Hoy en a vídeo y tecla, os queremos hablar de Broforce, el arcade desarrollado por Evan Greenwood para deleitar el paladar de los jugadores de la vieja escuela.
«Imagina que el chuache, Stallone, Norris y demás tropa, diseñan un videojuego…»
Pero no sólo a los de la vieja escuela. Digamos que todo forma parte de una estrategia, en apariencia simple, que no es otra que la unión o el agrado de los dos bandos de jugadores, a saber; por un lado, en el rincón azul y calzoncillo rojo, los carcas como yo y en el rincón rojo, con calzoncillo blanco, la nueva y floreciente muchachada de jugadores. ¿Y cual es el principal recurso para atraer a uno u a otro bando?, pues a primera y simple vista, dos aspectos muy evidentes, dos «caramelos» echados para morder anzuelo. Para los primeros, los vetustos carrozas como yo, el caramelo que nos sirve Free Live Game llega directamente al fondo de tu corazón, en este caso y para nosotros, usa el recuerdo. Para los nuevos jugadores, les sirve ración doble de acción, adrenalina y destrucción.
Poco o nada sabía de este juego, hasta que el señor ElKjun, me habló de él (compañero y artífice junto a mi, de esta sección, te lo apunto por si eres nuevo y no lo sabías, o si ya eres veterano, para refrescarte la memoria) mientras tomábamos una buena jarra de Grog en el punto de encuentro habitual, que no es otro que la conocida taberna de Madrid: «La Taberna del Aventurero».
Hablando sobre el juego, sobre sus personajes, sobre su jugabilidad, sobre su estética, cada palabra que Elkjun me decía, me transportaba a los años 80 o 90 y mis ansias por probar dicho juego iban en aumento, como en aumento iban las jarras de grog amontonadas en la mesa y es que cuando nos ponemos a hablar de videojuegos, la emoción hace que el paladar se seque y haya que poner remedio al estilo pirata.
-«Buenas noches, me llamo Lechuck y hoy voy a ser su camarero, en que puedo servirles» nos dijo el camarero de La taberna del aventurero»
-Dos jarras de buen Grog bien frías, dijo Elkjun, mientras me comentaba el argumento del juego. Me dijo: El argumento de Broforce, se puede escribir en un Post It, avanzar, rescatar, destruir y aniquilar al terrorista, alien o demonio de turno. Sin más pretensiones, tal y como rezaban los argumentos de las mejores películas de acción de los 80.
Pero ahí radica el encanto del formato de historia de aquellos tiempos. Un argumento simple trae consigo un sin fin de matices y problemas por el camino que ayudan a engordar el metraje o la duración de un juego o un libro. Un argumento simple es la estructura, los cimientos o el esqueleto de una historia, luego puedes perderte por mil y una «misión secundaria» que completen la musculatura, piel y ropa, de ese esqueleto principal.
En Broforce se cumple a la perfección, la máxima de argumento del cine palomitero de los 80. Avanza y destruye, que ya nos encargaremos del resto a medida que avances.
Mientras pedíamos nuestra tercera ronda de jarras de grog, los personajes que podemos controlar hicieron acto de presencia. A medida que avanzamos en el juego, podemos ir desbloqueando a nuestros gladiadores. ¡Y que gladiadores amigo! comentaba con entusiasmo Elkjun. Todo un plantel de amor «retro cinéfilo»: Mad Max, Robocop, Chuck Norris, Rambo, Terminator y un largo etc… Con estos personajes y estos argumentos, imagínate como es la jugabilidad…adrenalina, acción y arcade en estado puro. A la vieja usanza. Avanzar, aniquilar y destruir todo lo que tengas a la vista y siempre y cuando tu trabuco esté a la altura.
-No sigas más que me va a dar un colapso al corazón….,Lechuck, dos jarras más por favor…Pruebas, necesito pruebas de lo que me estás contando, le dije a Elkjun
-¿Pruebas? naturalmente Mario, aquí las tengo.
Elkjun sacó su Smartphone y me enseño esto:
-Elkjun y Mario Landflyer en «A video y Tecla» para Orgullogamer-
Aquí mi fusil aquí mi pistola…una da tiros la otra consuela
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.