Primeras impresiones de eFootball PES 2020

No se asusten jóvenes, eFootball PES 2020 sigue siendo nuestro PES de toda la vida pero con algunos cambios bonicos como las pesetas.

¿He dicho bonicos? He dicho bonicos. Y es que esta nueva entrega de PES es aún mejor en cuanto a fotorrealismo. Jugadores (de los partners), estadios y ambientación nos meten dentro del deporte rey como nunca antes. Mejorando este aspecto año tras año Konami se va poniendo las pilas para competir contra el Frostbite de EA.

Pero vayamos al grano

Cuando rueda el balón (… ¿a ti también te ha sonado a Camela?)

Las primeras sensaciones con el balón ya en el campo y rodando es que otra vez nos da la impresión de que está vivo. Los controles cuando viene un pase fuerte o por alto, o simplemente un balón previamente despejado se antojan mucho más complicados. Peor si el jugador es más malo que pegar a un padre. El balón tardaremos a bajarlo para ser controlado de forma normal.

Me da la sensación que los pases en profundidad vuelven a llegar con más facilidad como pasó en 2018 y -al menos con Messi- los pases en profundidad elevados, es decir: triangulo + L1, pueden llegar con más facilidad. Era un histórico en PES que ese pase -a menos que el jugador que lo recibe tuviera mucho recorrido y espacio- llegaran a buen puerto. Pues esta vez si lo probáis vais a ver que sí llegan algunos. Ayuda tener un gigantón como 9 puro para que los baje claro está.

He detectado por primera vez en muchas ediciones que la locución se equivoca de nombre. No recuerdo haberlo vivido antes pero con el balón en posesión de Ronaldinho, la locución suelta: «ahí va Messi…» ojoplático.

Y por supuesto sigue el clásico post pitar una falta el arbitro, si se nos queda la cámara con al que jugamos y no salta la animación de turno, puedes ver choques de trenes entre jugadores y el arbitro. Auténticas cargas ilegales dignas de expulsión directa.

En cuanto a las porterías de nuevo el otro clásico anual. Si el año anterior los porteros son imbatibles al siguiente parecen un coladero. Hombre este año no me atrevo a soltar la palabra «coladero» pero ojo que al palo corto entran muchos chicharros que el año pasado mejor pasar atrás para no desperdiciar la ocasión.

En definitiva pocas novedades en cuanto a sensaciones. Continuista como siempre en mejorar la física del balón y chutar (que sigue siendo un absoluto placer). Las novedades vienen básicamente en los modos de juego. Una Master League que cada vez se parece más a los NBA 2K; muchas más escenas cinematográficas y más profundidad en la gestión con especial énfasis en los entrenadores. Y el modo estrella My Club que acarrea todo el peso del juego online. Especial mención a los menús de los jugadores, rehechos para una mayor clarificación de las estadísticas de cada uno.

Un versión mejor que la anterior pero con el claro convencimiento de que la gente de Konami ya no hacen las cosas para competir con FIFA; más bien cada uno va a lo suyo y fin. Eso sí, cada vez tenemos más clubs que se hacen partners de Konami y eso implica un fotorrealismo en sus jugadores y movimientos que no tiene competencia.