¿Qué sucede cuando una película de un videojuego se cancela y el juego estaba desarrollándose y a punto de acabarlo? Pues te encuentras con esto. Análisis de Spy Hunter: Nowhere To Run.
» Esta tarea fue llevada por un estudio bastante irregular como es Terminal Reality, los creadores de Bloodrayne, y con una Midway ya en su fase mas crepuscular, intentando resucitar su franquicia por todo lo alto… y falló estrepitosamente». Os comentamos este desastre en el siguiente análisis de Spy Hunter: Nowhere To Run.
Imaginaros, estamos en 2004, Spy hunter, un clasicazo de las recreativas, le anuncian un film, donde se rumorea un pepino de director como es John Woo, con un pepino de actor de acción como Dwayne «The Rock» Johnson, una combinación tan genial, hubiese salido un film interesante de espías, con toques de acción, persecuciones espectaculares, gadgets locos y sobre todo el buen hacer de un director como John Woo, que en escenas de acción era un genio. Desgraciadamente, el proyecto no salió adelante, sobre 2012 intentaron retomarlo con el director de Zombieland, pero sigue en el limbo.
Paralelamente, Midway estaba desarrollando un juego en base para la película, con precisamente The Rock haciendo el mismo la captura de movimientos, ante esta tesitura de que la película se para indefinidamente, Midway en vez de cancelar el proyecto, siguen para adelante con lo que tienen, y lo acaban como medio pueden, y el resultado es algo completamente raro…un juego de una peli, que nunca se hizo.
Aunque esta franquicia se reconvirtió al 3D en 2001 con unos resultados mas que decentes y teniendo una secuela y todo. Se lanza en 2006, este nuevo reboot, cuyo resultado, deja mucho que desear.
Para empezar con esta review, intentaremos valorar primero de todo lo positivo del juego. Las fases de conducción son divertidas, con un toque cinematográfico, fluidas y muy locas. Se notaba bastante que querían darle ese tono de película de acción pasada de rosca, usando el mismo gameplay que el de las versiones de 2001, metralletas, misiles, gadgets variados, etc. Pero su defecto, eran segmentos bastante cortos, muy disfrutables eso si, pero cortos, algo en parte absurdo ya que Spy Hunter es un juego de conducción y donde el gameplay de conducción debería ser superior.
Otra cosa reseñable, es por primera vez en la franquicia de Spy Hunter tiene segmentos de tercera persona con el mismo The Rock. Bueno, o su personaje Alex Decker, donde podíamos disparar y repartir leñazos contra los lacayos de NOSTRA. Un puntazo que tenia, era que se pueden hacer los míticos finishers de The Rock en la WWE, algo simpático y bastante original.
Pero vamos a recordar que estamos ya ante la Midway decadente que sacaba juegos de calidad mediocre tirando a mal. Eran sus últimos estertores de vida, hasta que la compró Warner Bros, y ellos sus cotas de calidad, son mas altas. Y con Spy Hunter, pusieron el listón muy por los suelos.
Lo malo del juego es que se ve de forma global , que es que esta hecho deprisa y corriendo, las escenas de acción, están bugeadas, la IA enemiga es malísima por no decir de una dificultad absolutamente frustrantemente en algunos momentos, por culpa de cosas como el sigilo que no funciona bien y los tiroteos ortopédicos. Y como menté antes, que las fases de conducción, son cortas, muy cortas, lo mas probable para rentabilizar a The Rock en el juego, que les habría costado un pastizal contratarle. Pero claro, si las fases de tercera persona, son malas, pues disfrutable no es.
También para acabar con lo malo, es la historia lo mal narrada que está,. No me quejo de la trama, que es la de los videojuegos, una empresa malvada llamada NOSTRA, que quiere robar el Interceptor y su creadora para… DOMINAR EL MUNDO. Alex Decker (The Rock) debe recuperar el Interceptor, rescatar a la científica y frustrar los planes de los malos. Como dije antes, no me quejo de la trama, sino de la exposición. En muchos momentos van a trompicones y saltos de PORQUE SI, y además con ese final tan abrupto.
En conclusión, Spy Hunter: Nowhere To Run, es un juego mediocre ,tirando a malo. Algo que cualquier persona con sentido común habría cancelado el proyecto o hubiese tomado mas calma y haber exigido una calidad mas elevada; no sacarlo solamente porque había que sacarlo ya para recuperar pasta.
Decepcionante.
