Verano… Esa época del año donde todo toma otra velocidad. El calor aplasta durante el día y parece que el fresco de la noche nunca llegará. Largas tardes de helados, playa y cuando éramos pequeños eso de los cuadernos Santillana. Yo era el típico que los terminaba el día antes de arrancar el nuevo curso porque me había olvidado por completo de ellos… Gracias al verano. Bicis, piscina, mar, comidas, amigos, pueblo, abuelos.
Ahora, de adultos, el verano es tiempo de vacaciones. Quien pueda irá por ahí a explorar mundo. Quien no, pues se contentará con la playa más cercana o piscina del vecino. La cuestión es que ahora a lo sumo tenemos un mes de vacaciones… 30 únicos días.
Entre estas dos épocas hay unos veranos que nos conciernen a todos los aquí presentes.
Son los veranos de juventud. Los veranos que ya no eres tan pequeño como para irte a dormir a las 21:00, ni tan mayor como para solamente tener un mes de vacaciones… teníamos 3 meses y con las noches incluidas!
Esos 11 o 12 años con el ordenador encendido casi toda la noche, sudando con la ventana abierta y las gotitas para los ojos enrojecidos.
El verano es la gran época para los videojuegos ya que te proporciona tiempo. Después vas viendo que hay muchas cosas que aunque tengas vacaciones, seguro que te quitan el tiempo que querías dedicar a terminar ese juego que no termina nunca. Pero de jóvenes no teníamos obligaciones ni preocupaciones y todo el tiempo del mundo.
Como olvidar las largas noches calurosas en mi habitación con el Monkey Island 2… Esa musiquita que canturreaba todo el día en la playa o en el parque con la bici y que volvía a escuchar cada noche para resolver nuevos acertijos y nuevas situaciones. O como olvidar el día que entró en mi casa el Sim City 2000, en disquetes, para mi Macintosh LCIII. Horas buscando la mejor distribución de las calles para que no se crearan zonas de chabolas, hacer una ciudad prospera y bonita para que de repente a las cuatro de la madrugada, a punto de grabar la partida, pam! Un Robot alienígena te destruye la mitad de la ciudad… horror.
Ya no digamos lo grabado a fuego que tengo en el cerebro, cuando por casa apareció Civilitzation. El primero, el genuino y en 2D cenital con cuadriculas… Jojojojojoo ni una animación tenía. Que alucinante juegazo. La musiquita y las pantallas de píxeles muy bien conseguidas, me daban la sensación de estar jugando al juego de la vida. Larguísimo y complicado y encima por turnos. Lo de los turnos al principio va ligero de ritmo ya que no hay mucho para hacer cuando eres una de las primeras tribus sedentarias de la humanidad. Pero cuando el imperio se complica y las ciudades necesitan abastecerse y no llegua el grano para todos…El turno se queda pausado varios minutos e incluso puede que horas si juntas colegas para debatir el siguiente paso.
Hoja y boli imprescindibles para jugar al “jueguito” y con el juego en pausa, empezar a escribir los nombres de las ciudades y los pasos a seguir en cada una de ellas. Estudiar y contar cuadriculas, para ver si llegaran las unidades a tiempo para defender un ataque del imperio Prusiano.
Largas y largas noches sin dormir con esos juegos y tantos otros que seguro han llenado las noches de verano de muchos de vosotros.
A mí este verano se me presenta complicado. Vamos trampeando pero el peque de la casa da guerra, que ya está bien, pero tendré poco tiempo. Seguramente jugaré a No Man’s Sky que hace muy de verano ¿no? Esos tonos cálidos jaujauajaujau. Pero yo me refería a ese tiempo estival que recuperas esos juegos largos para acabarlos (si es posible) y que el día a día del resto del año te impide dedicarle las horas seguidas que hacen que lo disfrutes.
Yo es muy probable que entre de nuevo al yermo de Fallout 4 que dejé a medias. Echo en falta esos atardeceres con el sol cayendo detrás de una autopista semi derruida y el ruido de las ratas topo en mi sótano. Seguramente será una sesión durante una de estas noches de verano caluroso… y cuando el peque pegue un alarido pidiendo comida recordaré esas noches de los veranos de los 15 años cuando yo era el «peque» de alguien. Fliparé con el paso del tiempo y cerraré el yermo al menos hasta el día siguiente, que lo volveré a intentar.
¿A qué juegos jugareis vosotros este verano? Dejad los comentarios aquí o en twitter, nos gustará leerlos a todos, seguro.
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