Titanfall 2 – Battlefield 1 Resultado justo

Nuestro mundillo – el que aquí nos tiene a todos locos- es un mundillo que, en relación a los otros mundillos que reinan en el panorama del ocio digital, es bastante joven. A la vez van pasando los años y ya tiene sus granos desapareciendo de la cara. Ojo pues con estas frases de que aún somos una industria joven, porque esto avanza a pasos agigantados cual Bolt en la tropical Río y sus cien metros riendo.

Deberíamos pensar todos que ser la más joven de las industrias dominadoras en el mundo, sin lugar a duda, tiene muchas ventajas. Como ser el pequeño de tres hermanos. Ellos abren camino, y tú a lo tuyo viendo los errores de los demás y aprovechando de ese conocimiento te camelas a los papás y vuelves a casa más tarde que nadie, después de beber lo imbebible o cazar pokemons… Pero esta norma no rige la industria de los videojueos.

Parece que nuestra industria poco observa a las demás o simplemente va como una loca conduciendo un Chevrolet por las costas de California y con muchas sustancias por el torrente sanguíneo, y haciendo caso omiso a las advertencias de la música y el cine. Estamos en un punto -ya comentado en el blog varias veces- de incertidumbre respecto a todos estos anuncios continuos de nuevas Playstation y nuevas Xbox  apenas tres años después de su lanzamiento de última generación. No contentos con esto, las compañías anuncian que sus juegos se pueden jugar también en PC. Tenemos la compatibilidad de One con Windows y la reciente Playstation TV para PC también.

Por si fuera poco, en medio de todo esto, aparece la Realidad Virtual, que después de ser enterrada a principios de los 90 (yo la pude catar en un salón de Puerto de la Cruz en Tenerife en el año 1994), resucita cual muerto viviente de George A. Romero. Esta vez parece que sí quiere meterse a codazos, en medio del meollo, para cazar algún que otro saco de billetes de la industria loca del pixel en movimiento.

Estos días hemos tenido ejemplos de cómo la industria del videojuego aún tiene tics de otras industrias o incluso una peligrosa tendencia a copiar los errores antes cometidos. Como si de un humano patizambo, de los que tropiezan con la mísma piedra, se tratara.

Las betas de Titanfall 2 y Battlefield 1 han sido, para mí, un buen ejemplo de ello. Vamos a verlo.

Yo y mi pobre conexión nos conectamos al Pre-Alpha Test (en realidad una beta abierta) de Titanfall 2 para catar qué maravillas nos trae esta segunda entrega después de una primera, a mi entender, sublime.

La bajé para PS4. Era la primera vez que jugaba a un Titanfall en consola de última generación, ya que el primero lo jugué en Xbox 360, y debo decir que el primer impacto a nivel gráfico fue bestial.

Arranqué las partidas online después de recordar los comandos en un buen tutorial (trainig). No me meteré a  valorar el juego, del cual solo diré: ¡»Shut up and take my money»! Pero sí valoraré el buen, buenísimo,  rendimiento de la beta que funcionó perfecta en todos y cada uno de los momentos que jugué durante el fin de semana. Ni un salto, ni una espera interminable (al contrario), nunca se cayó la partida y no vi enemigos que sufrieran de lag. Una experiencia deliciosa, como hacía tiempo que no podía gozar con mi mierder de ADSL. Hasta la fecha, mi casa, era un horror online perpetuado con juegos como Destiny o Battlefront, que de las veces que caí de los servidores los abandoné en la estantería y ahí siguen, acumulando polvo como ese desastre de Daredevil de Ben Affleck que algún amigo, que debería dejar de serlo, me regaló.

Por otra parte hemos «gozado» estos días con la Open Beta de Battlefield 1. Una ambientación que me vuelve loquísimo. La Primera Guerra Mundial es un marco bestial y una demostración de que EA sí ha sabido escuchar a sus jugadores y volver a las guerras de fusiles, y en este caso, incluso bayonetas.

Conecté la PS4, fui a la beta y primera sorpresa: al entrar ya no estoy conectado. A los pocos segundos se conecta. Menú exactamente igual que Battlefront (hasta con visiones del espacio), muy poco de la Primera Guerra Mundial. Entro en una partida y de momento arranca bien, voy a pie enterándome de cómo va todo y todo va como Battlefront. No seguiré valorando el juego porque el juego terminó ahí. Pam, fuera de la partida. Otro intento y entro en un avión y pasa algo peor: me quedo en el avión enganchado adelante atrás, sin poder hacer nada. Prefiero que me echen y entrar en otra partida. Al final con el hartazgo de los intentos y no poder jugar más de 4 minutos, apagué todo y adiós a la beta.

Dos juegos de la misma compañía (distribuidora) y de factura bien distinta. Y por supuesto un despliegue de marketing bien distinto en ambos juegos. La creación de hype y presentaciones espectaculares hechas para Battlefield pocas veces se han visto. Cierto es que había un buen giro de la saga para conseguir ganar jugadores a su eterno competidor Call of Duty. La ambientación, en este caso novedosa, había que venderla y lo han hecho a la perfección.

Pero para mí, la experiencia con las dos betas ha sido muy distinta. Titanfall 2 tiene todos los elementos del primero que lo hacen imperdible y encima esta vez con mucho más contenido. Hasta 6 titanes nuevos y tan distintos como que hay uno que puede volar y todo. Y algún elemento nuevo como el garfio con cable para los pilotos. Battlefield 1 me recuerda mucho a Battlefront con elementos distintos, caballos y demás, pero si me tiene que proporcionar diversión, no creo que ni se acerque a Titanfall. Sin duda Battlefield 1 será mucho mejor que Battlefront porque espero que EA haya aprendido de los errores pasados propios, pero me pareció ver en la eséncia del juego los mismos mecanismos que no me llamaron nada en Battlefront.

Battlefront, para mí, fue una de las decepciones del año. Fan absoluto de Star Wars, y me sacan un juego con un nivel gráfico sin igual en un shooter. La suma de esos gráficos y Star Wars era la gloria y me encontré con un juego sin contenido apenas (entregado en DLC’s) y bastante aburrido. Objetivos que te da igual cumplir a menos que todos los jugadores sean colegas tuyos y os organicéis (cosa que también pasa con Battlefield 1). Al final solo jugaba a las batallas de aeronaves, porque lo que era shooter el resultado fue a nivel visual alucinante, pero a nivel de jugabilidad flojo, muy flojo.

¿Por que vendió tanto? La maquinaria de EA se puso a tope y aprovechando el hype de Star Wars Episode VII, nos trajo un juego al mercado bastante corto, pero con marketing se consigue lo que quieras. La campaña de marketing que acompaña esta entrega de Battlefield es colosal al igual que la que tuvo Battlefront o quizás más.

 ¿No os suena?

Sí señores, el cine lleva años haciendo esto. Campañas de marketing sobrecogedoras y de presupuestos megalómanos nos han llevado a ver películas nefastas y recibirlas con salas llenas a rebosar.

La beta de Battlefield dicen que iba mal por culpa de la gran afluencia de gente y que Titanfall no tenía tantos jugadores y por eso iba tan bien. Si esto es así auguro lo mismo con el nivel de ventas de los dos juegos y a mi entender se estará cometiendo una tremenda injusticia a la buena gente de Respawn.

Nuestra industria que tanto queremos debería estar ahora mismo experimentando con formatos, formas distintas de contar las historias, girando y doblándolo todo y poner los cimientos del revés. ¡Ah! Es verdad que eso ya lo hace la industria del videojuego independiente. En cambio, el mercado mainstream, es decir las grandes producciones, están copiando todas las malas costumbres de la industria cinematográfica de Hollywood. Hace tiempo que no veo un tráiler decente en el cine. O te cuentan la peli entera y  no hace falta que vayas a verla o te enseñan lo mejor y cuando vas te quedas decepcionado.

Lo mismo pasa con los videojuegos. ¿Necesitáis una hora de gameplay? ¿En serio? Ver gameplay es básico pero no hace falta joderte una décima parte de un juego actual. The Evil Within fue el ejemplo perfecto de todo esto. Nos enseñaron lo mejor y encima teníamos horas de gameplay donde veíamos como solucionar cosas. Desastre.

El compañero @KatanaBeltza lo plasmó muy bien en su artículo: Vendiendo humo

Sea como sea Battlefield seguramente arrasará en ventas, sin ir más lejos a mí el hype casi me mata al ver que era de la Primera Guerra Mundial. Pero una vez jugada la beta si queréis jugar a un juego del primer conflicto global de la humanidad jugad a Valiant Hearts.

Titanfall promete ser un juego más divertido con más contenido y sobretodo mejor hecho. Y por supuesto con un online sólido. Sin duda ayudan los servidores dedicados que Respawn ha contratado. Gozar.

Casi cada año pasa algo similar. ¿No habéis oído lo del «tapado del año»? A final de temporada vas a alguna tienda y encuentras buenísimos juegos a precios ridículos. Habían pasado sin pena ni gloria al lado de algunos superventas y en realidad son mil veces mejor.

Como esos discos de grandes de la música que no están, obviamente, en los Grammy o en los MTV Awards, ni esas pelis que nunca estarán en los Oscars. Hay juegos que nunca recibirán lo merecido, que es estar ahí arriba. Veremos…

Titanfall y Battlefield dos formas de hacer las cosas, dos formas de vender un producto.