» Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas, las cosas que eres, las cosas que no quieres perder.»
¿Qué os parece si abrimos la ventana del pasado y echamos un vistazo a aquellos maravillosos años 80? Una época en la que muchos de vosotros nacísteis, otros estabáis en pleno proceso de elaboración y otros , como algunos de nosotros , estábamos en plena efervescencia .
Ser un chaval en los 80 era algo totalmente diferente a ser un crío hoy día. En principio no teníamos la cantidad de posibilidades que existen en la actualidad , televisores en todas las habitaciones de la casa, teléfonos móviles para cada miembro de la familia, ordenadores capaces de abrir la página del marca simplemente pensándolo. Consolas portátiles , mil canales de televisión donde poder elegir qué series ver y cuales no …
Lo dicho, aquella fue una época totalmente diferente. Nuestros padres se dejaban bigote. Nuestras madres pagaban en las peluquerías por unos peinados cardaditos de esos que presentaban volumen y nosotros … Nosotros reventábamos las rodilleras de los pantalones una y otra vez jugando en la calle con el resto de la pandilla.
Así es … Vivíamos literal y llanamente en la calle . Ya fuera verano o invierno. En cuanto terminábamos de comer o merendar salíamos escopetados escaleras abajo a ver a quién te encontrabas. Bajabas a probar suerte . No existía ningún medio de comunicación entre colegas como los hay hoy día . Whatsapp, line, telegram, facebook, Twitter … Ni se nos pasaba por la cabeza que eso pudiese existir en un futuro . Bajábamos a la calle porque estábamos convencidos de que alguien habría , ya fuera un amigo del grupo o algún chaval desconocido con el cual jugar al fútbol, al baloncesto , al béisbol ,o a lo que se hubiese puesto de moda en aquel entonces . Y si , siempre había alguien . Horas y horas en la calle. Se pasaba el tiempo volando , y cuando te dabas cuenta de que se había pasado la hora , ya era tarde. Comenzabas a escuchar a tu madre llamando desde el balcón … -» ¡Sube, que ya está la cena! «- A partir de ahí , comenzaban todas las madres a llamarnos uno por uno para que subiéramos a casa . Y así nos íbamos todos juntos hacia los portales, comentando las mejores jugadas , las hostias que nos habíamos pegado y en resumen lo pedazo de cracks que estábamos hechos, unos figuras de cuidado.
Éramos unos jefazos muy serios. Hacíamos lo que nos daba la real gana, sin faltar el respeto a nadie por supuesto y sinceramente , es muy difícil que no aparezca una sonrisa en nuestra boca al recordar la gran cantidad de momentos pasados , porque lo pasábamos de puta madre.
Volviendo al presente me doy cuenta que siempre nos culpamos de dar a nuestros hijos demasiado . Que no les falte de nada , nos decimos a nosotros mismos. Juguetes, consolas, ordenadores … Y cuando vemos la gran cantidad de cosas que les compramos nos aparece un sentimiento de culpabilidad atroz, como si algo no estuviésemos haciendo bien . ¿Para qué comprarle otro juguete si ya tiene mil? ¿Para qué comprarle otro videojuego si no se ha pasado el anterior? Pues porque si nos ponemos a recordar aquellos años en los cuales los niños éramos nosotros … tampoco nos faltó de nada. En mayor o menor medida , antes o después terminábamos teniendo aquello que se nos metía en la cabeza . No teníamos teléfonos móviles, ni tablets, ni internet , ni todas estas cosas que ahora les compramos a nuestros hijos sin pensarlo un segundo . Pero no los teníamos porque no existían!! Teníamos muñecos de la época, bicicletas , raquetas de tenis , monopatines … Lo dicho , no nos faltaba de nada y quizás sea por eso que a nuestros peques tampoco .
Como os contaba, no teníamos redes sociales, ni nada que consiguiera ponernos en contacto los unos con los otros … Miento! Teníamos walki – talkis !! Walki talkis de mierda que no alcanzaban ni del salón de tu casa a la habitación, pero como en las películas su distancia era la de un par de kilómetros a la redonda , les pedíamos a nuestros padres que nos los comprasen simplemente para jugar . Jugábamos al equipo A , al coche fantástico , a V !!! No teníamos ni puta idea de lo que era el hype, disfrutábamos con lo que teníamos, abríamos debates superinteresantes sobre si Mc Gyver podría hacer una bomba con colacao o si la bruja avería era tan mala como parecía . Los bocadillos de nocilla que nos metíamos entre pecho y espalda rozaban la barra entera y los vicios que nos pegábamos jugando todos los colegas juntos en casa de uno al AMSTRAD o SPECTRUM de turno eran muy serios.
Y así , sin darnos cuenta, nos hicimos mayores . El radio donde poder salir a jugar cada vez se hizo mayor . Nuestros padres entendían que nuestro sentido de la responsabilidad se hacia cada vez más grande y nos daban una llave de casa. Y era entonces cuando la pandilla en grupo salía a explorar , nuevas calles, nuevos horizontes , nuevos lugares a descubrir.
Aquellos que habíamos disfrutado con las recreativas del bar del barrio y que nos dejábamos la paga rodeados de hombres bebiendo tercios o carajillos de brandy mientras nosotros respirábamos humo de Ducados , Nobel o Fortuna nos pusimos a buscar salones recreativos. Y en esos recreativos encontramos un videojuego recordado por todos y cada uno de los chavales que crecimos en aquella época . En aquel entonces vivimos el estreno de esa recreativa como el verdadero futuro.
Todo el mundo conoce esa obra de arte , ya sea dentro del sector de los videojuegos o fuera de él . Esa recreativa marcó una época. Primero porque el videojuego era una verdadera maravilla y segundo por la manera en la que fue presentado . Ese enorme mueble, ese volante, esos pedales de freno y acelerador tan pulidos que te deslumbraban si los mirabas durante mucho tiempo seguido .
Si, hablamos de Out RUN … La recreativa que junto con After Burner quedó marcada para siempre en nuestras retinas.
Aquella recreativa era perfecta para nosotros . Hoy día , la palabra emulación está en boca de todos . Pero en aquel entonces y gracias a esa maquina pudimos conocer el verdadero significado de la palabra emular . Nuestros lectores más jóvenes no lo recordarán pero ¿os acordáis de aquellos viajes al pueblo , por aquellas carreteras convencionales , por las cuales nuestros padres se jugaban literalmente la vida en cada uno de los adelantamientos a camiones y camiones ? Nuestras madres encendiéndoles un cigarrillo, nuestro padre aproximando nuestro coche al lado más izquierdo del carril para tener visibilidad y nosotros, sentados entre los dos sillones, apoyando nuestra barbilla en el hombro de papa y viendo en directo cómo el coche de enfrente se aproximaba peligrosamente. ¿Quién no apretaba el acelerador imaginario que teníamos en nuestros pies para darle un plus extra de velocidad al seat 124.? JAJAJA Buahhhh y así una y otra vez , y otra … Y otra . Recorríamos 450 km en unas ocho horas y llegábamos al pueblo destrozados de tanta tensión acumulada en el viaje.
Con Out Run podíamos emular a nuestro padre conduciendo un coche de verdad. Nos sentábamos en la recreativa, colocábamos nuestras manos en el volante, graduábamos el asiento para poder alcanzar bien los pedales y a jugar. Introducíamos nuestras cien pesetas en la ranura y lo primero que nos llamaba la atención es que podíamos elegir la emisora de radio que queríamos escuchar. Qué barbaridad, eso era un lujazo y lo demás verdaderas tonterías . Tres eran la posibilidades musicales que podíamos seleccionar , 69.2 Magical Sound Shower , 74.6 Passing Breeze y 80.3 Splash Wave … Cada una con un estilo propio , geniales . Pedazo de banda sonora que tenía el juego, acompañaba perfectamente durante nuestro viaje por aquellas carreteras sorteando vehículos . Una musiquilla que se metía en la cabeza y que tras un par de partidas no podías quitártela de la mente en toda la tarde . ¿En toda la tarde digo? Para ser sinceros debería decir en toda la vida . Han pasado 30 años y la tenemos muy presente . Excelente el trabajo musical que realizó el maestro Hiroshi Kawaguchi . Conseguir que sus melodías perduren a lo largo de la historia videojueguil tiene muchísimo mérito.
Tras elegir la música ya solo nos quedaba colocar las manos en el volante, empujar la palanca de cambios a baja velocidad y apretar el acelerador a tope para disfrutar de una carrera vertiginosa contra el tiempo. Sorteando vehículos y camiones, tomando las curvas a máxima velocidad y flipando literalmente por conducir un Ferrari Testarrosa junto con una pedazo de rubia al lado. Nuestras mentes todavía no estaban del todo calenturientas pero sabíamos que el hecho de que nos acompañara una rubia … molaba
75 segundos de tiempo teníamos para poder superar la primera fase, Coconut Beach y tras esta e intentando conseguir guardar los máximos segundos posibles en cada fin de etapa, teníamos que atravesar cuatro etapas más para alcanzar la meta final . Una totalidad de quince caminos , estructurados en forma piramidal , elegidos por nosotros dependiendo de si girábamos a derecha o izquierda en el final de cada una de ellos … y que nos permitían seguir diferentes rutas alternativas para poder presenciar los cinco finales diferentes que nos obsequiaba el juego . Si todo iba como debía y el dueño del salón recreativo no había subido la dificultad de la máquina a niveles máximos … en unos 6 minutos terminábamos la partida. Colocábamos nuestras iniciales el el tablón final de puntuaciones mientras nos despedía una música tranquila y relajante , «Last Wave» y que estoy seguro estaba colocada ahí para bajar poco a poco nuestras pulsaciones y nuestro estado de emoción . Lo dicho qué guapo estaba el Out Run.
Excelente la obra atemporal que creó el genio Yu Suzuki en 1986 con esta maravilla de juego de carreras. Como siempre ha reconocido , su experiencia y el éxito cosechado al crear el juego de motos Hang-On le motivaron muchísimo para crear un juego de carreras de coches, su verdadera pasión . Y supo aprovechar lo que en aquel entonces nos apasionaba a todos. ¿Qué coche pilotar? Todo un pedazo de Ferrari, rojo … El sueño de todo chaval en aquellos años y por qué no decirlo … hoy día . Su argumento tenía mucho que ver con la película «Los locos de Cannonball» una comedia americana donde las carreras entre diferentes conductores eran vertiginosas y cuyo objetivo era atravesar los EEUU de costa a costa, sin reglas, sin normas … Más o menos el mismo objetivo que tendríamos años después que superar en Out Run .
Hubo conversiones para prácticamente la totalidad de plataformas de la época … SPECTRUM , AMSTRAD , Master System, Megadrive, Commodore 64,Msx, PC, Turbograft, Sega Saturn, Play 2 … Y también aparecieron diferentes secuelas, OUT RUN 3D , Turbo Out Run, Out Run 2 … Pero ninguna de ellas con el carisma y las sensaciones que transmitía la recreativa original . Ojo, la recreativa del mueble completo, porque Out Run había que jugarlo en su mueble original, sentadito, con tu cenicero junto a la palanca de cambios, sintiendo como el viento imaginario acariciaba tu pelo al ir en un descapotable . Jugarlo en el mueble de pie, aún costando más barata la partida perdía toda su esencia … Y si, el juego era una barbaridad de bueno, su sensación de velocidad , sus graficazos, su música, su excelente jugabilidad , pero esa experiencia de conducción había que realizarla como era debido . Más o menos los que nos pasa hoy día con cualquier juego de carreras ¿no? Se pueden jugar con mando pero hay que hacerlo con volante para poderlo disfrutar al 100%.
Tomar la última curva justo antes de la recta de fin de etapa, escasos de tiempo … Ufff cuántas veces nos decíamos una y otra vez … Vamos que llego … Y llegábamos !!! Y a seguir apretando el acelerador de la misma manera que hacíamos cuando nuestro padre adelantaba a un camión . Curiosa la mente humana , no recuerdo ni lo que he comido hoy … Pero esos recuerdos los tengo bien presentes en la memoria . Cosas que nos presenta la ventana del pasado , un lugar que tenemos que revisionar de vez en cuando para entender mucho mejor el presente .
Hasta aquí la entrada de este fabuloso Out Run, como siempre os digo , espero que os haya entretenido la entrada … Y ya sabéis, para cualquier cosa , MasterC… Digo , @orgullogamer. Un saludo compañeros.
Chuni Jesús @chunitin
La sabiduría humana se encuentra en estas dos palabras… Esperar y confiar. Conde de Montecristo. Redactor con la e rota del teclado en Orgullogamer.
Madre mía, que de recuerdos de infancia ochentera los que he revivido gracias a tu genial introducción a tu genial post. Efectivamente (¿o efectiviwonder?), así era, tal cual, para todos y cada uno de nosotros. Jugar en la calle y sin dispositivos electrónicos de ningún tipo, las máquinitas en plan "Rescue boat" o "Donkey Kong" como mucho, y ya. Me ha encantado y hasta emocionado un poco.
Mira que no soy mucho de juegos de carreras y cochecitos, pero el Out Run es un título indispensable, una experiencia por si mismo que marcó una generación. Pedazo de juego.
Gracias por escribir esta reseña. Ánimo y éxito.
De las primeras recreativas con volante que jugué, era un flipe el cabinet.
Recuerdo la primera vez que vi OutRun, fue el primer juego de carreras donde se veía el carro y la carretera "bien definidos" y me impactaban ver cada vez que el carro se estrellaba, era muy "realista" especialmente para alguien que venía de jugar Need for Speed en una XT monocromática 😀
Yo fui de la generación "frontera". Los que comenzaron a dejar de jugar en la calle y comenzar a estar horas frente a una consola, en mi caso la genial Atari 2600. Saludos. 😀