Drive fue una de las películas más aplaudidas por la crítica y el público hace ya tres años. Basada en la novela de James Sallis, la película ha convertido al personaje del Driver, interpretado por Ryan Gosling, en un nuevo icono del cine. Su actitud seria, impasible y ruda a la par que tierna y protectora junto con el aspecto ochentero (esa chaqueta con el escorpión es todo un homenaje a la moda hortera/cool de esos años) hace de este “conductor” un nuevo tipo de héroe de acción. Junto a Gosling con su Driver, en la película se puede destacar a Carey Mulligan, a la cual también conocemos de Shame y que ahora podemos ver en los cines en El Gran Gatsby junto a Leonardo Di Caprio. Su papel es el de una madre expectante por el regreso de un marido que se encuentra entre rejas y que se debate entre un nuevo amor contra el que no puede luchar y la costumbre; también destaca Bryan Cranston, un actor ya maduro que aporta una carga emocional muy potente en la película, con un sentimiento paternal muy grande, un amigo entrañable, un mecánico con sueños de juventud pero ya viejo para ellos y que se refleja en el Driver, intentando que este consiga todo lo que él no pudo. Cranston es célebre por ser el padre de Malcolmy por supuesto Heisenberg en Breaking Bad, quizá el papel de su vida.
El director, Nicolas Winding Refn, ganador del premio a mejor director en el Festival de Cannes por esta película, buscaba un ambiente electrónico y nocturno, algo que ya se percibe con la fotografía y montaje de la película, realizado por Mathew Newman, además encontramos unas letras de crédito que parecen sacadas de Dirty Dancing, es decir, todo encaja perfectamente en una película con un estilo diferente al cine comercial actual, una proposición cinematográfica dedicada a los nostálgicos.
De Drive podrían decirse multitud de adjetivos pero si hay uno que sobrepase por encima de todos es “retro”, y la mayor responsabilidad respecto a este apelativo es su banda sonora. Desde el comienzo de la película la música se convierte en otro de los personajes protagonistas de la trama. Fue ideada por Cliff Martinez, ex-batería de los Red Hot Chili Peppers, que militó en la banda de Anthony Kiedis a mediados de los ochenta, y uno de los compositores de bandas sonoras más atareados de los últimos años que ya había trabajado en películas como Traffic, Solaris y Sexo, Drogas y Cinta de Video.
La música evoca el pop sintético de algunas bandas de los años ochenta como Nu Shooz, New Order o Talk Talk con un nuevo aire modernizado por algunas agrupaciones revival muy de moda actualmente, véase Chromatics, Desire o College.
En la próxima entrega habrá un análisis completo de la banda sonora, pero como aperitivo escuchemos uno de los grandes temas que han conseguido que esta sea una de las bandas sonoras más celebradas de los últimos años.
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.
Sin lugar a dudas una buena película. Me es imposible verla sin acordarme de Jonatan Söderström y Dennis Wedin.
Buen artículo, espero ver la siguiente parte.