Los diez mejores inventos de la ciencia ficción

«Los mejores inventos de la ciencia ficción»

El otro día paseando por la calle de camino al curro, mi mente empezó a viajar por los mundos de Yupi, como de costumbre, debido a un estímulo que está presente en la mayoría de los mortales cuando nos dirigimos al trabajo o nuestros quehaceres: el transporte público. ¿Cuanto tiempo empleo a diario dentro de un autobus o metro? ¿Y cuanto a la semana? ¿Y al año?…el resultado de mis ecuaciones me llevo a un resultado de sobra conocido por todos: un huever. Demasiado tiempo. Tiempo que empleo en viajar por los mundos de Yupi, leer alguna que otra novela viejuna o actual, o estar pendiente del Twitter en mi móvil para teneros controlados…¿es posible que esté hablando demasiado de mí, descuidando la obra?

Demasiado tiempo perdido. Esta «original» reflexión la fusioné con mi otra pasión a parte de los videojuegos: el cine. Y más concretamente el cine de ciencia ficción…y bueno…resumiendo, que empecé a pensar en un montón de cacharros que serían de extrema utilidad para mejorar nuestra calidad de vida en nuestra rutina diaria y de ahí pasé a preguntarme: ¿Cuales eran los mejores inventos paridos por la ciencia ficción?

Y como hacía mucho tiempo que no hacía una entrada tipo «lista de la compra» pues eso, que gracias a los viajes en metro, se me ocurrió reunir una serie de aparatos de invención ficticia, para aplicarlos en mi día a día o no…

Los diez mejores inventos de la ciencia ficción 

«Nota del autor a lo perogrullo: Esta entrada carece de total y absoluto rigor científico…por
si acaso…es más, carece de rigor asi, en general»

«Otra nota del autor. El número no es en absoluto un baremo ni medición del mejor al peor. No es un top 10. 

10 – Teletransporte de «La mosca»

Y ya que el origen de esta entrada se encuentra en el transporte, ¿que tal si empezamos por un invento de la ciencia ficción, relacionado con el transporte? Se que los hay más sofisticados, como los empleados y aparecidos en Star Trek, pero nunca he sido muy «trekkie». Mi referente en el mundo del teletransporte fue el aparecido en la película «La mosca», más concretamente en su remake de 1986 con Jeff Goldblum junto a Geena Davis como protagonistas y no la de 1958…que le vamos a hacer…en esa época yo tenía 9 años y no me voy a tirar ahora el pisto de cuñado fílmico diciendo que vi la original con 4 años de vida… luego si…si la vi…cuando las musas cuñadas visitaron mi ego. 

Un inventazo como la copa de un pino. El poder desplazarte en cuestión de segundos a cualquier parte, no solo de la tierra, si no del cosmos…si es que encuentras un vehículo estelar que pueda llevar la segunda cabina a los confines de la galaxia claro…

Pero no nos adelantemos tan pronto a la conquista del universo…conformémonos  de momento con tener una cabina de teletransporte en casa y otra en el curro.

El cacharro está francamente bien…perooo…hay un pero…ya sabéis el dicho: Nada como los Japoneses para hacer cacharros, nada como los Americanos para venderte el cacharro, nada como los Españoles para sacar pegas al cacharro…

El aparato en cuestión no está del todo perfeccionada y existen una serie de normas para su correcto funcionamiento. No puedes viajar mezclando cosas organicas con cosas sintéticas. Y no puede viajar más de un cuerpo orgánico por cabina si no quieres ver como te fusionas con una mosca o con tu camisa de «Emilio Tuchi». 

De modo que si estabas pensando usar el aparato para ir al curro, más te vale enviar primero el taper con la comida si no quieres ver como de tu cuerpo brotan lentejas o garbanzos. Procura enviar también algo de ropa, que alguien te la guarde, o bien tenerla a resguardo en tu taquilla, ya que cuando llegues al curro estarás con la bandana al aire dando pollazos por las esquinas.

Pero no tiene que ser solo su aplicación para acudir al trabajo. Otra aplicación para las cabinas de teletransporte nos la enseñó Hommer. Se sitúa una cabina en el frigorífico y otra en el salón. De ese modo, puedes coger tus cervezas sin moverte del sofá. Bendita ciencia…ficción. 

9 – El microondas de El quinto elemento

Que puto coñazo es llegar de trabajar hasta las pelotas y tener que empezar con la segunda jornada laboral en casa. Lavar los platos, poner la colada, pasar los suelos si toca, cambiar sabanas, planchar si también toca…y como no…preparar la cena de hoy y la comida de mañana. Coñazo marinero pero necesario si no quieres alimentarte mañana del aire.

Y es en este preciso instante, cuando echo en falta el siguiente invento de ficción. El microondas que aparece en casa de Vito Cornelius en el Quinto Elemento y que a Leeloo le parece gustar más que a mi. Un binomio excepcional. Pastillas y aparato para hidratar las pastillas. Imaginad tener preparada cualquier comida en un segundo. Un pollo asado, un cocido madrileño o unas croquetas de jamón que tanto nos gustan. Se acabó el cocinar. Pastillazo y al microondas. Eso si…se pierde un poco el encanto del bebercio mientras preparas la comida. A menos que tengas el gaznate del tamaño de un capacho, capaz de hacer que te soples dos o tres cervezas en lo que pasa un segundo. Imaginad una reunión de vuestra hueste para hacer una barbacoa y ésta se hace en 1 segundo…menudo coñazo.

8 – La máquina del tiempo

Con la máquina del tiempo me pasa lo mismo que con las cabinas de teletransporte, que mi referente es el DeLorean de Regreso al Futuro. Máquinas del tiempo hay tantas como películas que tratan sus viajes (Perogrullo, always en mis entradas, buscalas, reunelas y envialas por correo postal para entrar en el sorteo de un taper de croquetas). Pero no me negaras, que no ha habido una máquina del tiempo más cojonuda que el DeLorean de Doc. Sí, es posible que su inventor ficticio fuera HG Wells, pero Doc la actualizó para que resultará totalmente deseable. La lleno de amor y «suaj» a partes iguales.

Si no has fantaseado alguna vez con viajar en el tiempo es que no has tenido «infansia». Poder ir de acá para allá saltando en el tiempo. Visitar épocas antiguas de la historia de la humanidad y conocer a personajes ilustres como Don Pimpón o Espinete. O viajar al futuro para ver qué progresos nos ha deparado la ciencia y qué retrasos nos ha deparado la política.

7 – Aeropatín de Regreso al Futuro

Siguiendo con Regreso al futuro…El Aereopatín de Marty Mcfly. Que no es de Marty…que es del chaval al que se lo guinda…temporalmente..todo hay que decirlo…»temporalmente»…irónico ¿no?

AeroSkate, Si señor. Este cacharro tiene que estar si o si en una lista de los mejores inventos de la ciencia ficción. Una pasada de juguete. Me pregunto que sería capaz de hacer Tony Hawk con uno de estos. Las cucamonas malabaristas serían de infarto. Imagina la cara de ilusión que pondría tu hijo si un día le vienes con un regalo así. Imagina la cara de los padres de los demás hijos cuando lo vieran en el parque. No se me ocurre mejor aplicación para la vida cotidiana de este peculiar skate, que la de provocar la envidia de tus compañeros de paternidad.   

6 – Disco duro en la mollera

El siguiente invento de ciencia ficción, si que le encuentro bastantes aplicaciones para la vida moderna. Un disco duro en tu cerebro. Con conexión «usb» para la descarga de datos mediante cable húmedo. Supongo que en las siguientes versiones que sacara «Sapplegsung» pondrían algún tipo de wifi o algo sumamente modérnico e inalámbrico para no andar con el cable colgando desde el colodrillo al Pc como si fueras una babosa eléctrica. 

También habría que mejorar la capacidad del disco duro implantado. Creo recordar que en la película donde aparece este invento, en Johnny Mnemonic, la capacidad de almacenamiento era de 80 gigas…160 gigas si usaba la aplicación para duplicar la memoria. En 1995, fecha del estreno de la peli, estas cantidades de gigas eran una auténtica burrada!! casi de «ciencia ficción» 160 gigas!! pero que me estas contando loko!!! Para que os hagais una idea…por aquel entonces mi flamante Pentium II con windows 95 tenía un disco duro de…atención….300 megas. MEGAS…nada de gigas. Pero a día de hoy, si nos implantaramos un disco duro de 160 gigas no tendríamos ni para instalarnos el parche del FIFA 18.

¿Aplicaciones de este invento en la vida?: Pues imaginaros tener semejante invento en la cabeza. Como si te incrustaran tu «aifon» en la mollera. Acceso inmediato a toneladas de información. Serías el dios de los exámenes, el cuñado de oro en los bares…y sobre todo…piensa en el váter…la soledad del trono…y todo el porno del mundo sólo para tus ojos…y mano.

«Jugando al Karate Kid con las Oculus Rift»

4 – La criogenización 

Una pausa que refresca. Eso siempre me ha parecido. ¿Que sientes que no encajas en esta sociedad maldita? pues te congelas un par de siglos y en paz…eso si…al despertar vas a estar un poco entumecido y desorientado. Vas a estar más perdido que tu primera vez en Ikea. Pero visto de esa forma, es decir, la de saltarte tu época, puede considerarse una forma de viajar en el tiempo algo peculiar. Este viaje implica pérdida y nula capacidad de retorno. Pero viajar…se viaja. Puede que con este viaje temporal te encuentres con ciertos problemas con los recuerdos de la gente a la que apreciabas y querías, posiblemente estén decrépitos o muertos…pero es que lo queremos todo! o se viaja en el tiempo o se quiere. Las dos cosas no. 

Pero hay una aplicación mucho más interesante para esta nevera del futuro. Un criogenizador como el aparecido en Demolition Man sí tendría yo en mi casa, aunque a mil jodidas millas de distancia de los fines o propósitos que tiene «la nevera» en la película. No quiero tener esto en casa para montarme mi crioprisión personal. Para esos sigo prefiriendo la antigua usanza y que sigan picando piedra y cargando yunques. No, para eso no…lo necesito para una aplicación mucho más seria: Enfriar la cerveza.

«Descongelar sólo en caso de invasión Charlie…dios miooo no siento la croquetaaa»

Un buen criogenizador en casa. Y a ser posible portátil. Siempre me ha llamado la atención un invento que hiciera lo contrario que un microondas, es decir, enfriar en segundos. Te imaginas que llegas a casa, con tus latas de birra recién compradas, más calientes que el cenicero de una autoescuela, las metes en el cacharro, dos minutos y «Clin» frías como la mirada de Bond. 

3 – Neuralizador

Por fin puedes poner fin (valga la redundancia) a tus tormentos, a ese remordimiento de conciencia que te entra al día siguiente con tu resaca a flor de piel, tras una larga e intensa borrachera con tus «espartanos». 

Las lagunas temporales se van aclarando a medida que pasa el día y te atormenta lo que recuerdas. Como si de una exposición fotográfica se tratara, se va colando poco a poco en tu cerebro ese momento en el que hiciste «el muñeco de nieve» como lo llaman tus amigos…un clásico y un éxito de público y crítica consistente en poner tu desnudo y borracho culo en pompa, dibujarte un par de ojos en las cachas…una zanahoria…y bueno…el resto lo dejo enteramente a tu capacidad de deducción… Y te las creías tan feliz al despertar y sólo lamentar ese dolor de cabeza.  Ésta o cualquier otra estampa o situación tormentosa se resuelve delante del espejo. Marca la fecha y…fogonazo al canto!! claro que primero has de «flasear» a todo testigo de tus gestas…

2 – Sable laser

Hay un momento muy importante en la vida de todo amante de la saga galactica de George Lucas: La primera vez que presencias el encendido de un sable laser.

Y dirás tu, pues vaya cosa!!…no de este modo… He tenido la suerte y el privilegio de llegar a ese momento virgen, como Maria Santísima. Tendría yo unos cuatro años (esta edad puede variar en otros artículos…fallos de memoria) cuando vi por primera vez «Una nueva Esperanza» que por aquel entonces ni se llamaba así. Era «La guerra de las galaxias» a secas. Hasta el logo que se aleja de Star Wars era «La guerra de las galaxias»…momentazo bizarro.

Gracias a la no existencia de internet, llegabas  totalmente desinformado y desinflado de Hype. Te proponías a ver qué es lo que te habían preparado y dejabas cualquier idea concebida aparcada en el trastero. Nunca había visto nada así en el cine. Cada minuto de metraje era una continua sorpresa. Empezando por esa increíble introducción, con esa nave interminable que pasaba y pasaba y no dejaba de pasar. Momentazo tras momentazo…nunca vi nada igual. La película seguía y llegabas al momento en el que Luke está con Obi Wan y éste le entrega el sable de luz de su padre. Un arma noble, para tiempos más civilizados. Aprieta el botón y…¡¡magia!!. Nada volvería a ser igual en mi imaginarium frikuno. 

«Lucas Trotacielos»

El sable laser…Uno de los mejores inventos de la ciencia ficción sin duda. Todos y cada uno de nosotros hemos soñado con empuñar uno de estos. Pero uno de verdad, como en las pelis, nada de un tubo de plástico con una luz dentro. Luchas épicas entre Jedis y Siths…¿qué bando escoges?…

Y se me ocurren aplicaciones para la vida cotidiana. Imaginad por un momento su aplicación en la cocina!!…¡¡cómo tiene que cortar un bicho de estos el Jamón Serrano!!… Te descuidas un poco y te corta el jamón, la jamonera, la encimera de la cocina y medio cojón en un solo paso.

1 – La inmortalidad a través de la Clonación

El mejor invento de todos sin duda, ya que por extensión, este invento nos permite disfrutar de todos los anteriores por siempre jamas. 

Trascender a tu otro yo. Carne y sangre. Tu cuerpo sólo es el vehículo de tu conciencia…la conciencia es tu verdadero yo. Si logramos hacer una copia de todo tu «yo» e instalarlo en otro cuerpo a ser posible clonado del tuyo, (o elegir algo más atletico no estaría mal) el resultado es la inmortalidad…¿mas o menos no? Siempre surgen dudas…por supuesto…¿sería yo mismo este nuevo «yo» clonado y»trascendente»?  

Hablar de clones y de ciencia ficción enseguida nos pone en la pista de Star Wars. Pero no. Me gusta más la clonación aplicada a la inmortalidad que la clonación con fines militares.  No he usado esa referencia para elegir el mejor invento de todos, de modo que aparquemos por el momento las maneras de Palpatine. 

Mejor me quedo con la clonación del «Sexto Dia» de Arnold Schwarzenegger (y aprovecho para meter autospam) ya que en esta pelicula se da el caso que comentaba al principio de la copia de tu «yo». En esta peli, no solo clonan tu cuerpo serrano, si no que por el mismo precio clonan tu mente, a Cárdenas se la clonan gratis porque apenas ocupa megas. De este modo se consigue crear la auténtica inmortalidad sintética. Que para un primer acercamiento a la eternidad, no está mal ¿no?

Y hasta aquí mi repaso por los mejores inventos de la ciencia ficción. Estos son los míos, no tienen porqué coincidir en su totalidad o en parte con los tuyos. Si crees que algún invento de ciencia ficción es mejor que los expuestos, estoy impaciente por escucharte…o mejor dicho…leerte. Déjalo en los comentarios y completaremos el circulo…juntos, dominaremos la galaxia como padre e….vale ya me he ido por los mundos de Yupi…

Hasta más ver.