Ay qué calor, programa de telecinco presentado por Luis Cantero y Eva pedraza, basado en el programa italiano Colpo Grosso
«Desde luego que calor…»
Fue a finales de los ochenta, principios de los noventa, cuando los nuevos canales de televisión privada aparecían en el horizonte, con la firme intención de romper el monopolio de las cadenas públicas y afianzarse en los hogares de todos y cada uno de los españolitos. Fue en aquella época, cuando la 1 se llamaba la Primera cadena y la 2 la UHF, cuando aparecieron, por nombrar algunas: “Antena 3”, “Telecinco” y los correspondientes canales autonómicos, para cada una de las Comunidades, “Canal 9” o en nuestro caso “Telemadrid”.
Pero, una cadena despuntó sobre el resto, la protagonista de la entrada de hoy, desde las cercanas tierras Italianas y capitaneada por el difunto Valerio Lazarov, la sin par Telecinco.
La primitiva y joven Telecinco. “La cadena amiga”, como se auto apodaron. Con su “Cine Cinco Estrellas” de los ¿viernes? ¿O eran los viernes cuando echaban a altas horas de la noche la película erótico-festiva del tipo “Jaimito” con más años a sus espaldas que el andar?, su programación Infantil con series como “Campeones: Oliver y Benji” para los infantes o “Juana y Sergio” para las infantas del lugar o programas dominicales de interminables horas como Tutti Frutti en la franja de mañana y tarde, justo para esperar que llegara la noche y después de Benny hill, el perenne, popular y eterno VIP Noche, primero presentado por Jose Luis Moreno, posteriormente por Emilio Aragón. Momento en el que la popularidad del programa alcanzó sus máximas cotas de popularidad y comenzara a reproducirse como un conejo con millones de programas VIP que ocupaban toda la programación de la cadena: Vip noche, Vip guay, Vip repetición, Vip madrugador, Vip del futuro, Vip medieval, Vip vip, Vip locura, Vip Zombie, Vip…
Todos los programas de entretenimiento eran de factura nacional, con alguna excepción, como el caso que nos ocupa: “Colpo Grosso”
Con el tiempo que restaba entre Vip y Vip, los jueves de madrugada, Valerio nos obsequiaba calzándonos este singular programa, germen y origen del que continúa. Es decir, que en vista del éxito del programa Italiano de la cadena “Telecinco Italiana”, visto en la “Telecinco Española”, los productores no dudaron ni un segundo en hacer la propia versión española del programa Italiano, había nacido ¡Ay que calor!
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Por qué fue un éxito, que ofrecía este programa.
Básicamente y haciendo un ejercicio intelectual de síntesis: Culos y Tetas. Glorioso desvío de atención, actualmente, en estos días que corren, más dado a las mentiras y monólogos humoristicos de nuestros queridos políticos. Antes, la herramienta manipuladora que prevalecía en esta cadena eran los culos y las tetas. Que dicho sea de paso, si me dan a elegir entre la sarta de estupideces o un buen culo, este caballero se queda con el culo.
La erótica del momento. ¿Inocente?…puede ser, matizando el asunto: la erótica nada tiene de inocente, solo que por aquellos entonces, no voy a decir que el porno duro no existiera naturalmente, el acceso a la información sobre productos “cárnicos” se hacía más complicado. Las revistas más fuertes las encontrabas en los lugares más insospechados, debajo de una piedra en la Sierra, debajo de la cama de tu hermano, o en algún paso de peatones subterráneo.
No era como ahora que escribes “porno” y hay mas resultados de búsquedas que “Bibliotecas en Madrid” por ejemplo. Por tanto, imaginarán ustedes, que el hecho de ver una ingle o un pezón por la televisión, hacía jugar a almacenar recuerdos que engrosarían tu archivo personal a la hora de proyectar tus fantasías en los momentos más íntimos, en la dulce quietud de tu cuarto de baño.
El afortunado presentador del mejor programa de televisión de la época fue Luis Cantero como Capitán del barco. Acompañado de una buena secretaria, compañera de fatigas: la miss España Eva Pedraza.
«El primer presentador de las primeras temporadas de Colpo Grosso es el que recuerdo…Se parece a Ron Jeremy!!…»
En que consistía el programa-concurso de marras: Resumiendo: Ponernos palotes.
La mecánica del juego:
La acción se desarrollaba en un ficticio Barco o Transatlántico de lujo y despelote. Dos eran los participantes al juego, siempre un hombre y una mujer, ataviados con trajes de noche cargados de prendas. Se colocaban en su atril de juego, y tras las pertinentes y obligadas presentaciones del tipo: “Como te llamas, de donde vienes y que haces con tu vida” Luis Cantero daba paso a presentar a los “objetivos” del juego. Las Súper estrellas de la noche.
Con “objetivos” nos referimos a una buena decena de despampanantes mujeres que representaban lo bueno y mejor, en cuanto a mocerío se refiere, de cada país, vestidas con las mejores galas, cargadas de prendas de vestir a imagen y semejanza de los participantes del juego. Por tanto teníamos la moza que representaba a España, Italia, Grecia, Rusia etc etc, hasta un total de diez mozas y países, si mal no recuerdo, corríjanme si me equivoco, tengan en cuenta que redacto esta entrada de “memoria”.
“Objetivos”, repito, porque la finalidad del juego, eran ellas: conseguir despelotar cuanto más y cuantas más mujeres “países” mejor, de la manera que os voy a relatar a continuación.
El juego consistía en una serie de preguntas que iban dirigidas a las inteligentes mentes de los participantes. Cada pregunta acertada hacía subir el contador de créditos y cuando éste alcanzaba cierta cifra, los daba la oportunidad de canjearlo por prendas a quitar de un “país” elegido y representado por la moza de turno. Cuanto más acertabas, en tus respuestas, mayor era el despelote.
¿Pero que pasaba si fallabas la pregunta? Ahí es donde aparecen las “Chicas Chin-Chin”.
Chin-Chin
Mas chicha!, mas tetas!…las Chin Chin, antes de ser gafas, eran las azafatas del programa. Representando cada una de las siete un tipo de fruta, la misma fruta que puedes encontrar en los tornos de una máquina tragaperras. Su función en el programa era la esconder la fruta en sus penzoncillos y amenizar los cortes de publicidad, bailando al son de la canción:
“Chin Chin, Chin Chin…recúbreme de besos, Chin Chin, Chin Chin…prueba y así me eliges… Chin Chin, Chin Chin…seremos muy amigos, brinda por la suerte, celébralo asi ¡Chin Chin!”
Y Zas! te enseñaban los pechotes!.
«Las Chicas Chin Chin»
A lo que iba, si el concursante fallaba la pregunta, tenia una oportunidad de salvar su culo: Elegía a una Chica Chin Chin, y debía escoger una fruta. Entonces la chica bajaba hasta el presentador, y le enseñaba las mamellas. Si la fruta coincidía con la erección…perdón con la elección, el concursante quedaba salvado. Pero si nuevamente fallaba, debía “pagar prenda”.
Como veis, aquí el protagonismo se lo lleva el despelote.
Cada prenda quitada y pagada por el concursante, hacían sumar créditos salvadores. Más o menos así era la cosa, vuelvo a decir que es lo que me ha dejado en el recuerdo la memoria.
Ya como colofón final, y después de la última prueba de los concursantes en el “casino” donde cambiaban créditos por pesetillas reales, hacia acto de presencia una “estrella” invitada que nos ofrecía un striptease integral. Cultura en estado puro.
E integral a medias ya que por aquellos tiempos, (y los de ahora) eso de verle el sapo a la artista en la tele…si acaso un poco de felpudo, pero disfrutar de la “papada del pavo” era otro cantar.
«Objetivo: Dejar a Europa en Bragas…vamos, ¡¡como ahora también!!»
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Para ir terminando:
Un programa de lo más zafio y vulgar de teta gratuita. Machista donde los haya, por mucho que intentaran disimular, malamente dicho sea de paso, por el hecho de que también se despelotaba un tío…uno sólo contra 70 u 80 pares de mamellas con sus correspondientes culos, no equilibra la balanza de la igualdad, y de claro “target” varonil pajillero.
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Por El Abuelo Cebolleta para Orgullogamer…recuerdos de otra televisión…poco ha cambiado…
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.
Que sepas que la mayoría de los que lean este texto no entenderán que tenía de revolucionario o diferente este programa, es imposible entenderlo si no lo viviste en su momento, al igual que las tetas de la Sabrina botando en Nochevieja xD
XD muy cierto. Por mucho que se explique, hay cosas como las sensaciones, ese momento especial que se vive y de alguna manera inexplicable sabes que va a calar hondo en tu alma…sea de la calaña que sea el recuerdo, como el que nos ocupa jeje, ese momento es difícil de expresar para su entendimiento.
Se pueden describir las sensaciones, y poco más.
Las tetas de sabrina botando en nochevieja…ay! que momento más épico…XD
Un saludo Roy!
Tremendo el programa y su entrada, caballero de la triste figura!
Muchas Gracias Señor Hyde!
Información Bitacoras.com…
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