En primer lugar debo disculparme por llevar tanto tiempo sin escribir nada. Me temo que este último mes me han surgido «ciertos contratiempos» que me han mantenido demasiado ocupado, mas de lo deseable. Es por eso que no he podido proseguir con la siguiente parte de mis «reflexiones videojueguiles». En su lugar, para denotar que sigo vivo, he decidido escribir este artículo.
Como permanezco en tal situación de ocupación a día de hoy, voy a comentar brevemente algo que me está llamando la atención últimamente, y de lo cual he escuchado opiniones muy diversas. Empezaré por aclarar que es lo que me llama tanto la atención; no es otra cosa mas que la gran cantidad de juegos/trilogías que están encaminándose a entrar en el grupo de las «sagas».
Todo esto llevaba rondándome la cabeza desde hace un tiempo, y cuando hace un par de días surgió el rumor de una posible presentación oficial de Dark Souls 3, fue cuando decidí dar mi opinión acerca de este tema.
Ya empieza a resultar un tanto extraño que las empresas de videojuegos sigan el mismo camino que aparentemente está siguiendo la industria del cine, como bien atestiguó por su parte Doug Walker (Nostalgia critic) en uno de sus vídeos (aquí el vídeo mencionado subtitulado en castellano: vídeo)
Al igual que el, no tengo nada en contra de que se realicen secuelas. Es normal que la gente sienta cierta nostalgia por lo conocido, que se sienta mas cómoda con ello. Es esa nostalgia lo que mantiene vivas algunas sagas que nacieron antes que muchos de los que compran videojuegos hoy día. Pero la pregunta es hasta que punto se puede llegar a exprimir un nombre. ¿Donde está el límite de lo deseable?
Call of Duty es probablemente la gran referencia en ese aspecto, «prostituyéndose», teniendo una entrega cada vez con mayor frecuencia, otorgando a sus creadores ingentes cantidades de dinero. Assasins Creed ha sido su gran sucesora en lo relativo a entregas, teniendo cada vez mas títulos bajo su marca. En el caso de Dark Souls, y que conste que yo soy un fan acérrimo, no creo que sea lo correcto alargar la saga innecesariamente. Dark Souls 2 salió el año pasado, y después de Bloodborne, sería conveniente a mi parecer aguardar un tiempo.
Lo que está claro es que cuando algo funciona, se trata de exprimirlo hasta donde sea posible. Esto en principio no necesariamente tiene que ser algo malo, pero la historia y la experiencia ha demostrado que generalmente eso no acaba del todo bien. Sin embargo, me sorprende ingratamente ver como esta actitud de la industria de mayor nivel es aceptada sin pestañear por legiones de fans que simplemente no quieren ni pensar en la idea de que sus juegos favoritos se queden relegados al pasado. Cuando veo que sale un nuevo Mario Kart, o un Nuevo Assasins Creed, y contemplo con resignación como recaudan millonarias cantidades de dinero, me da que pensar sobre el rumbo que está tomando la industria…, y sobre la comunidad de jugadores, aunque de esto ya hablaré en otra ocasión.
Por otra parte, eso no quiere decir que no salgan juegos originales. !NI MUCHO MENOS!
Actualmente el crecimiento de la industria está permitiendo que cada vez existan nuevas propuestas a cada cual mas novedosa y particular. Y yo me alegro fervientemente de ello, pero me preocupa la industria de primera línea. Las grandes compañías que son las que al fin y al cabo tienen expectantes al gran público todos los días.
Creo sinceramente que deberían esforzarse más por intentar hacer cosas nuevas. Está muy bien que saquen una secuela años después desde su antecesor. Está muy bien que no quieran acabar con sus grandes iconos.
Pero cuando te das cuenta de que una saga de tal prestigio como Final Fantasy está a punto de tener su título nº 15 (sin contar otros juegos aparte no pertenecientes a la saga principal), sabes que hay un problema. Y debido a ese problema, yo me pregunto.
¿Qué está pasando en la industria?
PD: No me he alargado mucho y tampoco he expresado algunas ideas que tengo al respecto por falta de tiempo. Me alegrará que expongas tu opinión en los comentarios para que debatamos sobre este tema.
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Muy sencillo, lo que pasa es que ahora todo son grandes super producciones. Antes, un juego no era un desembolso tan grande y apenas lo hacían un puñado de personas.
Ahora un juego, incluyendo publicidad, puede irse a mas de 100 millones de dolares y centenares de desarrolladores. Las distribuidoras, si tienen que elegir entre una nueva franquicia, que vaya usted como venderá, a una asentada, que vende sola, van a por lo seguro.
Hacer una entrega mas supone ahorrarse costes al reaprovecharse un montón de cosas, ya sean gráficos, historia o diseños. Una nueva franquicia significa empezar de cero.
La única solución que veo viable, es que como el cine, se compaginen las grandes, las medianas y las pequeñas producciones. Eso si a precios diferentes.
Buena reflexión. Comparto esa llamada de atención y comparto el comentario del señor Sikus. Una vez que tienen una buena cartera las grandes compañías, deberían arriesgar un poco y sacar, aparte de nuevas Ip´s, nuevas formas de juego, no se como llamarlo, nuevos géneros? o evolucionar los existentes por lo menos, que llevamos décadas jugando a las mismas formas, con escenarios cada vez más elaborados.
Entiendo que el desembolso para hacer un juego, haya crecido de forma exponencial, pero repetir lo mismo una y otra vez, a la larga puede resultar contraproducente y acabar con lo que ellos temen, que un juego no sea rentable.
Sin ir más lejos, por poner un ejemplo, la saga Call of Duty. Creo que el último que compre, fue el modern warfare 2 y ahí me plante. Estaba cansado de jugar a lo mismo. Conmigo, han dejado de ganar, que se yo…300 euros en entregas posteriores?
Hay un mercado minorista, que puede resultar muy rentable si lo comparamos a los grandes mercados de la industria. Sin ir más lejos, el ejemplo de Randals Mondays. Un juego para un determinado público objetivo. Como yo. Público que entiende el contexto del juego, y no le quema los ojos ver ese tipo de gráficos, que a decir verdad, los encuentro nostálgicamente excelentes.
También me gusta el otro espectro de público objetivo, el destinado a las grandes producciones. Ahí si voy a exigir, ya que si me gasto 80 pavos en un título de nueva generación, quiero ver tecnología derrochando por los cuatro costados y propuestas nuevas. Estoy un poco hasta las pelotillas del "fuego y cobertura!”.
La suerte del videjugador, es que podemos mirar al futuro. El futuro siempre es incierto, pero nuestra mejor baza como jugadores es que tenemos un vasto océano de títulos del pasado, que ya han demostrado su valía y están listos para ser jugados por primera vez.
Un saludo camaradas 😉
La tuya es una opinión compartida por una enorme cantidad de jugadores, que vemos cómo cada vez más nuestra biblioteca de videojuegos parece una casa real, con el mismo nombre repetido incontables veces con números para diferenciarlos. Esto contrasta con la enorme variedad de títulos y temáticas que tenía esa misma biblioteca no hace tanto; digamos cinco años atrás. Con el crecimiento de la Industria se han multiplicado los ingresos, pero también los costes. Esto es un problema mayor del que parece, pues el enorme coste de producción de un juego limita la creatividad y las ganas de aventura de los desarrolladores; que acaban teniendo que "venderse" a sus inversores y sus intereses. Y los inversores, lógicamente, prefieren invertir en un Call of Guty o GTA que vende 10 millones de unidades seguras que una serie nueva que puede triumfar o fracasar, pero para laq que, en cualquier caso, esos 10 millones superarían las mejores expectativas.
A ésto hay que sumar el ambiente hostil y la politización de los videojuegos. No quiero meterme en ningún fregado, ya que es un simple comentario, pero simplemente hay que ver el movimiento GamerGate, y sus motivos; una prensa de videojuegos cada vez menos compuesta por jugadores o por gente que disfruta de los propios videojuegos (Poligon llegó a decir que todos los juegos eran estúpidos), pero que no para de usarlos como campo de batalla para crear nuevas polémicas y avanzar una agenda política. Es mucho más sencillo para un estudio (ya sea enorme y solo piense en el dinero o sea pequeño y quiera solamente abrirse un mínimo camino con el que ganarse la vida) crear un videojuego que no sea novedoso en nada, que repita fórmulas de éxito aceptadas en lugar de arriesgarse a innovar y que se le echen encima lobos oportunistas de la prensa.
Así al final es como se estanca un medio de expresión; así hemos acabado con una industria del cine basada en refritos y con una industria de videojuegos donde los títulos estrella son secuelas de los juegos que reinaron una década atrás, sin apenas novedades que traigan aire.
Lo que pasa es que estas compañías le dan al público lo que quiere. No nos engañemos ni pongamos excusas pseudo-intelectuales. Estos juegos se han convertido en sagas interminables porque la mayoría se los come con patatas (o como diríamos en mi tierra…con papas, jejeje). Es la realidad, la ley de la oferta y la demanda…esto es lo que gusta y esto es lo que nos dan…porque es rentable, jajaja.
Mientras les sea rentable seguirán con lo mismo. Y como han dicho por ahí, se ahorra trabajo si reutilizan lo ya hecho anteriormente y sólo lo modifican lo suficiente adaptándolo a los tiempos que corren para que a la gente se le caiga la baba. Pero el día que dejen de comprarlos a mansalva se les acabará el chollo.