Pokémon Let’s Go – ¿Da cringe? ¿Es un juegazo? Analicemos el asunto

Pokémon Let's Go da cringe

El público no es compasivo con Gamefreak y aquí estamos para aclarar de una vez por todas si Pokém0n Let’s Go da cringe o no.

GAMEFREAK es esa compañía maldita para muchos que lleva pegando patinazos desde su salto a 3DS. Pokémon Sol y Luna, pero sobre todo X/Y, y el posterior remake de Hoen, ORAS, fueron un chasco para muchos pokemaniáticos. Los mismos que se frustraron por una dificultad demasiado accesible, historias edulcoradas -quitando todo atisbo de sentimiento competitivo- y postgames que resultaban insulsos y nefastos. Pero la cosa no parece terminar ahí porque muchos aseguran que Pokémon Let’s Go da cringe. Veamos si están en lo cierto.

La gente confunde la accesibilidad y el conformismo

Estas declaraciones, dignas de un pollavieja que le gusta gritar que la primera generación es la mejor porque terremoto para todos, hijos de puta, tienen su punto de veracidad. Pero no es la tónica objetiva, ni de lejos. X/Y no dejó de ser un experimento con el salto al formato de las 3 dimensiones de la saga, tiene sus cosas mal, pero también sus positivas, con esa delicia de combates a nivel visual con sus 60 FPS (Si no activábamos el 3D, claro) y todo el acomodamiento de la crianza, la obtención de naturalezas provechosas o la gestión de los IVS y EVS de una forma más práctica y tácita.

Sol y Luna pego una estilización gráfica superior, era una gozada vislumbrarte artísticamente con el proyecto. Sumado a una aventura que se seguía con interés, con ciertos altibajos pero metiendo un improve de cojones al tema competitivo. Además, siendo la entrega más variada en ese aspecto con el añadido de las técnicas Z, sumado a las ya vistas megaevoluciones. A un servidor le encandiló de sobremanera, hasta el punto de haberle cascado un sobresaliente en nuestra querida web.

Tras este historial, que como digo, maravilló a unos y decepcionó a otros, la expectación por todo fan de la franquicia por como sería el siguiente juego en Switch se hacia notar. Un sistema que permitía un despliegue de potencia enorme en comparación a las anteriores portátiles de la compañía nos hacía ensoñar con el Pokémon Definitivo. Algunos creíamos que el terreno de pruebas iba ser cosa para un refrito de Sol y Luna, llamado Pokémon Stars, que actuaría a modo de tercera edición como los ya conocidos Pokémon Amarillo o Cristal de Game Boy Color.

Sin embargo, tras la confirmación de Pokémon Ultra Sol y Ultra Luna, nuestras previsiones cayeron en un saco roto.

¿Qué iba hacer GAMEFREAK para Switch, entonces?

El 30 de mayo de este año, Junichi Masuda, el que hasta ahora había trabajado como compositor de la franquicia, presentaría al fin la codiciada nueva entrega de Pokémon para Switch. En calidad de director esta vez, nos mostró su visión de un remake del clásico Pokémon Amarillo dividido en dos ediciones: Pokémon Let’s Go Pikachu y Pokémon Let’s Go Eevee.

Pokémon Let’s Go era una realidad. Un pokémon visualmente de infarto y con el mayor despliegue de cambios y mejoras jamás vistos en un título tradicional de la franquicia se nos abría paso para este 2018.

No obstante, según se sucedían los tráilers, noticias y demás, el hype de la comunidad fue precipitándose a un pozo negro de dudas, rageos y decepciones. Pokémon Let’s Go iba a prescindir de las batallas contra pokémons salvajes a favor del sistema de captura de Pokémon Go de móviles. Y ya solo eso, sin necesidad de ver más virtudes/defectos del producto, la gente se vino arriba a lapidarlo (yo incluido).

Las posteriores declaraciones de integrantes del proyecto sobre que iba ser un título más accesible, pensado, sobre todo, para los jugadores del sucedáneo de móviles. Líderes de gimnasio que no te iban a dejar combatir contra ellos si no llevabas pokémons del tipo contrario a los suyos. Entrenadores que iban a ser más fáciles. Gary ahora iba ser un buenazo, etc. Mucha mierda le estaba cayendo encima, de la cual, más de la mitad estaba infundada en rumores falsos que fans cabreados escupían en sites como Reedit.  La cosa pintaba realmente mal para Pokémon este año. Y muchos de nosotros optamos por pasar de la propuesta.

Sin embargo, conseguí una copia de la edición Let’s Go Pikachu casi sin quererlo ni beberlo. Ya puestos que lo tenía, que cojones, me aventuré a darle una oportunidad. No mentiré que algo de hype seguía salvaguardando en mi corazoncito de pokemaniático nostálgico. Que estuviese ambientado en Kanto y fuese un remake de la entrega que más me marcó de la franquicia hacía mella. Pese a que no diese un duro por él.

Le eché más de 50 horas de partida. Y tras haber completado el videojuego y pokédex a partes iguales, a espesas del postgame, me aventuraré a contaros que tal la experiencia. Ahora sí, vámonos directos al grano con lo mejor y peor del título, mis orgullosos.

 

Pokémon Let’s Go Cosillas que hace bien.

Lo primero de todo, el apartado artísico. Pokémon jamás había lucido tan espectacular a la par de bonito. La paleta de colores usada, tan vivos y tan representativos de la franquicia, los diseños de la criaturas respetando el arte original noventero así como sus respectivos tamaños. Cosillas como el agua o el viento meciendo la hierba… Es una odisea visual para la híbrida de Nintendo. La cosa tampoco se queda atrás con los efectos de algunos ataques. La navegación por la Pokedex es más amena. Pero sobre todo destaca en las animaciones de los monstruitos que se ven más gráciles que nunca.

Lo mismo podemos decir de lo sonoro. La banda sonora original que insufló carisma a los títulos primigenios vuelve a la vida reorquestada y más modernizada. La gracia y la calidad vuelve a repetirse con nuevas cotas de epicidad y oid, que escuchar cosas como el tema final lleno de testosterona de Gary o el tum-tum acojonante de la Calle Victoria son placeres que raramente vamos a repetir.

Entrando en apartados menos generales, os voy de lleno a lo jugable, donde hay mucha chicha que relatar:

  • Combates: Mantienen la estructura original por turnos, sin cambios ni nada a prori que haya que señalar como negativo. Nada de lo que se decía de que los combates serían más automatizados es real, tranquilos. La estrategia de siempre hace acto de presencia y luchar al tuntun usando siempre el mismo pokémon y ataque no va tener resultado.
  • La caja: La llevamos encima, por lo que se acabo el coñazo de tener que ir a los PC’s de los centros pokémon a gestionar nuestro team de bichitos. Ahora podremos acceder a ella desde el mismo menú de estado de nuestros compañeros y cambiarlos a placer.
  • Aparición de Pokémons: Los encuentros aleatorios se terminaron, orgullosos. Los bichos emergen en pantalla cada vez que nos arcarmos a una zona de su hábitat. De esta forma, podemos esquivarlos y enfrentarnos a solo aquellos que nos interesen. Ya sea por completar la pokédex o para efectuar rachas de capturas de pokémons de un mismo tipo para aumentar la probabilidad de obtención de un variocolor o mejores IVs.
  • Técnicas Secretas: Decimos adios a las clásicas Máquinas Ocultas (MO) a favor de las Técnicas Secretas (TS). Una suerte de habilidades que sólo aprenderá nuestro inicial y que no ocuparán un slot de nuesta cuadrilla de ataques. Ya que no serán utilizables en combate. Pikachu o Eevee podrán cortar arbustos, surfear, volar a cualquier punto del mapa en globo aeroestático, mover pilares de roca e incluso deslumbrar cuevas más oscuras que la boca del lobo.
  • Máquinas Técnicas (MT): Al igual que pasaba con las acontecidas en los últimos títulos de la franquicia, no se gastan tras su uso. Podremos enseñárselas a nuestras mascotas tantas veces como queramos. Ojo, que ya no son las clásicas del Amarillo original, si no que hay un batiburrillo de ataques, tanto originales como de las últimas ediciones, que añaden un toque jugoso a la faceta combativa.
  • Megapiedras: Aunque se consiguen casi al final de la aventura, podremos obtener todas las aplicables a pokémons de la primera generación. Su empleo es más cómodo, sin necesidad de equiparlas previamente e incluso pudiendo portar ambas en caso de que un Pokémon tenga varias megaevoluciones.
  • Pokémon acompañante: Además del inicial, que llevaremos en nuestra cabeza/hombro, el bicho que queramos de nuestro equipo podremos llevarlo fuera de la pokéball acompañándonos por los mapas. Pueden encontrar tesoros ocultos, interactuar con el escenario, decirnos como se sienten e incluso darles mimos para que nos cojan cariño. Lo que nos dará una ventaja extra en los combates. Algunas especies de Pokémon podremos usarlos de monturas para recorrer grandes masas de terreno a gran velocidad. También surcar los cielos esquivando así entrenadores u obstáculos o incluso navegar a toda pastilla. Lo bueno de esto, también, es que se equipan/desequipan automaticamente sin necesidad de entrar al menú o darle a un botón como pasaba con la bici o las zapatillas deportivas en los originales.
  • Pokémons únicos: En las ediciones originales, ciertos bichos como los generados mediante fósiles o los entregados por los dojos de lucha, solo podían conseguirse intercambiándolos con amigos. Aquí, aunque esta opción sigue prevaleciendo, podremos encontrarlos gracias a las rachas de captura, que aumentan los porcentajes de aparición de pokémons raros. Esto nos permite completar la pokédex sin precisar de ayuda externa a excepción de los bichos que sean exclusivos de la otra edición.
  • Versiones Alola: Podremos conseguir todas las versiones alter de Alola que existen. Para ello, basta con ir a determinados centros pokémon e intercambiarlos con npcs específicos por las versiones originales de Kanto. Una buena forma de nutrir nuestro equipo de combinaciones de tipos curiosas, como la de Sandslash con su flamante tipo hielo/acero.
  • Cinemáticas: En ciertas partes del juego se sucerán cinemáticas que, como es obvio, no habían en el original. Añaden más épica a ciertas situaciones y puntos fuertes de la trama, que de por sí, es de las más livianas y simples de la franquicia.
  • Tipos actualizados: Los tipos acero, siniestro y hada, que no estaban en el original, hacen aquí acto de presencia en los pokémons relacionados.
  • Obtención de Shinies: Conseguir pokémons variocolor aquí es más sencillo que en ninguna otra edición. Con las rachas de capturas, la colonia y el amuleto iris podremos reducir su ratio de aparición de 4004/1 a 215/1 haciendo más liviano (que no facilísimo, ojo) su espera y captura.
  • El Team Rocket gana trasfondo: Se perfila un poco más la historia del Team Rocket, sus aspiraciones y el peso que tienen en la trama. A Jessie y James se les dan también más importancia y aparecen durante más situaciones/combates a lo largo de la aventura.
  • Personalización: Nuestro avatar, pese a que tiene pocas opciones de creación, podremos conseguirle sets de ropa con piezas intercambiables. Aunque no es mucha la oferta, sí que es lo suficientemente variada para dar un toque distintivo a nuestro protagonista además de que la forma de conseguir los sets añade un puntillo más a la profundidad del videojuego.
  • Personalización (Inicial): Al igual que al prota, el inicial puede cambiar de ropa e incluso peinados. Su oferta es más amplia que la del protagonista y es todo un gozo visual verlo en las cinemáticas y combates luciendo el modelito. En el centro comercial de Ciudad Azulona se añade un nuevo piso con tiendas de ropa donde experimentar con nuevos conjuntos.
  • Heramientas para el cálculo de IVs: Gracias a un instrumento llamado Juez que conseguiremos una vez lleguemos a la ciudad Carmín, podremos ver que tal andan de IVs nuestros bichitos. La cosa se presenta de forma intuitiva, a diferencia de otros métodos acontecidos en títulos previos, con una gráfica que nos demuestra aquellos Stats que están mejor o peor posicionados en el crecimiento de nuestro monstruito.
  • Cebar a caramelos: En Let’s Go ya no existe el concepto de EVs como tal, si no que ahora todos los stats de un pokémon pueden crecer en 200 puntos trazando una distribución equitativa. Estos 200 puntos crecen con el consumo de caramelos, clasificados por estadística o especie y que conseguiremos con las rachas de capturas o por «sacrificar» pokémons repetidos. Esta nueva mecánica es interesante para madurar nuestros pokémons sin tener que centarnos en el farmeo de niveles de forma exclusiva.
  • Gestión de naturalezas: Antes con la cría, ahora con las rachas de captura. Existe un NPC que, respondiendo a unas preguntas, hará que los pokémons que nos aparezcan para capturar sean de la naturaleza que desemos. Esto, acomoda una barbaridad el tema de la obtención de naturalezas satisfactorias, dejando de lado el coñazo que era rezar a la suerte con las crianzas y objetos que aumentasen el %.
Pokémon Let's Go da cringe

Pokémon Let’s GoCosillas que hace mal.

A pesar de lo citado, no todo es oro lo que reluce. Si bien, mucha de la mierda que le está cayendo es falsa, si que hay muchas cosas que consdiero que hace mal o fatal:Curva de Dificultad

Jamás he tocado un juego de Pokémon que tuviese una curva tan mal llevada. Si bien es cierto que las últimas entregas son más sencillas que las previas, la maduración de la aventura seguía una constante coherente y apetecible. En este caso, partimos de un control de GAMEFREAK para que el jugador no se sienta abrumado tan grande, que la sensación de tutorial y el estar viviendo una experiencia al más puro estilo The Order 1886 se dilata demasiado tiempo de la aventura. De esto también tiene la culpa la estúpida idea de colocar 1 pokémon por entrenador. Eso desfavorece las sinergias de nuestro equipo a favor de utilizar siempre el mismo pokémon cebándose a experiencia.

No nos olvidemos de que nuestro rival principal ya no será Gary. Este, pasa ser un mero NPC’s importante en la historia que nos dará consejos y nos echará una mano de cuando en vez. Nuestro rival será nuestro vecino, un chaval al que tendremos que bautizar y que, más que un rival con aspiraciones competitivas, se trata de un colega que nos dará consejos y objetos. Se pierde con ello ese pique que existía en el tradicional, con un Gary mezquino, orgulloso y que buscaba siempre humillarnos como fuere posible. También se pierde su evolución. Era un gozo ver como el sprite del capullo iba cambiando, mostrando un chaval estirado en sus inicios a convertirse en todo un macarra en el duelo final de la Liga Pokémon.

La ausencia total de reto o posibilidad de que uno de nuestros pokémons caiga derrotado se extiende casi hasta ciudad Carmín (La 3º medalla) por lo que hablamos que 1/4 del juego es un puto tutorial de mierda que podemos solventar sin apenas pensar o incluso sin cambiar el inicial de la parrilla de ataque.

Si a ello le sumamos que el inicial siempre va tener 6 IVs maximizados y aprende ataques de todos los tipos pues… Que nos brinden una alfombra roja al entrar en los gimnasios, que estos se hacen con un pájaro de madera picando todo el rato la misma tecla.

Por suerte, la imagen que nos brinda a creer de que el juego es así de sencillo de inicio a fin se rompe una vez salgamos de Ciudad Carmín. A partir de aquí, la dificultad tan arcade de la que hacía gala Pokémon Amarillo vuelve a relucir. Entrenadores con varios pokémons y utilizados con eficacia. Hay líderes de gimnasio que saben usar estrategias y bichos salvajes que, alguna que otra vez, nos pondrán las cosas difíciles.


Pokémon Let's Go da cringe
Sistema de captura

Os compro que sea original, que tenga más profundidad de lo que parece y que al final se vuelva una mecánica cómoda y sabrosa. Sin embargo, ciertos aspectos de la misma rompen el juego en su inicio una barbaridad.

Para empezar, el hecho de que capturar un pokémon otorgue masas enormes de experiencia, sobre todo si hacemos rachas, hace que nuestros bichos vayan sobrenivelados para la zona del juego que que estemos. Esto se habría solucionado incluyendo un sistema de elección. Chocas contra un pokémon salvaje y «decides» si capturarlo (pasando al sistema de lanzar la pelota con movimiento sin más) o luchar contra él para conseguir experiencia. De esta forma, el abanico de posibilidades se dispara, las mecánicas del Pokémon GO atractivas para el público de ese juego se mantiene y el equilibrio de experiencia se respeta, a no ser que el jugador decida romperlo en su favor por placer de farmear o evitar subestimar al líder del gimnasio que le toque.

El propio sistema de captura, para un sevidor, se hace bastante toca-huevos a veces. Los Joycons envian las pokeballs a donde les parece la mayor parte de las veces, derrochando así bastantes unidades de bolas, bayas e incluso fastidiando rachas grandes (una auténtica jodienda, de verdad).

El sistema mediante giroscopio cuando jugamos vía portátil funciona bastante mejor pero aún así no rivaliza con la captura tradicional. Considero que debería haber sido opcional también. Un sistema de puntería manual con los sticks me hubiese gustado más. Sobre todo por la precisión que obtendría a mayores de lanzar y apuntar con las técnicas propias de Nintendo Switch.

Por último en esta queja, añadir las capturas de Legendarios. Primero, combates contra ellos, algo que de por sí no tiene mucha ciencia. Porque derrotarlos sin más nunca fue algo complicado (como sí lo era medir su barra de salud para dejarlos débiles y no matarlos de un sopapo). Segundo, capturarlos con el mini-juego de lanzarles las pokebolas con el joycon o el giroscopio. Aquí es donde uno se siente, de verdad, estúpido.

La dificultad en capturar un legendario en este juego reside en la cantidad de bolas que lleves encima. Y lanzarlas todas como te parezca. Ya que tarde o temprano, caerá. El sistema de legandarios va por %, cuantas mas bolas lancemos y fallemos, más aumentará el % de que se capture. Esto hace que llegando a un punto, si le lanzamos una pokeball tradicional, caerá rendido.


Pokémon Let's Go da cringe
Post-Game

El metajuego, esa opción que, todo juego grande que se precie, tiene que cuidar. Acabar la historia principal y dejar todo un abanico de contenidos secundarios a completar a posteriori es santo y seña en Pokémon.

Pues bien, lejos quedaron cosillas como el Frente de Batalla de Pokémon Esmeralda o las Ligas Internacionales de Pokémon Blanco/Negro. En Let’s Go el único Post-Game que existe (además de la caza del legendario de turno o completar la pokédex, aspectos que ni deberían mencionarse) se resume en 150 entrenadores que poseen un solo bicho muy chetado en ataques, ivs y nivel. Debemos enfrentarles con un bicho de la misma especie y derrotarlos.

¿Recompensa por hacerlo? Títulos para cambiar la forma en la que se refieren los NPC’s a nosotros. Una auténtica chorrada, la verdad.

Lo único que, si derrotamos a 6, aparecerá un evento donde Rojo (protagonsita del Pokémon Amarillo original) hará acto de presencia para retarnos a un combate y añadir un poquillo más de lore a esta revisión de Kanto.

Y nada más, ni una triste Mansión/Árbol de Batalla como tenían las entregas de 3DS para pasar el rato contra entrenadores súper-chetados.

 

La OST es una jodida delicia, las composiones de siempre remasterizadas con instrumentos modernos. Decimos adiós a las versiones MIDI de antaño.

Pues esto es todo, mijos. 

En términos generales es un juego muy bueno y una entrega de Pokémon bastante potable. Tiene en su haber una base maravillosa para madurar en futuras entregas con ideas que son apoteósicas.

Corrigiendo su sistema de captura, dando más libertad al jugador, asperando equilibrios en el sistema de subida de nivel y gestionando una curva de dificultad como se hacía en las entregas de antaño, el plausible y futurible Pokemon Let’s Go Crystal se convertiría en uno de los mejores títulos de la franquicia. Pero sin lugar a dudas.

Lo que tenemos con Let’s Go Pikachu y Eevee es un bocado rico para jugadores de Pokemon GO que jamás habían tocado una entrega tradicional y para nostálgicos de la primera generación (como un servidor). Si eres un jugador que se atañe a lo meramente competitivo encontrarás aquí un producto que no te servirá de nada. Pero si buscas deleitarte con un paisaje sensacional y una aventura agradable, que va ganando enteros conforme avancemos, Lets Go también es digno para ti.

Si te ha gustado el texto, no te pierdas:

0 0 Votos
Article Rating
Subscribe
Notify of
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
¡Dinos lo que piensas, comenta!x