Violencia y videjuegos. La pesada carga que arrastra este noble arte, frente a los ojos de las generaciones vetustas (sin Morla)
«El retrovisor del coche en mi barrio»
Siempre he dicho que locos, gente violenta o gilipollas en general, hay en todos los lados. Lamentablemente, esos mismos piezas también conducen, trabajan, nos atienden, ocupan un cargo público o lo que se tercie mandar y claro, por estadística, algunos de estos tipos, también juegan a los videojuegos. Pero no hay que confundir las cosas, ya eran así de gilipollas antes de que los videojuegos o el cine los inspirara.
Andaba yo el otro día con los compañeros de trabajo en la cafetería del mismo, cuando una compañera empezó a hablar sobre videojuegos, hijos y educación. Resumiendo el rollo, llegó a la conclusión de apartar de su hijo, en lo concerniente a su educación, todo atisbo de entretenimiento electrónico, lease, nuestros queridos videojuegos. Aludía al argumento clásico: Violencia, tiros, armas, sexo drogas y Rock & Roll, vamos, la misma esencia de la existencia. Naturalmente, no pude no intervenir.
Le pregunté: ¿Consideras el cine como algo cultural, como algo a tener en cuenta a la hora de considerarlo para la educación de tu hijo, como una disciplina artística, buena, constructiva para la mente y necesaria a todas luces?
La respuesta fue un «sí» rotundo, sin dudas, con un par.
Volví a preguntar. ¿Pondrías a tu hijo, una película porno?
No, por supuesto que no, contestó
No hay más preguntas señoría.
En el cine, como en todas las disciplinas artísticas, hay una cantidad considerable de temas o géneros. En los videojuegos, también. Y estoy de acuerdo en que no todos los videojuegos, son para todos los públicos, de ahí, que los videojuegos, también estén clasificados por edades y son los propios padres o algunas tiendas, los que se lo pasan esa clasificación por el forro de los cojones.
No estoy diciendo, que la violencia en los juegos, sea como el porno en el cine. Sólo usé ese ejemplo, como ejemplo radical. A ideas viejas y radicales, barbaridades más radicales y claras.
«Conan, ¿que es lo mejor de la vida? Descuartizar enemigos,
violar a sus mujeres, oír el llanto de sus hijos
y enviar solicitudes del Candy Crush»
Los juegos, son algo más que pegar tiros, robar coches o descuartizar a la gente, los videojuegos también son arte, cultura y un canal de comunicación para contar historias, a veces más profundas e interesantes que las propias películas en el cine. Ejemplos hay a patadas. Y si. También hay mucha bazofia y mierda cuyo pilar donde se construye el juego, sólo es violencia gratuita, pero, muchas veces, esa polémica que siempre ha rodeado a los videojuegos, entre los padres ignorantes de nuestro entretenimiento, se piensan, que todo juego que sale a la palestra ha de ser jugado por todo el mundo y eso no es así.
Ponle a tu hijo un Monkey Island o un Grim Fandango que son muy buenos ejemplos de arte, cultura y educación y déjanos a los que tenemos pelos en el sobaco y los huevos bien negros, disfrutar con un GTA o lo que se tercie. (GTA por poner un ejemplo. Pero me quedo cien mil veces con un Monkey Island o Grim Fandango que con cualquier GTA publicado o por publicar)
Los que tenemos la cabeza bien amueblada podemos asumir esa violencia como ficción, y disfrutar sanamente de ella. Por esa misma regla de tres, en el cine ¿se deben censurar las pelis violentas? ¿debe ser Disney o las pelis que «no hagan llorar al niño Jesús» las únicas que consumamos? Eso nos llevaría a un futuro (y considerad esto como ficción y final de la exposición) en el que la sociedad sería una virgen de 48 años vestida con un traje rosa y cantando «soy una salchicha Oscar Mayer» Tal y como diría Edgar Friendly en Demolition Man.
«Quiero un alto colesterol, quiero embadurnarme el cuerpo con gelatina
y leer la PlayBoy en la sección infantil: Edgar, el puto amo»
Para terminar de ilustrar esta pequeña anécdota de este humilde redactor que trabaja como administrador en sus tiempo libres y realiza batallas dialécticas en la hora del café, os dejó con un par de vídeos de nuestro ilustre caballero Jedi, el Señor Elkjun que si aún no estáis suscritos a su canal, si que me voy a poner violento. Os dejo con su arte y opinión al respecto.
Aquí, otro ejemplo de juego violento, para mentes amuebladas.
–Mario Landflyer orgullogamer –
Hasta más ver, mis queridos jugadores violentos
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.