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Este mes está siendo interesante. Desde todo el tema Battlefield, pasando por la salida del nuevo Doom… En lo referente a videojuegos, hay bastantes cosas para distraerse.

El caso es que con el lanzamiento del último título de Naughty Dog, se ha originado una enorme polémica debido a cierto análisis del Wasington Post que redujo la nota del susodicho videojuego en Metacritic. Esta polémica me hizo pensar en cierto asunto que muchas veces he debatido con gente, y que como parece ser que nunca he hablado sobre ello, pues bueno, ahí voy.

A pesar de lo que pueda parecer, valorar algo es difícil…, bueno, valorarlo objetivamente es difícil, cabe concretar. Estamos muy acostumbrados en el mundo de los videojuegos a vivir con notas, y análisis por doquier cada vez que un nuevo título importante sale a la venta. Y detrás de ello hay un arduo trabajo.
Y es que dar una opinión sobre un videojuego es fácil, tan fácil como poner un comentario en un vídeo. Pero cuando se trata de valorar de forma objetiva e imparcial, sabiendo que esta labor tiene un gran peso en mucha gente que leerá tu valoración y decidirá gastar su dinero o no, entonces la cosa se complica.

Hay muchos factores determinantes cuando debes analizar algo. Un videojuego, con todo lo que conlleva, más allá de lo meramente visual, plantea muchos factores mas a tener en cuenta. No es lo mismo valorar un juego de un genero en el que se es novato, que hacerlo respecto de un nuevo título de una saga que llevas jugando años.

No es solo una cuestión de ver si los gráficos han mejorado. La jugabilidad, el pasado que pueda tener la saga a la que pertenece el título, la innovación y otros aspectos, son difíciles de valorar por una sola persona. Factores como la nostalgia, la experiencia previa dentro de géneros concretos, etc, pueden condicionar mucho el resultado de un análisis. Todo esto no es complicado de entender, y creo que mucha gente lo da por hecho cuando se dirige a uno de los muchos portales web para ver que dicen del videojuego que lleva esperando desde hace tiempo.

Y cuando de por si es difícil valorar algo, mas arduo si cabe resulta englobar esta valoración en una escala; si, me refiero a una nota de 1 a 10, que tan bien conocemos todos.
Esta forma de establecer una valoración final en el mundo de los videojuegos se lleva utilizando prácticamente desde siempre, pero creo que, debido a la evolución que está teniendo la industria y el medio en general, este método se antoja algo obsoleto.

Y mas aun, cuando los videojuegos ya no solo buscan ser entretenidos cuando los gráficos ya no son tan importantes, cuando la jugabilidad está siendo relegada en parte para buscar otras posibilidades en los videojuegos. Ahora un juego puede simplemente, querer contarte una historia. Puede tener una jugabilidad que incluya algún mensaje, alguna lección. Los gráficos, aunque quizás poco llamativos, pueden tener una intención artística. Tantas cosas subjetivas; tantos factores que influyen en el valor de una obra, que pretender englobar con un simple número es ,casi me atrevería a decir, ingenuo.

Por suerte esto parece que está cambiando. Hoy día, muchos de los que se dedican a hablar sobre videojuegos, bien en artículos como este, bien en vídeos en youtube (u otros sitios), tratan muchas veces de recomendar el juego mas en función del publico al que van dirigidos, en lugar de ponerles una nota sin mas que los posibles compradores tomen como referencia de calidad.

Además, alguna que otra web, también ha empezado a optar por adoptar otras formas de análisis. (Sin ir mas lejos Eurogamer dejó de usar notas en sus análisis el año pasado, si no recuerdo mal).

Sin embargo, ¿quiero decir con esto que usar notas es totalmente negativo?…

NO exactamente.

Como dije antes, un número no sirve para valorar todos los aspectos influyentes en un videojuego, pero cuando se trata de muchos videojuegos, y dentro todos ellos de categorías similares, con grandes similitudes, las notas si pueden tener una finalidad de ordenar en función de contenido, calidad técnica, duración media, etc. Esto es, de aspectos verdaderamente cualitativos. De esta forma creo que podrían seguir teniendo cabida las notas en el mundo del periodismo de videojuegos.

A pesar de que se quedan cortas para poder expresar todo lo que un videojuego puede ofrecer, las calificaciones numéricas no se usan tanto porque si. Ofrecen una forma sencilla y rápida de englobar todas las consideraciones posibles de un análisis de cara a los que quizás no busquen nada complicado o simplemente quieran saber si merecerá la pena un videojuego, mas allá de que a lo mejor solo lo jueguen una vez unas pocas horas o días para después caer en el olvido.

Por ello no hay que desmerecerlas, pero si hay que dejar claro que a día de hoy no pueden seguir estando a la vanguardia del periodismo de videojuegos, o por lo menos, no como hasta ahora. Con la evolución del medio, deben evolucionar las formas de hacer periodismo de videojuegos, y con ello, los tan importantes análisis.

Espero que poco a poco se cambien las formas tradicionales para contribuir así a que el medio avance, empezando por nosotros, aficionados a los videojuegos que ven en los videojuegos algo mas que meros productos en escalas de 1 a 10.