Expectativas vs Realidad – Así nos venden la moto

 Cuidado con lo que compramos

   Modo Furia Activado.

   Año 2015.
Hoy por hoy. En este preciso instante. Un tema de actualidad que preocupa a
muchos jugadores y lo que es más: los cabrea, como a mí. Nos toca la fibra y se
nos hincha la vena de la cabeza; nos hace saltar de la silla, dar un puñetazo
sobre la mesa y gritar “basta, poned fin a este engaño”.

   Pero por más que gritemos, que opinemos y
que expresemos nuestro descontento, una preocupante gran mayoría sigue
comprando sin pensar qué diablos es el producto que adquiere y con sus actos,
sigue dando rienda suelta a aquellos que se ríen de nosotros desde sus sillones
de cuero negro, señalándonos con el dedo con una media sonrisa y un fajo de
billetes en la mano y murmurando:

   -“Seguid comprando mi producto, diablillos,
que el próximo año me voy a esforzar aún menos
para la segunda parte, pero os
lo venderé igualmente invirtiendo toda mi fortuna en una colosal campaña
publicitaria para que esta cagarruta que me ha costado un par de meses de
desarrollar, parezca el juego definitivo que todo el mundo quiere tener en su
casa.”

«CEO de Ubisoft: ¿tú qué crees, Rayman? ¿Se tragarán nuestra
siguiente estafita o no? Jeje, ya veremos :D»
   Repito: año 2015, hoy, ahora, en este
instante, un empresario está diciendo estas palabras. ¿Cuál? No lo sé. ¿De qué
compañía? Tampoco. Lo único que sé es que en su cabeza revolotea la idea de
vender un producto muy mediocre corriendo un telón de purpurina resplandeciente
por delante para que parezca bonito (anuncios televisivos, entrevistas donde
habla sobre la suprema calidad de su juego, maletines que corren de mano en
mano para que se hable bien de su producto, millones de dólares en inversión para que su
juego se dé a conocer
positivamente en revistas, carteles, anuncios en el cine
y otros medios de información, etc.)

   Así, señores; así es como nos venden la moto.
Con campañas publicitarias masivas (y en muchísimas ocasiones engañosas) en las
que solo se ven las bondades más superficiales del videojuego, pero en las que
se omite cualquier punto negativo para que el demandante solo vea florecillas.

   Y esto siguiente es muy importante: sé que
mucha gente afirma que parte de la culpa la tenemos los demandantes por
adquirir sus productos y seguir incitando a que se fabriquen; vamos que la
mitad de la culpa es nuestra. No voy a negarlo. La mitad de la culpa es nuestra
por seguirles el juego a estos estafadores y en parte somos responsables del
desastre, pero me atrevo a decir que la mitad de esa mitad de la culpa recae en
la pobre gente ignorante que cede ante las mentiras que se nos cuentan y que no
abre un poco los ojos para ver lo que hay más allá y compra ciegamente el
producto.

   ¿Queréis que os proporcione ejemplos de
algunos de estos videojuegos? Estoy seguro de que sí.

   El más reciente es de este mismo mes y
podréis decir que tiro por el camino fácil para hablar sobre este tema, pero
luego os daré más ejemplos para que veáis que no es algo que me preocupe desde
hace 10 días y por lo tanto lo esté hablando sobre caliente. Os aseguro que llevo
mucho tiempo caliente ya.

«Nominado a los GOTY es lo que dicen por la TV. Yo mejor me callo…»
   The Order: 1886, que seguramente sean los
minutos que dedicó el equipo en desarrollar este producto.

   ¿Cuántas veces habéis visto el anuncio de
este videojuego en la tele? Yo lo he visto una media de 6 veces al día y
escuchadme bien: solo veo la tele por la noche y hasta que me duermo, así que
no puedo imaginar la cantidad de millones invertidos que habrá tras la campaña
publicitaria de este juego durante el periodo de tiempo de emisión del anuncio.
Y los anuncios no salen baratos para el que oferta el producto, podéis
informaros en cualquier sitio de ello.

   Aparte del anuncio televisivo, habrá
aparecido en revistas y tal y tal e incluso pude ver hace una semana una
especie de documental de más de media hora de duración en el que se hablaba
exclusivamente de The Order y obviamente nada se decía al respecto de sus
puntos negativos. Lo cubrían de gloria.

   En definitiva, la campaña publicitaria hizo
que The Order: 1886 pareciese el maldito juego caído del cielo y cubierto de
oro que todos esperábamos y antes de su salida los analistas y expertos en el
mundo del videojuego lanzaban alabanzas sobre su carátula.

   Voy a ser rápido y tajante: su nota en Metacritic
actualmente es de 65/100
.

   ¿Podéis explicarme qué nota es esa para un
producto que prometía el paraíso?

«¿Os acordáis del bombo que le dimos a Titanfall antes de su salida?
¿Quién diablos se acuerda de él ahora?
   Así es: nos han vendido un Audi A3, pero nos
prometieron un Lamborgini Murciélago
. Nos prometieron con sus campañas que
sería algo que nunca olvidaríamos y ha acabado siendo algo que deseamos
olvidar. Una mancha negra en el ya negro currículum de la industria.

   Y como este caso, puedo hablar de Watch Dogs
y su aclamada presentación en el E3 2012, que situó el juego en el ranking de
los más esperados del año, haciendo creer a la gente que el salto generacional
iba a ser algo digno de dioses y al final el juego terminó siendo una de las estafas más conocidas de la historia, habiendo sido obra de Ubisoft y siendo un
producto que nada tuvo que ver con lo que nos prometieron. Otra moto vendida y
más desarrolladores riéndose y señalando con el dedo a aquellos que lo
compraron.

   Lejos de terminar, la campaña de publicidad
engañosa de Ubisoft continuó con Assassins Creed Unity, mostrando el mismo caso
que Watch Dogs. Prometer salto generacional abismal y acabar cayendo en un foso
de bugs y promesas incumplidas, haciendo que la nota de su juego bajase a los
infiernos por el falso “hype” que se generó entre los jugadores.

«Es gracias a este espectáculo de colores por lo que te cuelan el juego»
   Y agárrense a sus asientos, que llega el rey
de las estafas, mayormente conocido como Destiny,
con un presupuesto en campaña
publicitaria de los que no se han visto desde entonces. Parece mentira que el
nuevo juego de Bungie (la compañía que me regaló los mejores años de mi vida
con la Saga Halo) pudiese caer tan bajo y ser pisoteado por la comunidad por
culpa de generar un “hype” muy superior al que realmente podía soportar.

   Destiny prometió ser el nuevo World Of
Warcraft; un juego que perdura décadas sin que la gente pueda parar de jugar.
Destiny prometió revolucionar el género de los FPS y cambiar el mundo de los
videojuegos. Destiny prometió una infinita variedad de situaciones para que
ninguna partida fuese igual a la anterior. Destiny prometió muchas, muchísimas
cosas
antes de su salida y hoy por hoy casi todas ellas han acabado siendo un
bofetón en toda la cara para nosotros.

«Por suerte, la esperanza existe y GTA V nos regaló una
amplia campaña publicitaria que luego resultó ser real.»
   De los millones de personas que compraron
Destiny, pocas de ellas quedan que aún lo sigan defendiendo con su vida.

   Y es
que, amigos empresarios, amigos desarrolladores y amigos directores… eso de
prometer oro y luego aprovecharse de las expectativas de los jugadores para
colarnos cagadas, no nos gusta. Ni a mí ni a nadie. Y creo que hablo en nombre
de la inmensa mayoría de jugadores cuando digo “basta de publicidad engañosa
basta de invertir millones en campañas inmensas y más invertir millones en
crear un juego que pueda llegar a ser lo que prometen en su basura de anuncios
televisivos, porque precisamente son los juegos que menos publicidad generan,
los que al final terminan gustando al populacho”.

   Buenas tardes y hasta pronto.

   Y recordad: nunca creáis todo lo
que os digan.
Si no estáis seguros, probad a leer los análisis y opiniones de
los expertos tras la salida del juego antes de haceros con él. Será entonces
cuando piséis terreno seguro y podáis tomar una decisión.

   John – Orgullogamer – Modo Furia Desactivado

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