezas para ayudar a Susano a salvar a Kushi y ver que había más. Porque se producía el típico punto de inflexión que solemos ver en JRPGs y que nos atrapa por completo. Tras ese punto de inflexión se nos abre un mundo más grande y con mayores conflictos, con más técnicas y más pequeñas tareas a resolver. Me lo pasé como una enana buscando qué debía hacer en cada sitio, a veces con ayuda de guía, puesto que en diez años de espera mejoró mi nivel de inglés, pero tampoco tanto.

La música es otro aspecto que debo destacar en este análisis de Okami. Es preciosa y ayuda mucho a sumergirnos en la ambientación. Tiene toques de la música tradicional japonesa y no hay ni una pieza que no vaya a ocupar un hueco en vuestra memoria. Recurro a esta banda sonora de vez en cuando y dejo sumergirme en el profundo recuerdo que me dejó Okami.

Análisis de Okami

Además, con lo poco que me gustan los bosses, me sorprende haberme divertido tanto contra ellos. En ellos tenemos que poner en aplicación las últimas técnicas de pincel aprendidas y ofrecen retos asumibles, únicos y bastante divertidos. Eran la conclusión de mazmorras con desafíos que sí exigían mayor habilidad y desenvoltura en el juego, al menos para mí.

Por último, me gustaría remarcar el humor del juego. Nuestro personaje es un perro y como tal, lo vemos jugar, dormirse y gruñir en las secuencias, ya que no tiene voz. Issun es quien interactúa y habla con el resto de personajes, que incluso le hacen la puñeta o lo hacen rabiar.

Conclusiones

Gracias a que este título llegó a Switch pude jugarlo, y pudieron jugar las 600.000 personas que lo adquirieron, dándole una segunda vida. Tanto es así que la gente estuvo pidiendo un segundo título que, aunque no creo que lo necesita, sí hubiese alimentando todo el fenómeno fan que produjo. Me gustaría que le dieseis una oportunidad a Okami, independientemente a si habrá más juegos en el futuro. Especialmente lo recomiendo si os gusta The Legend of Zelda y la temática japonesa, porque no os defraudará. Aunque los controles y mecánicas puedan resultar poco amigables de primeras (por cómo son explicadas), no tiréis la toalla u os perderéis todo lo que ofrece y que os puede hacer enamorar de este mágico juego.

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Recuerdo seguir todas las publicaciones que hacías por redes cuando empezaste a jugar el título que nos recomiendas. Ya en su momento, el apartado artístico me llamó mucho la atención, y leyendo ahora el análisis, creo que será uno de los que pasará a la lista de pendientes por jugar (Espíritu The Legend of Zelda + ambientación con folclore japonés)

Okami fue mi salvación durante la pandemia (ese, y My Time at Portia). Desde pequeña había querido jugarlo, pero la barrera idiomática me lo impedía. Una vez eso ya no fue problema, me lo gocé. La estética, la historia, el gameplay… Quizás yo no era tan tan fan de lo de dibujar en la pantalla (era original, pero tampoco me llamaba tanto), sin embargo, la belleza de los paisajes, y el hecho de que es un juego larguísimo… Me dejó todo anonadada. Soy doña acabar los juegos rápido, y me llevó sus 60 horitas y solo me faltaron dos logros: matar a todos los tipos de monstruos (me quedó uno de una zona a la que no puedes volver), y el de tener todos los logros (ODIO ese logro XD). Pero desde luego, el mimo con el que hicieron el título se nota. Muy de acuerdo con tu análisis 🙂

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