¿Es gratis? Sí, es gratis, pero siéntate un momento, que te voy a contar…
Si tengo que describir cómo me siento o qué es lo que pasa por mi mente al estar redactando estas líneas, lo primero que se me ocurre es una frase bien sencilla: «Johnny, ya estás criticando otra vez cosas que no deberías criticar». Argumento válido; cierto como la vida misma. ¿Qué hago criticando a empresas que ofrecen juegos gratuitos sin esperar un solo céntimo a cambio? ¿También son el demonio, como el resto de modelos de negocio que he criticado en mis anteriores artículos? ¿Es que tu sed de crítica hacia la industria de los videojuegos es insaciable? ¿Qué será lo próximo, criticar negativamente The Witcher 3? ¿Vomitar bilis sobre Gabe Newell?
Sí, esto es lo que pienso. Que me alimento de la ira y termino criticando cosas que no debería. Por eso voy a separar el artículo en dos partes bien diferenciadas: lo bueno de los FTP y lo malo. No he venido aquí para convenceros de que los juegos gratuitos también son Satanás, sino para destapar que no es oro todo lo que reluce y reflexionar sobre que incluso lo que se nos ofrece gratis tiene un truco, a veces, muy difícil de percibir.
EL MAYOR MERCADO DE JUEGOS GRATUITOS: LA APP/PLAY STORE
Como todos sabemos, la mayoría de los videojuegos para iOS y Android son gratuitos e incluyen microtransacciones dentro del propio juego. Las hay de carácter leve, de carácter mayor, de carácter intrusivo y de carácter «esto no hay dios que se lo pase sin pagar». De esto hablaremos unas líneas más abajo.
Lejos de criticar a las desarrolladoras de videojuegos FTP, siento admiración por ellas, ya que se lo juegan todo a una carta: «Hemos invertido dinero en esto, pero cabe la posibilidad de que nadie pague por nuestro producto». Ahí está el riesgo y a la vez, ahí está el negocio, porque para disminuir este riesgo de que nadie pague y obtener beneficios, no se le pueden meter microtransacciones de carácter leve al juego. Y si se hace, debe de ser un juego de bajo presupuesto para que los 4 pardillos que suelten la pasta por él consigan amortizar la inversión.
Las microtransacciones de carácter leve vendrían a ser las que ni mucho menos son necesarias para disfrutar del juego al máximo, siendo el contrapuesto de las intrusivas, que serían casi obligatorias para seguir avanzando y mantener un ritmo de satisfacción alto en el consumidor (si no fuese porque se dejase la mitad de su cuenta bancaria a golpe de tarjeta).
En el mercado para móviles, la mayoría de juegos, por suerte, incluyen microtransacciones de carácter leve y solo aplicaciones gratuitas muy selectas tienen en mente lucrarse hasta las cejas incluyendo pagos intrusivos. Ahí tenemos ejemplos como Candy Crush Saga (y sus innumerables derivados), Two Dots, Mobile Strike, los jueguecitos estos de «farmear» y un reducido, pero a la vez amplio sector de géneros que tienen un denominador común: las joyas o moneditas que debes comprar con dinero real y que, sin ellas, el progreso del juego se convierte en un auténtico infierno, casi obligándote a aflojar la pasta si quieres superar ese nivel que se te resiste. Y a eso, amigos míos, yo ya no le llamo Free To Play, sino manipulación.
Hablemos ahora de las caras de la moneda en el mercado de los FTP. Esta clase de juegos tienen tres derivados (la cara, la cruz y el canto) a los que yo (y mucha otra gente) llamo: Pay To Win (parte mala) Play To Win (parte buena) y Wait To Win (el canto de la moneda). Una miserable «L» separa el cielo del infierno en el caso de «Pay» y «Play».
EL PLAY TO WIN (EL BIEN)
Dentro de los FTP encontramos los denominados Play To Win, la cara amable de los títulos gratuitos, aunque sin estar ausente de microtransacciones, todas ellas de carácter leve e innecesarias para disfrutar del juego. En un PTW, pagar tan solo conseguirá hacernos sentir mal, ya que la gracia del título está en jugar para ganar; no centra sus esfuerzos en que paguemos si queremos llegar al final y lo único que conseguirán los que aflojen la pasta es llegar al mismo final que los que no lo hagan, con unas ventajas de las que se puede disponer también con el sudor de nuestra frente. En resumidas cuentas y como he dicho antes, la mayoría de los juegos para Android son de este tipo y no suponen para mí ningún motivo de crítica negativa.
Ejemplos pueden ser: Badland, Zombie Highway 2, Kingdom Rush, Alto’s Adventure, Robot Unicorn, Hill Climb Ricing o Jetpack Joyride.
EL WAIT TO WIN (EL LIMBO)
El canto de la moneda se caracteriza por ser el limbo entre el bien y el mal. Una clase de juegos en los que podemos llegar al final sin soltar un duro, pero tendremos que tener bien vigilado el reloj, por si acaso llegamos a nuestro cumple de los 80 años sin haberlos terminado.
El WTW pretende ser amable con nosotros, pero se le intuye un casi imperceptible gesto malévolo en su sonrisa. Nos está diciendo: «quieres llegar ya al maldito final y lo sabes… y para ello solo tienes una opción. Hazlo. Hazlo. Sabes que no puedes resistirte». Como su nombre indica, en estos juegos deberemos esperar largo rato entre partida y partida para seguir progresando. Juegas 1 hora y esperas 2. Juegas 2 horas y esperas 4. Cuanto más juegas y más avanzas, más tienes que esperar para seguir con tu aventura hasta llegar al punto de la exasperación. Tú único modo de reducir la espera es pasar por caja, pero no quieres hacerlo, porque sabes que con el tiempo, el problema se resolverá solo… pero es tanto tiempo que… mira, mejor lo desinstalo antes de hacer una locura.
Los WTW son, quizás, los juegos que más atracción generan a los usuarios a pagar. Suelen ser los juegos más adictivos de la Play Store y, al obligarte a esperar y detener así tu insaciable sed de juego, te ponen en un compromiso al tener que decidirte por invertir tu dinero en restar tiempo y seguir jugando o ahorrarte unas perras y pasarte 5 horas con el mono encima.
Aún así, estos juegos no me suelen generar rechazo, ya que soy un tipo bastante paciente. No son tan amables como los PTW y pueden generar algún que otro enfado si su tiempo de espera es desproporcionado, pero tampoco son de los que vamos a ver a continuación.
Ejemplos pueden ser: Adventure Capitalist, Rayman Adventures o Dead Triger 2.
EL PAY TO WIN (EL MAL)
Sustituiremos las siglas para diferenciarlos de los «Play To Win». Pasaremos a llamarlos los «FYTW» (Fuck You To Win). Estos juegos, recien horneados y salidos del mismísimo caldero de Satán, son los que han provocado la ira que me ha llevado a escribir este artículo.
Los FYTW jugarán con nuestras mentes de las formas más descabelladas posibles tan solo para conseguir lo que alguien que adquiere un juego FTP no quiere: PAGAR. Estos juegos nos están diciendo en nuestra cara: «has adquirido un juego gratuito porque no quieres pagar para divertirte, pero no te equivoques, voy a convertirte en adicto a esta mierda y te voy a poner por delante niveles imposibles para que, al final, decidas cubrirme de billetes». Esta basura son las tragaperras de los bares, trasladadas al sector del videojuego.
«¡PASEN Y JUEGUEN! SON ADICTIVOS Y HARÁN LLORAR A TU CARTERA» |
Un FYTW tiene dos disfraces para conseguir engañar a los más débiles: Estos juegos pueden mutar y adoptar la forma de un amable PTW al principio, para hacernos creer que vamos a comernos el mundo y a superar todos sus niveles sin soltar la pasta. Cuando el amable PTW ya nos tiene agarrados por las pelotas y somos adictos, pone en nuestro camino un punto de inflexión (que suele ser un nivel imposible) y se transforma ante nuestros ojos en un FYTW. Tu mente es incapaz de asumirlo e intentas destruir la barrera sin pagar, pero se resiste y se vuelve a resistir, una y otra vez hasta que llegas a la inevitable conclusión de que no pasarás de ahí si no es pagando. Y lo peor es que si nos tienen bien cogidos, lo acabaremos haciendo. Y la pesadilla volverá a repetirse en niveles posteriores.
El segundo disfraz de este ruin modelo de negocio es el de WTW, al estilo Candy Crush o Two Dots e incluso Cut The Rope 2, del cual hablamos en un artículo anterior. El juego es un amable PTW al principio, pero cuidado, porque su sistema de vidas lo convertirá rápidamente en un WTW. Llegados a un 25% del juego, nos cascarán ante nuestras narices la barrera del nivel imposible y, tras agotar nuestras vidas, deberemos esperar horas hasta restablecerlas y volver a intentarlo. Introduciríamos el juego en la categoría del limbo, de no ser porque al recuperar las vidas y probar de nuevo, volvemos a fallar y así una y otra vez, por lo que el tiempo de espera puede antojarse infinito. ¿La única solución? Pagar. No es un Wait To Win, ya que el tiempo de espera para avanzar no es fijo y proporcional a lo que jugamos, sino que está pensado para que tiremos la toalla y decidamos aflojar la pasta.
Ejemplos pueden ser: Candy Crush y derivados, Two Dots, Cut The Rope 2 o Angry Birds 2.
LA DUDA DE LOS FREE TO PLAY ONLINE
Terminamos este análisis de los Free To Play con los juegos gratuitos de enfrentamiento multijugador. ¿Como categorizarlos? ¿En cual de los tres modelos deberían estar? Antes de juzgar, debemos saber que los FTP online incluyen ventajas para aquellos que pagan y recortan contenido a aquellos que no lo hacen. Dentro de los FTPO podemos distinguir dos variables y también hay una buena y una mala.
La buena: el juego incluye microtransacciones en los objetos que pueden solucionarle la vida rápidamente al jugador que paga, pero todos y cada uno de los objetos pueden adquirirse simplemente jugando y desbloqueándolos con dinero del juego, por lo que alguien que pase su tiempo íntegro de vida jugando a ese juego puede ser igual de poderoso que quien haya pagado. En resumidas cuentas, esta clase de juego se pueden clasificar entre los PLAY TO WIN.
¿Inconveniente?: quienes pagan tienen un plus de ventaja sobre los jugadores que no lo hacen y casi asegurada su victoria, aunque solo de manera temporal, hasta que el otro jugador adquiera con el tiempo sus mismos objetos. Ejemplo de esto, aunque sin ser FTP, es Halo 5 y su sistema de REQ, que aporta ventaja a quienes pagan, pero solo hasta que yo consiga sus mismas armas y les abra el culo a todos. Id a comprar la vaselina que me queda poco.
«Los REQ de Halo 5 provocan desigualdad, pero se desbloquean jugando» |
La mala: el juego incluye objetos Premium que solo serán desbloqueados con dinero real, sin posibilidad de pagar por ellos con dinero del juego. En este caso se crea un abismo entre los ricos y los pobres. El jugador sin blanca puede desvivirse por desbloquear los objetos gratuitos más poderosos, pero JAMÁS llegará a ser tan poderoso como el ricachón que lo tiene todo y parace y oso grizzly enfurecido con su arsenal imbatible de objetos Premium. En una batalla encarnizada entre un equipo de pobres y uno de ricos, se sabe quien va a ganar antes incluso de que empiece el jaleo.
Un FTP con objetos Premium debería tener PROHIBIDO llamarse FTP, ya que el mismo juego te está diciendo «PAGA PARA GANAR». FUCK-YOU-TO-WIN. Y un FYTW hemos dicho antes que más que gratis, es manipulación.
Dicho esto, podemos concluir que los FTP sin objetos Premium son el bien, el PTW. Por el contrario, los FTP con objetos Premium son el mal, el FYTW. De esta forma tenemos clasificados también los juegos online.
Y la inevitable conclusión y recomendación es la de siempre: no os dejéis engañar por lo que puede parecer un Free To Play con buena intención, porque lo que empieza siendo un agradable paseo gratuito se convierte en una autopista repleta de peajes. Elegid bien a que jugáis y siempre lo pasaréis genial sin hacer sufrir vuestra cartera.
Buenas tardes, sed felices y jugad mucho. ¡Nos vemos pronto!
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Ni a sus dos fundadores, sin los cuales esta gran aventura no sería posible: Fernando Villa y Mario Roda.
Otros de mis artículos relacionados con esta injusta industria:
John – Orgullogamer – ¡Que ataque más Free To Play!
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A veces escribo cosas en este santo blog. Remarco el «a veces».
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